La terapeuta que ofrece sanar con medicina natural
Rossana Aldana arribó hace tres años al Litoral Central, donde ha puesto en práctica todo lo que sabía acerca de esta área que la apasiona.
Una situación complicada y la búsqueda de un lugar que le entregara una mejor calidad de vida a sus hijos hicieron que Rossana Aldana Gutiérrez (43) pusiera sus ojos en el Litoral Central.
Oriunda de Santiago, dejó la capital a los 23 años para emigrar al sur. "En Angol estuve viviendo 16 años y luego me fui a San Fernando, donde me quedé algunos años. Después estuvimos cerca de dos meses en Santiago con mis tres hijos. Siempre mi idea fue que tuviéramos una mejor calidad de vida, que en mi ciudad de origen no podíamos conseguir", cuenta Rossana.
-¿Cómo llegó a la zona?
-Casi toda mi vida había veraneado en el litoral, porque siempre he tenido familiares en la provincia. Cuando volvimos la última vez a Santiago, yo ya estaba separada y no nos sentimos como en casa. Ahí surgió la idea de venirnos a El Quisco, a una casa de veraneo que tenía la abuela de los niños.
Estando sola con sus hijos y enfrentándose al proceso de separación, Rossana sintió que debía encontrar una forma de generar ingresos y también de buscar ayuda emocional.
Apoyo e inicios
En la búsqueda de herramientas para emprender y mantenerse a sus hijos llegó a la Casa de la Mujer de El Quisco, donde le tendieron una mano.
Pese a que tenía estudios en medicina natural, nunca los había ejercido, ya que solo veía esta área como su pasión, pero no pensando que algún día se convertiría en su trabajo.
"Cuando llegué a la Casa de la Mujer me recibieron muy bien y empecé a participar en estos cursos de mujer emprendedora. Yo sabía súper bien que tenía que adquirir las herramientas para generar ingresos, pero no sabía cómo ni en qué", explica.
Así comenzó a imaginar en qué podía enfocar su emprendimiento y su trabajo, hasta que recordó sus cursos de medicina natural.
"Lo comenté y me dijeron que eso era a lo que yo podía dedicarme, porque era un campo en el que tenía conocimiento y que además había estudiado, porque yo tenía un diplomado en terapias naturales. Me pidieron mi certificado y pude empezar", agrega.
-¿Cuál fue el siguiente paso?
-Uno tenía que defender su emprendimiento, su idea más que nada, y venía de la mano con esto de aprender a ser una mujer independiente. Todo me salió súper bien y de esa forma comencé en esta aventura que desde septiembre de 2017 se llama Sanando.me.
El fuerte del emprendimiento que busca "sanar el cuerpo, el alma y la mente" es el biomagnetismo médico (una terapia en que se utilizan imanes de alta potencia que eliminan distintas energías) y el trabajo con flores de Bach.
Su pasión
Dedicarse a este tipo de terapias no fue una mera casualidad para Rossana, ya que cuenta que desciende de una familia de mujeres sanadoras. Además, indica que algo importante a la hora de querer especializarse es que la gente le da más relevancia a su trabajo.
"Yo tengo estudios técnicos de secretaria y ejercí durante dos años en una empresa del área médica. Entonces, además de mi herencia de mujeres sanadoras, está eso. Toda mi vida he estado muy cerca del tema salud, y lo que busco es sanar y darles bienestar a las personas", puntualiza la emprendedora.
-¿A qué se refiere con esto de que se le tome la relevancia necesaria?
-La gente muchas veces puede decir que esto es hasta brujería o cosas así, porque no saben. Esto tiene que ver con física y química, como cualquier ciencia. Por lo mismo, quise estudiar, para perfeccionar lo que yo sabía y adquirir nuevos conocimientos porque esto no para. Cada día nos da un aprendizaje nuevo y eso también tiene que ver con los pacientes.
Al inicio, como en cualquier otro negocio que recién parte, el movimiento fue lento. Rossana iba a ferias de emprendedores con su mesa de masajes, pero no generaba tanto movimiento.
"Iba y no se concretaba ninguna atención, pero ocupaba el tiempo hablando con la gente acerca de lo que sentían y lo que buscaban, y les entregaba mi tarjeta. Empecé a notar que eso no era malo, porque la gente después de esas conversaciones me llamaba. Así, poco a poco he ido sanando gente y lo más importante, me he sanado yo", afirma.
Crisis sociales
A diferencia de otros emprendedores, su trabajo comenzó a aumentar considerablemente durante el estallido social y ahora en pandemia.
Y pese a ello, asegura que la clave del éxito ha sido luchar por su pasión, y el sacrificio y la constancia que le puso a su proyecto.
"Antes de separarme, yo nunca había trabajado y solo me había dedicado a mi casa y a mis hijos. Pasé un poco de tenerlo todo a no tener nada, y vivir con lo justo con mis hijos. Hoy nuestra vida ha cambiado y eso se debe a que busqué sanarme y de alguna forma todos lo hicimos", asegura Rossana.
-¿La gente ha recurrido a más ayuda de medicina natural en la pandemia?
-La verdad sí y no solo en la pandemia. Cuando fue lo del estallido social la gente en un principio no priorizó atender su salud, pero lentamente comenzó a darse cuenta que debían preocuparse de sí mismos.
Con la crisis sanitaria debió cambiar las atenciones presenciales por la modalidad online, además explica que en todas las sesiones terapéuticas debe existir un seguimiento, ya que es como cualquier otra atención médica.
Dice que en este nuevo proceso de su vida han sido de gran importancia quienes han confiado en su trabajo y han hecho el boca a boca para llegar a más cantidad de público.
"Los clientes son muy importantes para mí, porque fuera de que esta es mi pasión, ellos me han demostrado que estoy hecha para esto, porque los he ayudado y así mismo uno se va sanando. Por lo mismo lo llamé Sanando.me porque era una ayuda mutua", concluye.
"Yo sabía súper bien que tenía que adquirir las herramientas para generar ingresos, pero no sabía cómo ni en qué",
Rossana Aldana
"Toda mi vida he estado muy cerca del tema salud, y lo que busco es sanar y darles bienestar a las personas",
Rossana Aldana
"La gente muchas veces puede decir que esto es hasta brujería o cosas así, porque no saben. Esto tiene que ver con física y química, como cualquier ciencia".