Insólito: científico japonés trabaja de reponedor en un supermercado
Motoe Kato es doctor en ciencias con postgrados en biología molecular e investigador en las áreas de inmunología humana y trasplantes xenogénicos y alogénicos. Conversamos de sus descubrimientos y pasamos una mañana con este genio refugiado en el Litoral Central.
El supermercado Aregón se ubica justo frente a la plaza de El Tabo, muy cerca de la playa y es uno de los negocios locales donde suelen trabajar personas del mismo pueblo que atienden a los propios vecinos y también a los pocos visitantes que recorren la zona en tiempos de pandemia. Es un local pequeño, con unos cuantos pasillos de pocos metros que albergan la variedad de productos esperados para un negocio de este tipo, en una comuna pequeña como El Tabo. A simple vista no se ven más de diez empleados, entre las cajeras, los dependientes y los reponedores.
Un genio
O sea, el supermercado Aregón de El Tabo sería el típico minimarket, como los que hay en los balnearios de todo Chile, salvo por un detalle: entre los empleados de este negocio está Motoe Kato, o "El Kato" como lo llaman sus compañeros de trabajo.
Motoe Kato tiene 68 años, es uno de los reponedores del supermercado desde 2018 y en todo este tiempo ha destacado como un muy buen trabajador. Lo califican como amable, respetuoso con sus compañeros y los clientes, además de ordenado y diligente.
Claro que Motoe Kato no es un reponedor común y corriente, ya que además de estar titulado de Medicina Veterinaria en la Universidad de Azabu, en Japón, tiene estudios de postgrado en Ciencias y además posee el grado académico de Doctor y PhD en Ciencias. No solamente eso, ya que su entrenamiento de postdoctorado lo hizo nada menos en el Oak Ridge National Laboratory y en la Universidad de Tennessee, uno de los laboratorios más prestigiosos de Estados Unidos.
Sabido esto, la pregunta es obvia: ¿qué hace un doctor en ciencias del Food and Drug Safety Center, del Ministerio de Salud y Bienestar de Japón, que además es investigador y director de estudios en genotoxicidad, trabajando como reponedor de un supermercado del Litoral Central?
Con esa pregunta en mente partimos a conocerlo.
Ya no hay cordones sanitarios a la hora que nos movemos por la costa. Tan pronto llegamos los compañeros de Kato advierten nuestro interés y se nota el cariño que le tienen al menudo hombre de 68 años que se ha hecho muy querido en el negocio.
No es fácil comunicarse con Kato porque su español no es muy bueno, pero la voluntad que tiene elimina esa primera barrera. Pero antes de saber más sobre nuestro inusual entrevistado, vale la pena saber cómo fue que este connotado científico japonés llegó a trabajar a este supermercado.
La respuesta la tiene el empresario Javier González, quien era el propietario de este negocio cuando Motoe Kato llegó en busca de empleo. Recuerda que "lo mandó un conocido y cuando lo recibí me encontré con una persona muy amable que inspiraba confianza y me pidió trabajar en el supermercado. Estaba la dificultad del idioma pero logró comunicarse bastante bien y resultó ser muy ordenado, muy respetuoso".
25 años en chile
Tras la presentación de rigor, lo primero que dice Kato es que le cuesta el español, pero que entiende casi todo. "Entiendo mejor en inglés", aclara y eso abre la puerta a que la comunicación fluya mejor ya que hacemos las preguntas en inglés y él contesta en el español que le ha sido tan esquivo a pesar de los 25 años que lleva en Chile. Responde en español porque lee y entiende inglés, pero como el castellano, tampoco lo habla.
Descubrimiento
"Mi gran descubrimiento es la tecnología para evitar el rechazo inmunológico en trasplantes xenogénicos y alogénicos con un ciento por ciento de probabilidad de funcionamiento y hacer crecer el injerto con vasos sanguíneos", cuenta con entusiasmo mientras caminamos desde el supermercado rumbo al negocio donde trabaja su gran amigo que insiste en presentarnos.
Los trasplantes xenogénicos son aquellos donde el injerto procede de un individuo de distinta especie, por ejemplo, de un ratón o un cerdo a un humano. Los alogénicos es cuando se hacen trasplantes entre individuos de la misma especie.
Kato explica que "este descubrimiento permite el trasplante alogénico de células-tejidos- órganos regenerativos de humanos sanos en pacientes con algún deterioro celular". O sea, se trata de experimentos que de resultar efectivos podrían revolucionar la medicina en áreas como por ejemplo, los tratamientos para el cáncer.
El científico japonés se entusiasma hablando de su pasión, que es la ciencia, y se esmera en buscar cada palabra para hacerse entender, al tiempo que se apoya en el inglés cada vez que las ideas parecen escaparse.
Motoe Kato dice que su idea es poner "en marcha una empresa que sea capaz de vender todos los productos médicos regenerativos en línea. Esto podría proporcionar tratamientos de medicina regenerativa en todas partes y así salvar la vida de pacientes en todo el mundo".
Su amigo
Nos demoramos en llegar al local "La Manada", ubicado en el centro de El Tabo, porque la conversación es demasiado interesante como para dejar cabos sueltos. Ahí nos recibe Jorge Amaya, el gran amigo que Kato insistió en presentar y quien de inmediato nos cuenta que "es un gran científico que llegó hace varios años al Litoral Central cuando trabajaba en laboratorios en Santiago como una eminencia científica. Trabajó con laboratorios que recibieron financiamiento de Corfo, pero por malos manejos de dinero les quitaron todo y él quedó fuera de los proyectos y lo fueron desplazando. Tuvo que deshacerse de sus bienes y como tenía un departamento acá en El Tabo, llegó a vivir aquí con la necesidad de trabajar".
Jorge Amaya reconoce que "es triste lo que pasa con Kato porque cuando yo lo conocí no me imaginaba que era un científico tan importante que ha hecho grandes investigaciones. Nos hicimos amigos hace más de nueve años y salimos a pescar juntos. Es muy triste que un hombre con sus capacidades esté pasando por todo esto, porque él debiera estar desarrollando sus investigaciones y aportando ni siquiera al país, sino que aportando a la humanidad con su trabajo".
Excelente trabajador
De vuelta en el supermercado Aregón Juan Pérez Moraga, jefe directo de Kato, relata que el japonés "es una excelente persona, tiene muy buenas cualidades como trabajador, nunca reclama nada y todo lo que uno le pida lo hace bien; además es muy respetuoso con todas las personas, así que para nosotros es un orgullo tener un científico tan extraordinario al lado de nosotros porque además es muy humilde y eso es una enseñanza para todos".
Bernardita Álvarez, es una de las compañeras de trabajo del científico-reponedor, cuenta que "el Kato es una persona muy amable, atento y simpático, además de muy respetuoso. Un día conversando me contó lo que hacía y cuando lo busqué en Google no podía creer que estaba trabajando conmigo, así que espero que esto sirva y lo saquen de acá para que nos ayude a todos con sus conocimientos".
Son tantas las cosas que se podrían preguntar. Hay tanto por escudriñar en la historia de este japonés que llegó al país hace 25 años, que fue el creador del único laboratorio chileno capaz de detectar riesgos cancerígenos en alimentos y productos de uso masivo, y que ha trabajado en algunos de los laboratorios más importantes del mundo.
No alcanza este artículo para eso. Pero si todavía tiene dudas, por favor escriba "Motoe Kato Universidad de Chile" en Google y sorpréndase con las respuestas.
"Cuando lo recibí me encontré con una persona muy amable que inspiraba confianza y me pidió trabajar en el supermercado",
Javier González,, empresario local
"Mi gran descubrimiento es la tecnología para evitar el rechazo inmunológico en trasplantes xenogénicos y alogénicos con un ciento por ciento de probabilidad de funcionamiento",
Motoe Kato
"Para nosotros es un orgullo tener un científico tan extraordinario al lado porque además es muy humilde y eso es una enseñanza para todos",
Juan Pérez,, jefe de Motoe Kato