La llolleína que dejó un taller de autos para emprender con el cuero
Debido a sus problemas de salud, Gladys Mora debió abandonar su antiguo empleo y ahora fabrica artículos hechos a mano con motivos distintivos de acuerdo con la festividad o al gusto del cliente.
En 2016 Gladys Mora comenzó a fabricar artículos en cuero como una forma de pasar el tiempo luego de que le detectaran artritis reumatoidea (inflamación crónica de las articulaciones) y fibromialgia (dolor y sensibilidad muscular generalizada), por lo que tuvo que jubilarse anticipadamente.
Llevaba diez años atendiendo un local de ventas de repuestos, accesorios de automóviles y taller de frenos cuando tuvo que pensionarse producto de su enfermedad.
El cuero lo comenzó a trabajar como entretención. Inspirada en este arte y con todas las ganas de aprender, se decidió e hizo el curso de curtido de cuero. Era el invierno de 2016 y los resultados no fueron los esperados.
"Por mi problema a los huesos me pensioné y para pasar el tiempo, comencé a trabajar el cuero. Como era invierno, nos costaba mucho secarlo, entonces tuvimos que ocupar badana. Pero lo aprendido ya estaba internalizado y una vez terminado el curso, tenía las herramientas e ideas para emprender y me acerqué a la municipalidad en busca de ayuda", recuerda.
"Ese año se realizaba por primera vez la feria de la discapacidad, vendí algunas cosas ahí y me motivé para seguir aprendiendo", añade esta vecina del sector alto de Llolleo.
El trabajo en cuero requiere fuerza y los problemas de salud complicaban a Gladys al momento de perforar orificios para pasar aguja e hilo, por lo que decidió hacer un curso en género y complementar lo aprendido.
"No tenía la fuerza necesaria para golpear con el martillo cuando debía hacer orificios para pasar las costuras. Se requiere fuerza y en mi estado, demoro un poco más de lo normal. Además, está tan caro el cuero, y por la pandemia complica viajar a Santiago también a comprar, así que me sirvió mucho lo aprendido en género", explica.
Durante el curso de género aprendió a fabricar cojines y otros artículos decorativos para el hogar. "Al finalizarlo hicimos una muestra en la plaza de Llolleo donde también puse a la venta cosas que tenía hechas en cuero como llaveros y monederos hechos a mano. Fue ahí, con los dos cursos hechos, cuero y género, que me decidí a emprender", afirma.
Buena tela
Buena Tela es el nombre del emprendimiento de Gladys Mora, donde fabrica y comercializa artículos hechos a mano en género y cuero.
Entre los productos creados por esta artesana están exclusivos monederos, billeteras, tarjeteros y cinturones. En género confecciona cojines decorativos con motivos para adultos y niños, delantales de cocina, gorros de chef, cosmetiqueros, bolsas para el pan, estuches escolares, entre muchos otros.
"También mezclo cuero y género, y les pongo algún distintivo a los productos que fabrico para hacerlos más llamativos. Tengo regalos para esta Navidad y para cada festividad. La idea es potenciar los productos y llegar a los clientes, pensando en sus necesidades, que queden satisfechos y felices, y ojalá aumentar las ventas", indica con convicción.
Mariposas
Gladys eligió el nombre de su emprendimiento cuando comenzó a trabajar en las distintas ferias donde la invitaron a participar.
"Hice cursos donde nos enseñaron marketing, diseño y nos ayudaron a crear un logo para los que no teníamos. Siempre me han gustado las mariposas, por eso mi logo tiene la mitad de una, además de la aguje e hilo", cuenta.
Agrega que "pensé harto el nombre, como trabajaba cuero y género, no encontraba uno que englobara todo lo que yo realizaba. Luego pensé que el cuero y el género son telas, así que me decidí por Buena Tela".
Ferias
Con los conocimientos que tenía, se inscribió en el área de microemprendimiento de la Municipalidad de San Antonio, donde comenzaron a invitarla a todas las ferias para emprendedores que organizaban. La última fue en febrero, luego vino la pandemia y todas las actividades se suspendieron.
"Cuando comencé a participar de estas ferias fue gratificante ya que con las colegas fui aprendiendo otras cosas, me ayudaron a sacar nuevas ideas y aprendí a darme cuenta de las necesidades de la gente. Ahora voy confeccionando artículos en la medida que van naciendo nuevas ideas, no siempre fabrico lo mismo", asegura Gladys, que tiene título en Ventas y Publicidad del Instituto Comercial de Barrancas.
El fin de semana del 4 de diciembre participó de la Feria de Emprendedores Hecho a Mano en la plaza de Llolleo. Gladys está a la espera de que le confirmen si se repetirá esta iniciativa entre el 16 y el 23 de diciembre.
En su página de Facebook (Gladys Mora) promociona sus artículos, al igual que en el Instagram como buena tela_cl.
Apoyo económico
Gladys Mora vive de una pensión y se apoya con lo que vende con su emprendimiento, que este año fue muy poco por el coronavirus.
"No vivo de mi emprendimiento, vivo de mi pensión, pero como es tan baja, trabajo como emprendedora. La pandemia hizo que no hubiese venta de este tipo de productos y es entendible que la gente prefiera comprar cosas de primera necesidad", asegura.
Gladys tiene una hija, Daniela Berríos (24), que estudia enfermería en Viña del Mar y actualmente está con clases online. El problema es que con su baja pensión se deben restringir en muchas cosas para que les alcance para vivir y, en ese sentido, lo que pueda ganar con el emprendimiento es de gran utilidad.
Año difícil
"Este ha sido un año muy malo, porque en verdad se ha vendido poco, pero quiero seguir con esto, aprendiendo y aumentando la elaboración de productos para tener un stock suficiente para participar en las ferias durante el verano, resguardando la salud y respetando los protocolos para evitar contagios obviamente", manifiesta.
¿Qué ha sido lo más difícil de emprender?
-Para nosotros los artesanos que trabajamos nuestros productos con las manos, se nos hace difícil competir con los malls chinos. Son una traba para nosotros porque venden muy barato y lamentablemente la gente no ve calidad, sino precios.
"Los artesanos hacemos todo nuestro trabajo a mano y entregamos calidad para que el público nos prefiera. El trabajo a mano se encarece porque son únicos y duraderos. No podemos competir con los productos chinos, y lamentablemente como están las cosas hoy día, la gente busca bajos precios", concluye.
"Ese año (2016) se realizaba por primera vez la feria de la discapacidad, vendí algunas cosas ahí y me motivé para seguir aprendiendo",
Gladys Mora
"También mezclo cuero y género, y les pongo algún distintivo a los productos que fabrico para hacerlos más llamativos. Tengo regalos para esta Navidad y para cada festividad".
Gladys Mora
"La idea es potenciar los productos y llegar a los clientes, pensando en sus necesidades, que queden satisfechos y felices, y ojalá aumentar las ventas",
Gladys Mora