La increíble historia de amor y de fútbol que unió a una familia sanantonina
Lo que pasó en el Estadio Nacional el 25 de noviembre de 1978 en la final entre Colo Colo y Palestino tuvo inusuales consecuencias en el cerro Placilla de San Antonio. Esta es la crónica de cómo los goles de Manuel Rojas y Elías Figueroa, sin querer, unieron para siempre a una pareja de sanantoninos.
El sábado 25 de noviembre de 1978 la tarde estaba muy agradable en San Antonio. El calor de fin de año ya comenzaba a sentirse en la zona central y en muchas casas las radios y también los televisores transmitían el campeonato del fútbol chileno que vivía su última jornada con el partido entre Palestino y Colo Colo, donde los árabes se jugaban nada menos que su segundo título nacional.
Sonó el pitazo final que al mismo tiempo bajó la segunda estrella para Palestino con un contundente 3-1 ante los albos. Mientras celebraban Elías Figueroa y compañía, el relato deportivo advierte que la cancha se llena de hinchas, y el equipo se funde en un gran abrazo con su técnico. La tarea está cumplida. Después de extenuantes 36 fechas la copa por fin se mira y se toca.
En san antonio
Lejos del Estadio Nacional, en el cerro Placilla de San Antonio, el pequeño Ítalo Galdames miraba con ojos grandes el televisor en blanco y negro donde su ídolo, Oscar Roberto Fabbiani Venturelli, buscaba aquella tarde anotar su gol número 36 para igualar el récord goleador de Luis Hernán Álvarez. Y aunque no lo logró, los goles de Manuel Rojas y Elías Figueroa sellaron el partido que Ítalo jamás olvidaría.
A sus 52 años, el sanantonino Ítalo Galdames recuerda desde su pescadería "La Foquita", en el Mercado del Mar, que para él "todo partió el año 1978, cuando vi por televisión el primer partido que yo recuerde. Era la final de Palestino con Colo Colo, y como a todo niño le gusta el equipo que gana, me gustó Palestino. Mi ídolo era Fabbiani, el goleador que años más tarde tuve la fortuna de conocer y pasaba a saludarme a la pescadería".
Apenas termina esa primera frase, cuenta de inmediato que "a mi señora, la Sandra, también por coincidencia le gusta Palestino porque vio el mimo partido y cuando nos conocimos coincidimos en que nos gustaba Palestino y ahora las hijas también son fanáticas. De hecho, mi hija menor, la Valentina (21), participa en el "Tablón Virtual" y se ha hecho famosa, y mi hija mayor, Constanza (24), también es hincha y tiene camisetas con su nombre y va al estadio con nosotros también".
Llevar la contraria
En su casa del cerro Placilla, Sandra Carrasco Ares, la esposa de Ítalo Galdames, cuenta con total tranquilidad que "honestamente me empezó a gustar por llevar la contraria, nada que ver con la descendencia Siria de nuestro apellido, porque a mi hermano Luis Armando le gustaba mucho Colo Colo y a todos les gustaba Colo Colo; entonces el año 78, cuando salió campeón Palestino, yo me hice hincha por llevarles la contra y después resultó que coincidió con que al Ítalo también le gustaba Palestino".
De familia
Sandra Carrasco proviene de una familia futbolera. Pertenece a la dinastía que fundó el Club Deportivo Norteamérica de Placilla y desde esa posición reconoce que siempre le ha "gustado el fútbol, y ser hinchas de Palestino ha sido una muy linda experiencia porque en mi caso toda la vida hemos estado detrás de una pelota aquí en Placilla con el Norteamérica, y ver los partidos profesionales con las hijas y en familia ha sido muy bonito. Aunque yo sé que más lejos no vamos a llegar porque es un equipo chico, no me bajo del camello".
Claro que la pasión por Palestino no se queda en esta pareja de sanantoninos que ya cumplió 25 años de matrimonio, ya que la pasión por el "Tino Tino" trascendió a sus dos hijas.
En el cdf
Ítalo Galdames, arquero histórico del Norteamérica, cuenta que "todos me dicen "oye, vi a tu hija", así que está famosa por hinchar por Palestino y es lindo porque cuando salimos campeón de la Copa Chile andábamos los cuatro alentando al equipo en el estadio. Siempre vamos cuando podemos, hemos ido a verlo por Copa Libertadores, cuando jugó contra Boca Juniors en Santa Laura y contra River Plate en el Monumental".
Pura pasión
Valentina Galdames Carrasco tiene 21 años y cuenta que "esto partió por mi papá porque es fanático de Palestino, igual que mi mamá. Se hicieron hinchas de Palestino cuando el equipo le ganó a Colo Colo. Mi papá porque era niño y el club salió campeón y mi mamá por llevarle la contra a su hermano que era muy fanático de Colo Colo; entonces de ahí parte mi pasión por este club, soy fanática de Palestino y cada vez que podemos vamos al estadio"
Según esta acérrima seguidora de Palestino, su pasión la llevó a inscribirse para participar del "Tablón Virtual" del Canal del Fútbol (CDF) "y después me llamaron para el partido con La Calera. Ha sido una muy buena experiencia porque yo tenía muchas ganas de salir y ahora los mismos vecinos dicen que me han visto en la tele, que ponemos caras cuando hay una jugada. Además, hemos perdido todos los partidos, y por eso no es fácil ser hincha de un equipo chico".
En familia
Ítalo Galdames revela que "como familia, una de las cosas más lindas que nos ha pasado como hinchas es haber estado todos juntos, con mi señora y mis hijas, en el campeonato de Copa Chile que Palestino le ganó al Audax Italiano el año 2018".
Sandra Carrasco dice que como grupo familiar "hemos tenido la suerte de conocer a nuestros ídolos, de estar con ellos, porque no es un equipo masivo, ya que en el estadio nos encontramos con la misma gente, el cuerpo técnico, los jugadores y lo que me emociona y me gusta de Palestino es que lleva a todas sus escuelas de fútbol de distintas comunas a ver los partidos, y eso es muy bonito. Además, siempre sacan buenos jugadores, aunque nunca salgan campeones".
¿Palestino o el SAU?
Sobre esta relación familiar con el club árabe, Ítalo dice que "ir a ver a Palestino es como ir a ver al SAU (San Antonio Unido) porque siempre vemos a las mismas personas, siempre nos encontramos con la misma gente, si hasta Luis Dimas, que es fanático de Palestino, una vez se nos acercó para preguntarnos de dónde éramos. Es bonito ser hincha de un equipo chico porque se celebran más los triunfos y los grandes sufren más la derrota".
Claro que el placillano, no se pierde y aclara que "siempre está primero el SAU, y por eso siempre digo que si se diera la oportunidad en algún momento que Palestino se enfrente con el SAU voy a hinchar por San Antonio Unido. Eso no lo transo y siempre lo recalco".
Y Valentina, la más joven de los hinchas de Palestino que tiene esta inusual barra sanatonina, cierra con una frase que al final resume la pasión por la camiseta que ha unido en la vida y en el amor a esta familia. "Hay que seguir alentando al club, sin importar que gane o pierda, hay que estar hasta el final con Palestino", remata, como si de un gol se tratara.
Por eso es tan lindo el fútbol. Porque no se trata solamente de fútbol. Y esta historia comprueba que nadie tenía cómo adivinar que los goles que marcaron Manuel Rojas y Elías Figueroa la tarde del 25 de noviembre de 1978 unirían alguna vez a Ítalo y Sandra, dos niños que vieron el partido aquella tarde y que ahora, 42 años más tarde, van al estadio a ver los partidos del club tricolor con sus hijas Constanza y Valentina.
"Era la final de Palestino con Colo Colo, y como a todo niño le gusta el equipo que gana, me gustó Palestino. Mi ídolo era Fabbiani",
"Toda la vida hemos estado detrás de una pelota aquí en Placilla con el Norteamérica, y ver los partidos profesionales con las hijas y en familia ha sido muy bonito",
Sandra Carrasco