El drama de la abuelita a la que le robaron todo
Matilde Vásquez fue a Santiago a acompañar a su hija que murió de cáncer y cuando volvió, su casa estaba vacía.
A sus 80 años, la vida de Matilde Vásquez Navarrete no ha sido fácil. Ha trabajado toda su vida como vendedora en la calle, en Pedro Montt, en el paseo Bellamar frente a Puertecito y a la caleta, y cuando era más joven, a lo largo de todo Chile.
Hace un tiempo, ella estuvo acompañando a su hija durante sus últimos días de vida antes de que muriera por un agresivo cáncer de útero. Cuando volvió, su casa en Bellavista estaba vacía y su puesto, frente a la caleta Pacheco Altamirano, también.
"Me robaron hasta la escoba", dice y agrega que toda su vida ha trabajado, que no le gusta estar en la casa y que espera pase luego la pandemia para comprar las conchitas y velas que comercializa en su local.
Purísima Rojas Toro es la vecina que la acompaña y cuida. Junto a sus hijas, atienden y ayudan a Matilde, que vive absolutamente sola. Le dan almuerzo, hacen las compras que necesita, la bañan y se preocupan de sus medicamentos.
"Hace más de 50 años que somos amigas con Purísima, ella y su familia me ayudan y nunca hemos peleado, nunca hemos tenido ningún problema... La Puri y la Junta de Vecinos me ayudaron a amoblar nuevamente mi casa", afirma.
Purísima explica que la cocina de Matilde es tan antigua que apenas funciona. "Tiene un solo plato bueno y hace explosión al prenderla. Es muy peligroso y me da miedo que ella esté cocinando, así que le traemos almuerzo todos los días", explica al señalar que también necesita conexión al calefont porque no tiene agua caliente para bañarse.
Son muchas las necesidades de Matilde, que solo vive de una escuálida pensión. Explican que requiere de dos cilindros de gas con carga, una cocina buena, un gasfíter que pueda hacer la instalación del calefont, también una lavadora porque la que tiene no centrifuga; no tiene problemas de contingencia, pero sí necesita un baño portátil porque como camina tan lento, por la edad, el dolor de rodillas y toda una vida de trabajo, muchas veces no alcanza a llegar, sobre todo cuando despierta a medianoche. Por lo mismo, también necesita ropa de cama, sábanas, frazadas, cobertor y pañales de adulto talla XL.
Purísima agrega que "también necesita una mesa de comedor pequeña con sillas, porque la que tiene la trajo su marido hace muchos años de afuera de donde El Checo, que la habían botado y está toda suelta. Un sillón con brazos para que pueda apoyarse y pase las tardes viendo televisión y no en la silla apoyada en la pared que tiene, donde se le enfría la espalda y le duelen los riñones".
Solidaridad
Cuando le preguntamos a Matilde por qué no se va a vivir a Santiago con alguno de sus hijos, enfáticamente señala que "los hijos aquí no tienen nada que ver. No me gusta depender de ellos, ya hicieron su vida y no los voy a molestar".
Matilde también tuvo cáncer de mama. Hoy apenas camina y deber usar un bastón, pero insiste en que quiere volver a trabajar a su local frente a la caleta.
"Ese puesto me lo dio la exalcaldesa Lucía Menares, lo trabajo hace muchos años y ahí quiero volver. Me gusta trabajar para no pedir nada a nadie. Además, en la calle me alivio y se me pasan todos los achaques, estoy acostumbrada", expresa.
¿Qué cosas le gustaría comer Matilde?
-Me gusta mucho tomar leche blanca, en polvo, todas las noches no me puede faltar mi tazón de leche. También me gustan los pasteles, galletas, yogurt y tortas. Comer cosas ricas y dulces es como regalonearse.
Purísima agrega que "aunque entre los vecinos la ayudamos y ella compra sus cosas, nunca están de más el shampú, jabón y detergente de ropa. La luz se la pagan las personas de Don Dato, un perfil de Facebook. Y el agua, una persona la puso al día, pero no hay nadie que constantemente la esté pagando. Eso sería una ayuda para ella".
"Lo que hacemos por ella es una mano de vuelta, yo era bien pobre y cuando ella trabajaba y le iba bien, nos ayudó mucho, por lo mismo, no vamos a dejar sola a Matilde", concluyó Purísima.
Para ayudar esta sanantonina se puede llamar al + 56 9 9412 2444 .
"Aunque entre los vecinos la ayudamos y ella compra sus cosas, nunca está de más el shampú, jabón y detergente de ropa",
Purísima Rojas.
50 años de amistad tienen Matilde Vásquez y su vecina Purísima Rojas.