La cartagenina que ofrece terapias con medicina complementaria
A través de diversos cursos, Carla Morgado ha aprendido distintas técnicas que pone en práctica no solo con sus pacientes, sino que además en su vida cotidiana.
La cartagenina Carla Morgado Pérez (40) encontró una necesidad dentro de su trabajo, la cual la llevó a incursionar en una nueva área.
Esta técnico en enfermería de profesión comenzó a sentir que era muy poco lo que podía hacer en su trabajo para ayudar a los pacientes que atendía y también en lo que podía aportar tras la recuperación.
"El bienestar de las personas era algo primordial en mi trabajo, pero sentía que no podía hacer mucho en eso. Empecé a investigar y decidí hacer un curso de reiki, para así ofrecer medicina complementaria de forma independiente", cuenta.
El reiki es una terapia de origen espiritual, en la que se transmiten distintas energías positivas a través de las manos.
Carla realizó el curso en 2011 y rápidamente comenzó a constatar que sus nuevos conocimientos eran de gran utilidad para los pacientes. Pero no quiso quedarse ahí y se perfeccionó en otras áreas de la medicina complementaria.
"Partí con el reiki y después vinieron varios cursos. Uno de los primeros fue el de masajes terapéuticos. Así, poco a poco fuimos sabiendo qué era lo que la gente necesitaba y, de la misma forma, lo que podía ser bueno para mí", afirma.
Sirio
Otras de las áreas en las que se especializó fueron el biomagnetismo, las esencias florales y la sexología.
A medida que se hacía conocida por sus terapias de reiki, para las cuales había adaptado un espacio físico que se convirtió en el lugar de su segundo trabajo, los clientes comenzaron a solicitarle nuevos servicios.
De esta forma surgió su emprendimiento Sirio Medicina Complementaria.
"La gente me empezó a pedir cosas de apoyo para las terapias complementarias que yo les estaba dando y tenían mucho que ver con la limpieza energética y el uso de hierbas", recuerda.
-¿Cómo lo hizo para responder a esa demanda?
-Sinceramente, el trabajo con hierbas era algo que yo no manejaba para nada, pero me lo pedían harto. Sabía que si quería ofrecer algo de esta índole, tenía que estudiar y decidí hacerlo. Comencé haciendo jabones terapéuticos y en ellos pensé que podía integrar las hierbas.
Hechos a mano
A mediados del 2015 la emprendedora comenzó con la elaboración de sus jabones terapéuticos "que en su interior contienen los beneficios de distintas plantas o hierbas", asegura.
Una de las principales características de los productos es que son elaborados de manera completamente artesanal por las propias manos de esta técnico en enfermería.
"Todas las hierbas las cultivo aquí en mi casa, como lavanda, romero, manzanilla o caléndula. Estas mismas plantas, yo las cultivo, las seco y eso mismo lo voy integrando en los jabones", dice la terapeuta natural.
-¿Cómo empezó a ofrecer los jabones?
-Es un proceso que se da harto cuando mis pacientes van a una terapia. Por ejemplo, si van por un masaje y están muy contracturados o algo así, les ofrezco el jabón de lavanda, porque es relajante. Si encuentro que hay un problema de ánimo, ofrezco el de naranja, y así fueron saliendo otros productos.
Con el crecimiento que experimentaron sus terapias y la comercialización de los jabones, Carla Morgado empezó a promocionar sus productos a través de la red social Instagram (@siriomedicina), además de participar en diferentes ferias de emprendedores.
A los jabones le siguieron los bálsamos labiales, los ungüentos y aceites para hidratar la piel y el sérum facial antienvejecimiento.
"Todos los productos que yo ofrezco son de origen natural, al igual que todos los insumos que se usan para la fabricación", recalca.
Terapia personal
Asegura que su emprendimiento no solo ha tenido un beneficio terapéutico para sus pacientes, sino que también ha significado un desarrollo en su carrera como trabajadora de la salud.
"Siempre he pensado que esto de las terapias fue como sacarme una venda de los ojos, porque, sin darme cuenta, comencé a tener otra vida. A través de estas terapias de sanación para otras personas me he ido sanando yo misma. Cuando la gente viene a mi consulta es como tener un espejo", confiesa.
-¿A qué se refiere con este espejo que generan los pacientes?
-Siempre el paciente nos va a enseñar algo y a la vez, como yo trabajo para aportarles un bienestar a ellos, también lo hago en alguna medida conmigo misma. Eso trato de ir incorporándolo e ir analizándome yo misma. Esto es un aporte y un cambio rotundo en mi vida, hay un antes y un después con la terapia y la cosmética.
-¿Cómo ha sido esta aventura de emprender de manera independiente?
-Todo esto me ha entregado no solo las oportunidades que ya he mencionado, sino que también en cuanto a participar en distintas ferias. Como llega mucha variedad de gente, en las ferias una puede hacer el enlace más allá de ofrecer un jabón o un spray áurico, por ejemplo, y podemos saber con qué fin una persona busca un determinado producto.
Algo vital que destaca la emprendedora en este proceso es saber la intención y las necesidades de las personas, ya que de esta forma "nos vamos enterando de las cosas por las que la persona está pasando. Más allá de ofrecer un producto, la idea es hacer el enlace para ver a qué se enfrentan las personas. Así funciona la sanación, no sirve de nada que alguien compre algo si no tiene idea de qué se trata o en qué se relaciona con sus emociones o dolencias".
Actualidad
Sirio Medicina Complementaria no es el trabajo de tiempo completo de Carla, ya que continúa dedicándose a su empleo como técnico en enfermería, incluso en medio de la pandemia. Por estos días, la emprendedora se encuentra trabajando en la única residencia sanitaria que posee la provincia de San Antonio, en el resort Rui Tai de El Quisco.
"Al principio de la pandemia estuve trabajando en las fiscalizaciones en la vía pública y ahora estoy en la residencia sanitaria. Esto igual me complicó un poco al principio, ya que, por la pandemia, tuve que dejar de hacer terapia, porque era mucha la exposición. Uno de mis pacientes tiene 96 años, y de alguna forma los dos nos exponemos", puntualiza.
En julio decidió retomar las terapias, pero solo atendiendo a un paciente diario y con todas las medidas de seguridad para evitar contagios. "Por la pandemia, los pacientes están mucho más vulnerables emocionalmente, porque aparte de no saber a qué nos enfrentamos, muchos de ellos están solos. Uno busca de alguna forma ser un apoyo en este proceso, sobre todo porque nuestro propio actuar diario nos puede ir enfermando", concluye.
"El bienestar de las personas era algo primordial en mi trabajo, pero sentía que no podía hacer mucho en eso",
Carla Morgado
"Siempre he pensado que esto de las terapias fue como sacarme una venda de los ojos, porque, sin darme cuenta, comencé a tener otra vida",
Carla Morgado
"Por la pandemia, los pacientes están mucho más vulnerables emocionalmente, porque aparte de no saber a qué nos enfrentamos, muchos de ellos están solos".