San Antonio no olvidará al padre "Chocolito" el querido cura que fue bueno con el pueblo
A los 83 años falleció Ricardo Reyes Cabezas, el legendario sacerdote que fue párroco de San Antonio, Cartagena y Santo Domingo, cuyo legado de compromiso social y defensa de los más necesitados dejó una huella indeleble en nuestra zona.
La piel morena, la estatura media, el pelo oscuro y un particular tono de voz grave que parecía tener un acento extranjero. Un hombre amable, de hablar pausado. Un luchador social, un defensor de los pobres, un cura distinto.
Tan diferente fue el sacerdote que debe ser uno de los pocos curas a quien la gente conoció más por su famoso apodo que por su nombre. Prueba de ello fue la noticia que se difundió la noche del viernes como un verdadero reguero de pólvora: se murió el padre "Chocolito".
Y así la tristeza cundió por estas tierras cuando se supo que a los 83 años falleció en la sureña ciudad de Los Ángeles, Ricardo Reyes Cabezas, el sacerdote que fue párroco de San Antonio en los duros años 80 y que también fue pastor en las parroquias de Cartagena y Santo Domingo.
Entrevistado por Diario El Líder en junio del año 2005 el propio Ricardo Reyes recordaba así sus inicios:
"Yo estudié en el liceo San Agustín. Fue ahí donde me bautizaron como 'Chocolito'. En esos años en que cursaba el cuarto o quinto de Humanidades salió la famosa propaganda de los helados. Fueron mis compañeros quienes me comenzaron a llamar así. A los 17 años yo participaba activamente en los grupos de Acción Católica, ahí conocí a un sacerdote que nos habló de las vocaciones sacerdotales y su estrecha relación con la labor social. Esa relación social del sacerdocio me fue gustando. Antes pensaba que el cura era muy solitario, con el tiempo me di cuenta que era todo lo contrario, que el contacto con la gente es lo más importante".
Y ese contacto con la gente que tanto valoraba el padre "Chocolito" fue su sello. Tanto en San Antonio, como en Cartagena y Santo Domingo donde siempre privilegió el trabajo comunitario, el contacto con los más necesitados.
¿En qué circunstancias llegó "Chocolito" al Litoral Central?
"En eso hay mucho de la mano del cardenal Raúl Silva Henríquez. Él siempre me protegió. Varias veces intentaron enviarme a sectores bien complejos, como La Victoria, pero él intervino muchas veces para que permaneciera en Santiago. Hasta que en la década del '60 me enviaron a la costa. Imagínese que estuve en San Antonio 14 años y otros 14 en Cartagena. Ahora estoy en Santo Domingo, soy un sacerdote privilegiado, porque a pesar de estar en esta comuna, sigo teniendo contactos con todos los fieles de las otras comunas, a quienes siempre llevo en mi corazón"; relató Ricardo Reyes en esa entrevista de hace 15 años.
Terremoto de 1985
El 3 de marzo de 1985 un terremoto de 7.8 grados Richter con epicentro en las costas de San Antonio sacudió la zona central del país arrebatando 15 vidas humanas en el puerto, cuyas zonas céntricas quedaron completamente destruidas.
A la hora del sismo, el padre Ricardo Reyes oficiaba una misa en la parroquia de San Antonio y cuando se cumplieron 20 años de ese terremoto "Chocolito" recordó en El Líder que "los focos de la luz caían, y la torre tronaba arriba. Era impresionante estar ahí, y a pesar que uno se daba cuenta de lo que pasaba, yo por lo menos pensé que se acababa el mundo, sobre todo cuando vi que las puertas de la iglesia se cerraron y pensé que me iba a quedar siempre ahí adentro. En realidad yo pensé que era el fin del mundo".
A partir de ese día el sacerdote no solamente habilitó una panadería para abastecer a los necesitados en la misma Parroquia de San Antonio, sino que además ayudó a organizar las ollas comunes en las poblaciones y lideró un llamado a los medios nacionales para traer ayuda solidaria al pueblo que había sido devastado por el terremoto.
La pena de los alcaldes
Sobre el fallecimiento del padre Reyes, el alcalde de San Antonio, Omar Vera, dijo que "todos conocimos al padre 'Chocolito' como un baluarte de la democracia, de los valores y el amor que debe existir entre los seres humanos. Desde su trabajo en la Parroquia de San Antonio que lo llevó a los distintos sectores poblacionales de nuestra comuna representa precisamente la relación que debe existir entre las personas de nuestra sociedad y por eso lamentamos profundamente su partida porque aunque sabemos que estaba delicado de su salud, ya está descansando y tal como profesaba su fe ya estaba al lado del padre Dios y desde ese lugar seguirá velando por los sanantoninos".
Omar Vera agregó que el sacerdote "fue un hombre muy cariñoso, muy carismático, siempre solidario y respetuoso, por lo tanto la imagen que él dejó en San Antonio es imborrable porque incluso cuando fue trasladado siguió ayudando a la gente de San Antonio. Es una pérdida muy grande y una tristeza perder a un hombre bueno".
Desde Cartagena, el alcalde Rodrigo García afirmó que el padre Ricardo Reyes "dejó una huella muy grande en la comuna por su solidaridad y compromiso social con los más necesitados. Además de ser un hombre muy carismático y comprometido con la comunidad, siempre tuvo una buena relación con los cartageninos. Estamos muy apenados con su partida porque conocimos su lucha y defensa de los más necesitados y en lo personal también afecta porque de hecho el padre 'Chocolito' fue el sacerdote que casó a mis hermanos".
Legado en la comunidad
En la calle Brisas del Mar, frente a la plaza Samuel Abarca, de la población 30 de marzo, había tristeza la tarde gris del sábado. En este lugar, como en tantos otros, la noticia de la muerte del padre "Chocolito" golpeó fuerte, pero aquí la pena era un poco más grande porque aquí vive Fernando Ponce Gálvez, cuya historia familiar fue marcada por el sacerdote.
"Ahí está llorando todavía mi mamá", contó Fernando Ponce después de haberle contado a su madre Gladys Gálvez que se murió el padre "Chocolito".
La señora Gladys trabajó 15 años con el sacerdote y según relató Fernando "este fue un cura que marcó mucho a nuestra familia, como a tantas otras familias, porque nos apoyó mucho en lo económico, en lo familiar, en lo espiritual; con decirte que él me pagó el primer curso que hice de catequista. En los años más duros de la década del 80 después del terremoto cuando no había nada para echarle a la olla, ahí estaba el cura; siempre estaba preocupado de la gente, de la familia, fue un luchador social que se la jugó por la gente incluso defendiendo a los que eran perseguidos. Estamos muy tristes por su partida pero sabemos que está en el lugar que se merece porque 'Chocolito' fue un hombre bueno".
En Bellavista, la dirigenta vecinal Pastora Zúñiga recordó que "una vez lo fui a ver porque necesitábamos ayuda para unas personas y altiro dijo que bueno, se portó muy bien y con esa amabilidad que tenía nos tendió una mano. Y así como fue conmigo, fue con todo el mundo, por eso la gente lo quiere tanto, por eso da tanta pena su partida porque era un cura diferente, con amor de verdad por los más necesitados".
El actor Mauricio Salazar, que fue acólito y perteneció al grupo de jóvenes que tenía la Parroquia de San Antonio a fines de los años 80, explicó que "este cura tuvo un lado que es muy bonito porque fue un protector y defensor de los Derechos Humanos, tenía una conexión directa con el cardenal Silva Henríquez que venía todos los años cada 13 de junio para San Antonio de Padua. Recuerdo haber visto las naves de la iglesia llenas de lado a lado y mientras afuera el pueblo luchaba por su libertad y el gas de las lacrimógenas entraba y nos ahogaba un poco; ahí estaba el cura estoico, muchas veces poniendo su cuerpo en la puerta para proteger de la represión a quienes entraban a la iglesia a refugiarse".
Y las historias se repiten. Surgen de los barrios, asoman entre las poblaciones, se comentan entre la gente de este pueblo que conoció y quiso al cura distinto. El de la piel morena, de estatura media, de pelo oscuro y un particular tono de voz que lo hacía parecer extranjero. El hombre amable, de hablar pausado. El luchador social, el defensor de los pobres, el cura diferente. Nuestro querido padre "Chocolito".
"fue un ícono para san antonio"
Fue pasadas las 21.30 horas del viernes que la familia del párroco de Santo Domingo, Ricardo Reyes, el querido cura "Chocolito", confirmó su fallecimiento. "El padre Chocolito fue un ícono para San Antonio en tiempos complejos", dijo el párroco de San Antonio, Vicente Véliz, tras expresar su dolor por la partida del querido sacerdote. El hombre sufría de cáncer y había dado una dura pelea contra la enfermedad. Feneció en la ciudad de Los Ángeles, hasta donde su familia lo había llevado hace algunas semanas para que se sometiera a exámenes médicos. Ayer se ofició una misa en la parroquia Perpetuo Socorro, de Los Ángeles, donde después se realizaría su funeral.
"La muerte es así y vamos para allá, ya hemos recorrido bastante y cuando uno pasa los años, se va cansando en la vida. Hay que recordar mucho que después de esta vida hay otra y debemos bien preparados para cuando llegue el llamado del Señor",
Ricardo Reyes,, 30 de diciembre de 2017 en entrevista con Diario El Líder