Ejemplo de superación: llolleíno sufrió tres infartos y sigue luchando por la vida
A Óscar Ávila le amputaron los dedos de ambos pies y ahora se ilusiona con la posibilidad de tener prótesis para caminar. Pese a todo, este soldador está con optimismo y agradece el apoyo de toda la gente.
El 8 de septiembre pasado el llolleíno Óscar Ávila Salinas (60) sufrió un fulminante infarto al miocardio en etapa 4, el más grave y mortal. Luego, vinieron otros dos ataques cardiacos que debilitaron su corazón a tal punto que permaneció más de dos meses hospitalizado en una clínica de la comuna de Quilpué.
"Su corazón quedó funcionando a un 32% de su capacidad. Debido a los medicamentos, los dedos de ambos pies se le ennegrecieron y se los tuvieron que amputar los diez. Eso es un golpe muy duro, sobre todo porque él es una persona muy activa", detallaba su hija Gerty Ávila en octubre en una entrevista a Diario El Líder.
En esa oportunidad, los tres hijos del soldador de Llolleo alto estaban organizando una rifa con el fin de reunir recursos para las prótesis que requiere para volver a caminar.
Apoyo constante
Tras la difícil enfermedad que lo tuvo al borde de la muerte, Óscar Ávila ya está de regreso en su casa y lo primero que hace es agradecer el apoyo que tanto él como sus hijos han recibido en estos duros meses.
"Me salvé, claramente eso es lo que pasó. Si todo hubiera sido de otra forma, quizás no habría sobrevivido. Si mi vecino y mi amiga Ana María Alarcón no hubiesen estado ahí en el momento en que me dio el infarto, me habrían encontrado muerto horas después", relata Ávila con un ánimo sorprendente.
-¿Cómo se siente ahora que volvió a su casa?
-Me siento muy bien y muy optimista. Además, he tenido una muy buena recuperación y en la clínica se han preocupado mucho para que yo pueda salir adelante. Me dieron muchos ejercicios que continúo haciendo para fortalecerme y avanzar en mi recuperación. Estoy muy agradecido de toda la gente que nos ha apoyado.
La ayuda de su familia, vecinos, amigos y conocido hizo que la rifa fuera un éxito y que se alcanzara la meta para comprar las prótesis que le entregarán una mejor calidad de vida.
"Agradezco de todo corazón a quienes siempre estuvieron preocupados de mi situación de salud, también a los amigos de la familia y de mis hijos, para quienes fueron un gran apoyo. Hay mucha gente que cooperó y que no conocemos, para todos ellos son mis más grandes agradecimientos", insiste.
Una nueva esperanza
Hace 20 días que ya está en su casa de Llolleo, pero lamentablemente no ha podido asistir a sus terapias por el riesgo de contagio de covid. Su cuerpo aún está débil. "Aunque no he podido ir a las terapias, he tenido grandes avances, ya que he comenzado a dar algunos pasos, todo de forma lenta, pero muy segura", cuenta con satisfacción.
-¿Cómo ve su vida de ahora en adelante?
-Sin duda, esta es mi nueva oportunidad. Soy un sanantonino que le ganó a la adversidad, porque no es menor salir vivo después de sufrir tres infartos al corazón. Esto no me la ganó, pero no por eso debo dejar de cuidarme, porque podría no correr la misma suerte que ahora.
La familia aún se encuentra en el proceso de conseguir las prótesis que Óscar necesita, ya que antes debe ser evaluado por un kinesiólogo y posteriormente por un médico general.
Llamado de alerta
Tras esta experiencia, el soldador tiene claro que ahora deberá cuidar más su salud. "Uno, aunque no quiera, es porfiado y yo fumaba y a veces me tomaba un trago, y eso nos va afectando. De haberme dado un cuarto infarto, no estaría vivo. Tengo un 32% de mi corazón funcionando y podría ser mucho menos, pero aquí estoy", sostiene lleno de optimismo de cara al proceso de rehabilitación que deberá recorrer.
"Voy a poder caminar. No me quedaré postrado porque me amputaron los 10 dedos de los pies. No me voy a dejar vencer ante esto, sino que saldré victorioso y volveré a ser el de antes", asegura con convicción.
"Si mi vecino y mi amiga Ana María Alarcón no hubiesen estado ahí en el momento en que me dio el infarto, me habrían encontrado muerto",
"Soy un sanantonino que le ganó a la adversidad, porque no es menor salir vivo después de sufrir tres infartos al corazón",
Óscar Ávila