Juan Gilberto Hernández O.

De manera simbólica, las familias del Comité Habitacional Vida Nueva clavaron estacas y portaron letreros para visibilizar su preocupación en torno al proyecto habitacional pendiente cercano a los terrenos de las canchas y laguna de cerro Alegre luego que organizaciones ambientalistas iniciaran acciones para que el sector sea declarado como Humedal Urbano.

La preocupación de los manifestantes radica en los problemas que eventualmente podría tener el proyecto que planea construir unas 120 soluciones habitacionales para las familias inscritas en este comité.

Noelia Silva Saavedra es la presidenta y vocera del Comité Habitacional Vida Nueva y en conversación con Diario El Líder explicó que "somos un grupo de aproximadamente 100 familias, con un larga lista de espera, que llevamos más de siete años activas y trabajando para conseguir este proyecto habitacional que sea una solución de vivienda definitiva y hemos visto con preocupación algunas de las acciones que se están llevando adelante porque con el afán de resguardar esa zona se puede caer nuestro sueño de la casa propia".

Según esta dirigenta "de ninguna manera estamos en contra de resguardar la ecología o que se hagan acciones para cuidar el sapito de cuatro ojos que se encontró en el lugar; lo que nosotros estamos planteando es que no se puede desconocer el trabajo que ya tenemos avanzado y que se detuvo primero por el estallido social y después por la pandemia. Tampoco estamos en contra de nuestros vecinos que están pidiendo el resguardo de la laguna, lo que nosotros planteamos es que se tiene que llegar a soluciones que hagan cumplir los compromisos firmados de construir los departamentos, y la cancha estadio para el club Cerro Alegre en armonía con los intereses ecológicos".

Con esta convicción algunas familias pertenecientes al comité Vida Nueva se reunieron en torno a la Laguna de Cerro Alegre, en el mismo lugar donde voluntarios realizaron un operativo de limpieza el sábado, y de manera simbólica clavaron estacas en lo que ellos consideran es la delimitación del terreno privado que espera por la ejecución de las obras que construirán las soluciones habitacionales que tanto esperan.

Luego de la manifestación, Noelia Silva Saavedra sostuvo que "lo más importante a recalcar es que nosotros no estamos en contra de nuestros vecinos, ni de las personas que han iniciado las acciones para resguardar la laguna; todo lo contrario, lo que estamos planteando es que las decisiones que se tomen consideren la necesidad de vivienda que tantas familias tenemos, que se firmó un acuerdo para construir un estadio para el club Cerro Alegre y que esos compromisos se tienen que cumplir resguardando también la ecología porque ninguna de estas entidades debe salir perjudicada por este tema. Aquí lo que corresponde es que se resguarde el medio ambiente y se garantice también el derecho que tenemos a una vivienda".

Un ambicioso proyecto aspiran a realizar científicos de la Universidad de Chile, quienes buscan crear un método que permita anticiparse a los brotes de coronavirus mediante el análisis del agua que corre por las alcantarillas.

La inicniativa es impulsada por el Centro de Biotecnología y Bioingienería (CeBiB) de la Casa de Bello, quienes en convenio con SociaLLab y el municipio de Ñuñoa postularon a un fondo de la Conycit para llevar a cabo el plan piloto en aquella comuna capitalina.

Según explicaron sus gestores, el estudio consiste en sacar una muestra de agua fresca de los alcantarillados de la comuna, donde se acumula agua residual y que, debido al contacto que tuvo con fluidos de humanos, se puede detectar carga viral del virus, incluso cuando este aún no es contagiable. Ello sumado a un sistema de inteligencia artificial (IA) permitiría cruzar datos para detectar zonas de riesgo.

Una iniciativa similar se está probando en Cataluña, España, y acá Ñuñoa sería pionera en experimentarlo. De funcionar como esperan, el equipo a cargo aspira a aplicarlo en otras comunas.