Las hermanas que unen sus talentos para conseguir un importante sueño
Yasna y Francisca Lizama comenzaron en junio pasado con "Hogar Rústico", un emprendimiento de productos hechos a mano con el que buscan lograr la meta de una de ellas: ser abogada.
Los primeros productos de madera que las hermanas Yasna (34) y Francisca Lizama Palominos (29) fabricaron, los hicieron completamente a mano en la casa familiar de Llolleo, donde viven desde su infancia. "Antes me demoraba un día completo en hacer un portavela, porque tenía que hacer el hoyo con el martillo y el cincel", recuerda Yasna.
Con el paso de los meses compraron sus primeras maquinarias, lo que les ha facilitado su trabajo, aunque aprender a usarlas no estuvo libre de dificultades. "Cuando empezamos a trabajar no sabíamos usar el taladro, no sabíamos cómo taladrar, ni siquiera cuál era el botón para encenderlo. La primera vez que lo usamos no lográbamos hacer el hoyo…", comenta Yasna.
Rápidamente su hermana continúa la historia: "Y nosotras intentábamos e intentábamos y solo salía humo, teníamos todo el taller negro. De pronto llegó el papá de mi hijo y nos dijo que teníamos la broca al revés. ¡Estábamos taladrando al revés! Pucha que nos reímos. Parecíamos cavernícolas. Así nos han pasado varios chascarros", cuenta riendo Francisca.
El origen
El camino de aprendizaje en este trabajo comenzó a fines de junio pasado. Tras 15 años en Santiago, Yasna había vuelto a vivir con sus padres con el objetivo de prepararse para el examen de grado que rendía en abril de este año. Había ahorrado para prepararse y paralelamente hacer la práctica profesional y sus planes iban bien... hasta que llegó la pandemia. "Hogar Rústico nace por la necesidad de trabajo. Aquí en San Antonio no hay mucho campo laboral y ahora hay menos con la crisis económica causada por la pandemia. Yo tenía que ver cómo ganar plata y poder prepararme para mi examen de grado, porque soy egresada de Derecho", cuenta Yasna.
"Mi papá tala bosques y vende la madera, y acá en la casa hay madera y herramientas, entonces yo pensaba cómo inventar un negocio con esto. De ahí surgió la idea de hacer un portavelas y cuando se lo mostré a mi hermana, ella me dio más ideas para trabajar en madera. Fuimos creando y publicando más productos y ha sido un éxito rotundo", afirma la primogénita.
"Se sabe que en toda pyme se debe invertir, pero teníamos la gran virtud de que nuestro papá trabaja en este rubro, teníamos la materia prima y había que sacarle provecho nomás. De a poco fueron surgiendo más ideas y así llegamos hasta ahora; de un portavelas pasamos a hacer tablas de asado, lámparas y hasta mesas de centro", sostiene Francisca, quien es técnico en enfermería en el consultorio de la 30 de Marzo y complementa sus ingresos con este negocio familiar.
Herencia
El talento para las manualidades y el espíritu emprendedor lo heredaron: "Salimos emprendedoras a mi mamá. Cuando nosotras éramos chiquititas ella hacía y vendía volantines, y después cuando nos venimos para acá (Viuda X) ella vendía helados en bolsita y vasito. Con la plata que ganaba se compró un refrigerador, le iba bien".
"Ellas se criaron viendo cómo yo buscaba opciones para ayudar económicamente a la casa", agrega Eliana Palominos Huerta, quien es parte importante del proyecto, ya que se dedica a la decoración de varios de los productos que ofrecen a través del Instagram Hogarrustico3429 y el Facebook Hogar Rústico, como los originales renos de Navidad.
Hermanables
-¿Cómo se llevaban cuándo niñas?
-Yasna: Siempre nos hemos llevado bien.
-Francisca: Pelábamos el cable entre las dos.
-Yasna: Somos bien hermanables de verdad. Peleamos como todos los hermanos, pero siempre terminamos yuntas.
-Francisca: Sí, porque igual hay que admitir que un negocio genera harto estrés y a veces se producen diferencias entre nosotras, cosas típicas, pero después terminamos riéndonos. Hemos sabido llevarnos súper bien en esto, porque las dos andamos juntas para todos lados, somos como "La Piti y la Poti".
-Yasna, ¿este emprendimiento ha cambiado en algo tu sueño de ser abogada?
-De verdad me gusta hacer de todo, no me gusta quedarme con una sola cosa. La carrera de Derecho me encanta, pero también quiero tener otros negocios, porque uno nunca sabe qué puede pasar. ¡Imagínate!, con la pandemia muchos quedaron sin trabajo y no tienen un segundo ingreso. Esto me ha salvado harto. Yo voy a seguir mi carrera de Derecho y además con Hogar Rústico, quiero seguir creciendo con los dos.
-¿Y el tuyo Francisca?
-Mi proyecto es seguir en esto con mi hermana y mamá, porque más allá de lo financiero es algo que nos une, que nos mantiene juntas. Además, no hay nada mejor que la satisfacción que se produce cuando haces algo bien. Espero que se prolongue hasta cuando tenga que darse y que la gente nos conozca y vea que hay un esfuerzo detrás y que lo hacemos encantadas para ellos.
El sueño de Yasna de convertirse en abogada podría concretarse en diciembre, un anhelo que por sobre todo se ha transformado en un proyecto en común: "Me siento feliz de ser parte de una de las metas de mi hermana y me siento orgullosa de ella, ya que de lo más mínimo hizo una gran oportunidad para nosotras. Es una mujer inteligente, llena de energía y sueños por cumplir y qué mejor que poder aportar en esto con Hogar Rústico. La amo y no pude haber tenido una mejor hermana", señala Francisca.
"Mi papá tala bosques y vende la madera, y acá en la casa hay madera y herramientas, entonces yo pensaba cómo inventar un negocio con esto",
Yasna Lizama
"Aquí en San Antonio no hay mucho campo laboral, y ahora hay menos con la crisis económica causada por la pandemia. Yo tenía que ver cómo ganar plata y poder prepararme para mi examen de grado, porque soy egresada de Derecho",
Yasna Lizama