El drama de los gimnasios locales: la pandemia generó "fuga" de clientes
Con la esperanza de abrir en fase 4 bajo estrictos protocolos, los entrenadores pretenden recuperar la confianza de sus dirigidos y revitalizar un negocio duramente golpeado por la emergencia sanitaria.
A mediados de octubre pasado se publicó en el Diario Oficial la resolución tomada por el Ministerio de Salud para autorizar el funcionamiento de gimnasios en el marco de la pandemia del coronavirus. No obstante, la apertura correrá solamente para comunas que se encuentren en fase 4 (Apertura Inicial) del plan Paso a Paso en adelante y bajo una serie de estrictas medidas sanitarias (ver recuadro).
En el caso de San Antonio son múltiples los gimnasios y escuelas de artes marciales que desde que comenzó la emergencia sanitaria tuvieron que cerrar sus puertas, sin que hasta la fecha exista claridad sobre cuándo podrán recibir nuevamente a los aficionados al deporte. Esto, porque todas las comunas de la provincia se mantienen en fase 3 de Preparación, y el eventual paso a la etapa 4 aún espera un pronunciamiento de las autoridades.
Efecto pandemia
En el gimnasio "Orange Fitness", ubicado en la calle Orella de Barrancas, el prestigioso preparador físico sanantonino Néstor Huerta sufre las consecuencias de una pandemia que le arrebató desde marzo pasado su principal fuente de ingresos.
"Decidimos cerrar el 14 de marzo cuando la pandemia recién empezaba. Por esos días ya había un brote que se había originado en un gimnasio y desde entonces hemos tenido cerrado, con todo lo que eso significa. Además de ser mi sustento económico y un trabajo para varias personas, en nuestro caso habíamos realizado una inversión importante", cuenta Huerta sobre los duros meses que le ha tocado vivir.
El profesional afirmó que "debido a la emergencia sanitaria tuvimos que suspender todas nuestras clases presenciales y con eso perdimos de inmediato a un número de aproximadamente 130 personas que entrenaban con nosotros".
Agregó que "a partir de abril pudimos implementar un sistema de clases online, que de ninguna manera permite sostener lo que teníamos, ya que en nuestro gimnasio trabajamos con unas 50 personas en tres horarios diferentes".
Boxeo en la plaza
Una situación similar relata el destacado maestro de artes marciales Dante del Pino, quien también tuvo que cerrar las puertas del club "Yamaguchi" bajo su mando, donde unos 80 estudiantes de distintas disciplinas deportivas quedaron sin clases presenciales.
Para hacer frente a la emergencia, el maestro Del Pino sostiene que también "comenzamos a realizar clases online hasta que se permitió que las personas pudieran salir a la calle y reunirse en espacios abiertos en números reducidos. Gracias a eso estamos haciendo clases presenciales de boxeo en la plaza de Luis Reuss con Las Palmeras, en Villa Italia, y mantenemos algunos entrenamientos a través de internet".
Para este experto en artes marciales, también ha sido duro el año de la pandemia, ya que el cierre de los gimnasios le significó perder prácticamente a la mitad de sus estudiantes.
"Además de ser mi sustento económico y un trabajo para varias personas, en nuestro caso habíamos realizado una inversión importante",
Néstor Huerta,, gimnasio Orange Fitness
8 meses con sus puertas cerradas al público llevan los gimnasios de la comuna de San Antonio.