"Mientras no podamos volver a trabajar, este sector requerirá una ayuda especial"
El líder gremial admite que la caída del sector venía desde antes del estallido social y dice que el 40% de sus asociados "está fuera del mundo digital y es el que peor la ha pasado" este año. Para reactivar, apunta a dar garantías al consumidor.
"Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio:
Comercio o turismo, turismo o comercio. Al analizar las cifras, y dejando fuera a los hogares y al ciudadano, estos son los dos sectores productivos más afectados por la crisis económica que trajo la pandemia. La lenta y zigzagueante reapertura, además de todos los riesgos que implica que el virus se siga transmitiendo en el país, tienen a estos gremios expectantes y esperanzados a la vez, porque ya son muchos meses al límite de sus fuerzas y porque su actividad es fundamental en regiones.
El presidente de la Cámara Chilena de Comercio (CNC), Manuel Melero, prefiere hablar de "renacer" antes que de reactivar o de reabrir, porque la actividad, dice, ha estado en un punto muerto.
-¿Cómo pilló el coronavirus al comercio?
-Nos pilló mal. Veníamos mal, con caídas en las ventas y muy exigidos por los requerimientos del nuevo consumidor. Estoy hablando de antes del 18 de octubre, cuando ya había un consumidor mucho más interactivo en lo electrónico, que no tenía mucho tiempo para ir a las tiendas y que era práctico, rápido, que quería comprar y satisfacer sus necesidades por la vía del teléfono inteligente o el computador. Además, habíamos hecho un estudio laboral por la Fundación Chile sobre las nuevas competencias laborales que iban a requerir los trabajadores del comercio. Somos lejos, pero por lejos, el primer empleador nacional, con más de un millón 600 mil trabajadores, con 60% de mujeres. Pero es un contingente laboral que en promedio tenía funciones repetitivas y que iba a requerir otras destrezas para manejarse en el mundo digital. Había casos de cajeros, vendedores, bodegueros que tenían que reconvertirse completamente. No nos pilló bien, porque fue a nosotros que la crisis golpeó más fuerte, junto con el turismo. Nosotros estamos en la primera línea. Con el estallido social vinieron saqueos, incendios, la imposibilidad de abrir por inseguridad pública, y eso nos afectó para enfrentar la pandemia. No estábamos preparados, por supuesto. Nos pilló débiles y sufrimos muchísimo.
-¿Qué tan mal venían?
-Recuerdo en el año pasado en el mes de octubre caímos 17,8% en las ventas. En noviembre, algo similar. Diciembre se entonó un poquito, aunque tuvimos ventas muy por debajo de las de la temporada anterior. Después vino el verano, cuando algo mejoraron las ventas, y en marzo ya estábamos amenazados por la crisis social de nuevo. Había mucho temor en el sector y no vino la crisis, sino que la pandemia, que de nuevo al sector que más golpeó fue a nosotros. Recuerdo que el 18 de marzo ya estábamos bajando las cortinas en los centros comerciales por petición de las autoridades. Bueno, nunca imaginamos que iba a ser de esta extensión la crisis y el cierre que ha sido verdaderamente grave desde el punto de vista laboral, económico, humano...
-¿Y en que pie están ahora?
-Yo estoy muy orgulloso de mi sector y nuestros trabajadores, por lo bien que han enfrentado este desafío. El comercio esencial que nunca cerró ha sido heroico. Los empresarios y los trabajadores, cómo se adaptaron, cómo hicieron todos los esfuerzos para enfrentar una logística que creció 300%. Nadie estaba preparado para ese crecimiento exponencial. Y bueno, lo hicieron, con imperfecciones, nadie niega eso, y lo afrontaron y trataron de atender a sus consumidores por la vía del comercio electrónico. Fuimos los primeros en habilitar los protocolos sanitarios.
¿Los paquetes de ayuda del Estado han sido suficientes?
-El Gobierno ha hecho un esfuerzo enorme. Estamos con un déficit importante en las cuentas públicas. El Estado ha hecho un esfuerzo en materia de empleos al subsidio, créditos y algunas exenciones o postergaciones de compromisos tributarios que han sido los grandes pilares que han cumplido un rol más que satisfactorio. Pero nosotros le hemos dicho a la autoridad que requeríamos y seguimos requiriendo un foco, planes especiales en lo crediticio, porque el Fogape (Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios) no nos ha llegado en la medida que queríamos, porque no podemos dar garantías a los bancos. Para esta reconversión necesitamos ayuda estatal para capacitar a nuestra gente. Lo mismo en materia de subsidios laborales. Estamos en la séptima cuota de la Ley de Protección al Empleo, pero respecto de los últimos subsidios para contratar nuevos trabajadores o para el retorno de los suspendidos, necesitamos otra cosa, que se prolongue el seguro. En muchos casos no estamos posibilitados de retornar, no podemos reincorporar a ese trabajador suspendido y menos contratar uno nuevo si estoy con mi actividad cerrada o en la mínima expresión. Entonces, mientras no podamos volver a trabajar este sector requeriría una ayuda especial. Agradecemos y reconocemos el esfuerzo estatal y lo han aprovechado los que son más viables. Pero los más necesitados, los más inviables, los más vulnerables y los menos dignos de crédito, no han tenido acceso y es muy injusto, porque hay que decir que todas o la gran mayoría de estas empresas han sido afectadas por razones exógenas, no imputables a ellos. Que estén en mala situación no es por su culpa, sino porque se les vino una crisis social y una pandemia. Una ayuda focalizada sería una buena inversión para el país y eso ha costado que las autoridades lo entiendan.
"Tenemos que volver no a la nueva normalidad, sino a la actividad. Es lo que necesitamos. No podemos vivir de los subsidios o créditos blandos del Estado",