Pese a que el mundo aún enfrenta una pandemia y en medio de un panorama laboral adverso debido al covid-19, los trabajadores siguen activos, creativos y esperanzados.
Según Sara Mendoza, gerente de marketing en Visma Latinoamérica, "en estos meses la mayoría de las personas aprendieron a trabajar a distancia, lo que de alguna u otra manera hizo que desarrollaran ciertas habilidades que desconocían y reforzaran otras, que estaban dormidas".
Para Megan Fasules, economista investigadora del Georgetown University Center, y Amanda Bates, coach y directora del servicio de carreras profesionales de la NC State University, estas nuevas habilidades son importantes de incluir en currículos, cartas de presentación y entrevistas laborales, ya que suman puntos a favor. Mendoza hizo una lista de las principales.
Resiliencia y gratitud: Un estudio de Camille Sweeney y Josh Gosfield -coautores del libro The Art of Doing-, para el que se encuestó a personas entre 18 y 85 años, reveló que "la gente escribió sobre la gratitud como un antídoto para la depresión y la ansiedad. Y bastantes, incluso algunos que habían perdido sus trabajos, dijeron que no se estaban permitiendo entrar en pánico o hundirse en la negatividad".
Manejo del tiempo: Cumplir con tareas de forma simple y pasar del "modo trabajo" al "modo casa" ha permitido a la gente conectarse y desconectarse de trabajo y casa cuando hace falta.
Productividad: Cada uno ha hallado su ritmo de trabajo en casa: estableciendo niveles de prioridad para cada proyecto, separando el tiempo profesional del personal y resolviendo problemas cada día.
Inteligencia emocional: Ryan Roslansky, CEO de LinkedIn, dijo que en marzo se triplicó la cantidad de gente que tomó cursos de LinkedIn sobre mindfulness y manejo de estrés respecto de febrero, cuando el virus aún no era pandemia. Por eso, la plataforma dejó gratuitos varios cursos.
Más conciencia y empatía: Jeff Miller, vicepresidente asociado de aprendizaje y efectividad organizacional en Cornerstone, señaló que ahora que trabajo y casa están mezclados, la gente conoce más sobre las vidas de sus compañeros, comparten preocupaciones y se apoyan entre sí.
Comunicación: Sin coincidir con colegas en las oficinas, la interacción verbal y escrita ha sido esencial para mantenerse en contacto. Se ha pulido la capacidad de redactar y responder cada mail con la información y el tono adecuados según el receptor. Se aprendieron, además, los protocolos de las videollamadas.
Innovación: El estudio de Sweeney y Gosfield también confirmó que la pandemia impulsó a probar nuevas actividades y buscar soluciones a cada reto que va surgiendo.