Estafeta baleado: "Cuando sentí que venían, me dije: listo, a morir nomás"
A dos semanas de recibir un disparo que bien pudo costarle la vida, Francisco Castro habló en exclusiva con Diario El Líder y relató los minutos de terror que vivió en medio de un asalto que estremeció a San Antonio.
En su antebrazo derecho tiene tatuado "Carpe Diem" (Aprovecha el día) y por la tarde del jueves pasado, a la hora que Francisco Castro, de 26 años, regresó por fin a su casa de Cartagena -luego de estar dos semanas hospitalizado-, la frase cobra inusitado sentido para este joven que incluso corrió el riesgo de perder una pierna tras recibir un disparo a quemarropa que le destrozó el fémur derecho a la altura de la cadera, en medio de un asalto que quedó grabado por las cámaras de seguridad de calle Centenario y que bien pudo costarle la vida.
Según el registro visual, cuando faltaban tres minutos para las ocho de la mañana del jueves 22 de octubre, en apenas 39 segundos un trío de delincuentes lo atacó y le arrebató a viva fuerza las tres valijas bancarias que transportaba y, mientras estaba en el piso, recibió el disparo que por poco le cuesta la vida.
Exactamente, dos semanas después del incidente, Francisco Castro es plenamente consciente de su milagrosa salvada pues cualquier variación en el forcejeo que tuvo con sus atacantes pudo tener consecuencias fatales.
En silla de ruedas
En una silla de ruedas que tendrá que acompañarlo en su lenta recuperación, rodeado de sus padres y familiares, el joven cartagenino accedió a conversar con Diario El Líder pidiendo como único requisito no ser fotografiado de frente.
Sobre la mañana del asalto, Francisco Castro recuerda que ese día salió "caminando del edificio Huallipén por Centenario hacia el banco (Santander) y vi a dos jóvenes que estaban en la esquina, así como que me estaban esperando. Más o menos a la altura de Javer se me acercaron, me acorralaron y empezaron a forcejear, cuando a los pocos segundos vi que venía otro corriendo, y ese me dio un disparo a quemarropa casi altiro".
Los antisociales huyeron con las tres valijas que, al contrario de lo que pensaban, no contenían dinero, sino solo documentos bancarios sin valor.
-Al ver las imágenes llama la atención cómo te resististe a entregar lo que llevabas...
-Lo que pasa es que en ese momento uno se bloquea, yo no estaba pensando nada. Cuando los vi que se me venían encima pensé: Hasta aquí no más llegué. Y fue todo muy rápido hasta que de pronto sentí el disparo, y lo que me pasó en ese momento fue una sensación de rabia, me preguntaba por qué me tenía que pasar a mí.
-¿Te diste cuenta del momento en que te iban a atacar y qué pensaste cuando lo hicieron?
-Cuando los vi, pensé que eran dos cabros chicos nomás. Estaban con capuchas y mascarillas, pero cuando se acercaron lo único que pensé fue en caminar firme nomás con las tres valijas bancarias que llevaba y cuando sentí que ya venían, me dije: 'listo, a morir nomás'.
Llamada
Tras recibir el impacto de bala y quedar herido en el piso, a lo único que atinó el joven estafeta fue a pedirle a un hombre que se acercó a que se comunicara con sus padres.
Cuenta que "desde que estaba en el piso casi no me acuerdo de nada. Solamente que llamé a mis papás, primero a mi mamá, después a mi papá, gracias a un caballero que había ahí y que me ayudó, pero no recuerdo mucho, solamente que después de estar en el suelo estaba en la ambulancia y al rato en el hospital".
-¿Cómo se han portado contigo tus empleadores?
-Hasta ahora no me han llamado, no he recibido ninguna llamada y toda mi atención fue a través del hospital. De hecho, el día que me dispararon, como a las cinco de la tarde recién estaba inscrito en un seguro; pero como ya me estaban viendo por el hospital me quedé ahí nomás. Al final ha sido mi familia y mis vecinos el único apoyo que he recibido y de la municipalidad que también me ha ayudado a través del alcalde".
"Fue horrible"
María Nilo mira a Francisco con esa intensidad que las madres miran a los hijos y, casi como si no creyera que ya lo tiene de vuelta en casa, cuenta que todo lo que pasó "fue horrible, no se lo doy a nadie porque ese día me llamó un caballero diciendo: 'a su hijo le dispararon', y yo no creía hasta que siento la voz de mi hijo diciéndome que fuera. Todo lo que pasó fue de mucha angustia porque después me entero que la bala le había molido su huesito. No se lo doy a nadie".
Tras la traumática experiencia, esta madre asegura estar más "tranquila porque está aquí en la casita con nosotros, lo tenemos aquí porque aunque fue horrible lo que pasó, le doy gracias a Dios porque le dio una oportunidad de vivir a mi hijo. Han sido días muy difíciles para nosotros como familia y por eso mismo es tan importante el apoyo que hemos recibido de nuestros vecinos y del alcalde Rodrigo García que nos ha apoyado en todo momento".
Llamado del alcalde
Precisamente, Rodrigo García visitó a Francisco al momento de volver a su casa en la población Pudeto. Sobre la conversación que tuvieron dijo que "este joven cartagenino cumpliendo con su trabajo se rehusó a que le robaran los documentos que llevaba, demostrando un compromiso y responsabilidad muy grande. Una responsabilidad que la empresa no ha tenido con él y, por eso, aprovecho de hacer un llamado a que estas empresas tomen los resguardos que sus trabajadores necesitan".
Algunos familiares y vecinos se han reunido en el antejardín de la casa y desde ahí esperan su turno para ver a Francisco. Hablan del exitoso plato único que hicieron para juntar fondos y apoyar al joven en su recuperación y se nota que hay cariño familiar, hay apoyo del barrio.
"Igual es muy fome lo que me pasó, ha sido fuerte, muy duro todo, pero estoy agradecido de todos los mensajes, de mis vecinos, que se han portado muy bien, y de mi familia, que ha estado conmigo todo el rato porque sé que por poco no la cuento", dice Francisco con el tatuaje sobre su antebrazo izquierdo que no deja de decirle: Carpe Diem.
"Más o menos a la altura de Javer se me acercaron, me acorralaron y empezaron a forcejear, cuando a los pocos segundos vi que venía otro corriendo, y ese me dio un disparo a quemarropa casi altiro",
Francisco Castro
"Lo que me pasó en ese momento fue una sensación de rabia, me preguntaba por qué me tenía que pasar a mí",
Francisco Castro
39 segundos exactos duró el asalto que sufrió el trabajador Francisco Castro en calle Centenario de San Antonio.