José Luis Brito: "La preocupación por mantener funcionando el museo me pasó la cuenta"
Fuera de peligro, pero todavía internado en la clínica Reñaca de Viña del Mar, el experto en fauna silvestre se sinceró con Diario El Líder.
"Ha sido muy gratificante sentir el cariño de tanta gente y eso, sin duda, ayuda a recoger fuerzas para recuperarse".
Con la voz pausada y un tono algo cansado, José Luis Brito accedió a conversar de su recuperación desde la clínica Reñaca, donde se encuentra internado tras sufrir un infarto cerebral del que se salvó de manera providencial.
Según contó el director del Museo de San Antonio a Diario El Líder, "todavía tengo un ligero problema de movilidad con el brazo, pero lo más grave ya pasó y el doctor dice que con ejercicio esta condición va a pasar hasta que pueda recuperar la fuerza y la función con toda normalidad".
Esta es la primera conversación que José Luis tiene con un medio de comunicación tras haber dejado el lunes por la tarde la Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI) de la clínica viñamarina donde permanece internado a la espera de nuevos exámenes que terminen de confirmar su recuperación.
Desde su habitación, el experto en fauna silvestre fue enfático en agradecer "las numerosas muestras de cariño que he recibido de muchas personas a través de las redes sociales propias y del museo. Es muy bonito sentir este cariño tan grande y de tanta gente que en un momento difícil como este te recibe con una energía positiva para pensar en la recuperación".
-¿Cómo fue el momento en que sentiste este colapso?, ¿qué recuerdas de eso?
-Estuve trabajando en el museo y en algún momento me sentí como fatigado, muy cansado y hasta mareado; como si me fuera a desmayar pero no le di mayor importancia. Entonces me senté en el computador para hacer unos informes que tenía pendientes y de pronto noté que aunque en mi mente estaba escribiendo, en realidad mis manos no estaban escribiendo y no podía ni siquiera mover el mouse con la mano derecha. Como pude moví la extremidad y manejé hasta mi casa por las calles más amplias para no tener problemas, y al llegar creo que estaba como incoherente y con rigidez, así que me llevaron al hospital donde pudieron detectar que tenía un infarto cerebral, y después los exámenes confirmaron que ya había sufrido otro pero nunca lo noté.
-¿Qué crees que pudo causar este incidente tan grave para tu salud?
-Uno piensa que es una persona saludable. No me imagino qué pudo causar esto porque suelo hacer muchas caminatas, estar en los cerros o la playa. Soy muy activo porque lo que más me gusta es estar con los otros animales, de ahí es de donde saco la energía así que esto no puede ser por una carga laboral o algo así. Creo que la preocupación por mantener funcionando el museo me pasó la cuenta. Todo este año he estado muy preocupado por mantener este espacio que es de todos y que ha costado tanto sacar adelante. Ahora sé que de todas formas tendré que bajar la carga laboral y eso de todas maneras me entusiasma porque me dará tiempo para dedicarme a terminar libros y cerrar publicaciones en revistas científicas que tienen que ver con el conocimiento de la fauna de nuestro país".
También tiene palabras especiales para su compañera de la vida, la periodista Marcela Espinoza, "que se ha hecho cargo de todo, desde mi hospitalización hasta los exámenes y ahora mi recuperación. Con su teléfono ha hecho todo, incluso mantener informadas a todas las personas que se han preocupado por mí".
"Me llevaron al hospital donde pudieron detectar que tenía un infarto cerebral, y después los exámenes confirmaron que ya había sufrido otro, pero nunca lo noté".
54 años de edad tiene el director del Museo de San Antonio.