Futura abogada heredó de su abuela los secretos para vender productos del mar
Lo que al principio pensó que solo sería para darle una mano, resultó su trabajo de medio tiempo y que nunca buscó. Además, se asoció con su madre.
En un problema una joven sanantonina vio una oportunidad para generar sus propios ingresos. Con solo 22 años, Caroline Carrasco Neira conseguió crear un emprendimiento que funciona a través de redes sociales y en el que comercializa productos del mar.
"Esto es algo que sin duda no busqué solo fue algo fortuito, que pensé que acabaría a las pocas semanas, pero no, la gente confió en mí y en mi trabajo. Entonces pensé que por qué no me atrevía, la verdad no era mucho lo que podía perder, según yo", explicó la joven sobre la génesis de esta actividad comercial.
Pese al éxito que ha tenido "La Reinetita", Caroline no llegó a esto con la idea de generar ingresos, sino que todo se dio por cosas del destino.
La necesidad
Con el estallido social de octubre de 2019 la fuente laboral de la abuela de Caroline, Cecilia Valdivia, se vio afectada.
Los constantes enfrentamientos entre Carabineros y manifestantes generaron que el local de productos del mar de la Caleta Pacheco Altamirano, que se llama "La Pepita", fuera cerrado.
"Mi abuela tiene 70 años y quedaba muy expuesta a las bombas lacrimógenas y barricadas. Por lo mismo, decidió que lo mejor era cerrar el local por un tiempo, al menos hasta que se calmaran las cosas", recordó la joven.
En ese mismo periodo Caroline volvió a su casa, ya que habían suspendido sus clases en la universidad donde estudia Derecho y encontró a su abuela en una situación que la mantenía afligida.
"Recuerdo que mi abuela llorando me dijo que habían cerrado el local, momentáneamente, por seguridad. Creí que era bueno, porque la idea era que ella no estuviera en riesgo, pero el miedo de ella era otro", dice Carrasco.
-¿A qué le temía?
-No nos podemos hacer los tontos, había una cuota de vandalismo en medio de las protestas, entonces todo su esfuerzo estaba puesto en el local y con eso nos referimos también a la inversión. O le entraban a robar o al tener cerrado mi abuela perdía toda la mercadería con la que contaba.
Una vida en la caleta
Con el cierre temporal del local se desataron los miedos de la abuela de la sanantonina de Cerro Alegre, entonces decidió ayudarla.
"No se podía tirar por la borda el esfuerzo de toda una vida, específicamente 40 años y ella estaba muy afligida por toda la mercadería que podía perder, no encontré nada mejor que ayudarla y sabía que agotaría todas las posibilidades que estuvieran a mi alcance", pensó.
-¿Cómo lo hicieron para no perder la mercadería?
-Ella quería que vendiéramos lo que tenía, pero no podíamos abrir el local, porque seguía siendo peligroso, pero le dije que vendiéramos por internet. Ella tenía los productos y yo los contactos de alguna forma.
A través de grupos de venta de Facebook y con amigos con los que cuenta en la red social, comenzó a ofrecer pescados y mariscos y a entregarlos a domicilio.
"Para que la gente se sintiera más atraída a lo que ofrecíamos, lo hacíamos con despacho a domicilio, que yo misma realizaba en mi auto y de forma gratuita. La idea para mí nunca fue hacer de esto un negocio duradero, sino que yo tenía que ayudar a mi abuela para vender la mercadería que tenía en su local, para que no se perdiera", explicó.
La alternativa
Junto con ayudar a su abuela, Caroline Carrasco también estaba cubriendo una necesidad para quienes, por miedo a las manifestaciones, preferían no salir de su casa.
"La gente prefería el servicio y en súper poco tiempo vendimos todo lo que le quedaba a mi abuela. Con esto mismo del estallido social terminé el año antes en la universidad y me pude dedicar aún más a ayudarla", acota.
-¿Estaba entre los planes continuar con esto?
-Para nada, pretendía que esto fuera algo solo de esa vez, pero tiempo después, la gente me empezó a preguntar que cuándo más traía pescado y dije "aquí hay una oportunidad". Mi papá (William Carrasco) es proveedor mayorista de pescados desde el sur y me ayudó con los productos. Así comencé mi emprendimiento.
-¿Cree que fue una buena idea?
-De todos modos, si bien no fue algo que yo busqué, como que quería emprender o algo así y me fue muy bien. Mi abuela me enseñó todo lo que necesitaba saber acerca de los productos y ahora soy socia con mi mamá (Mariela Carrasco) que poco a poco se fue involucrando para ayudarme en lo que más podía.
El estudio
Actualmente, Caroline cursa el quinto año de Derecho en la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar, algo que ha podido compatibilizar a la perfección con su emprendimiento, "La Reinetita".
De domingo a jueves toma pedidos, que son entregados entre viernes y sábado. Lo que le permite dedicar el mismo tiempo de antes a los estudios.
"Con la pandemia, todo este año quedó relegado a las clases online, entonces pudimos seguir con esto. Mi mamá tenía un poco de miedo, porque pensó que, si yo me iba a vivir a Viña como todos los años por estudio, no podríamos tomar pedidos, pero yo sabía que íbamos a poder de todas formas", aseguró Caroline Carrasco.
-¿Cómo le fue en la universidad este año?
-Me fue excelente, como nunca. Yo vengo de una familia que como cualquier otra, no tiene la mejor de las situaciones económicas, por lo que estudio con beca y si bajo las notas, la pierdo, pero siempre me ha ido muy bien en mis estudios.
Al principio, madre e hija vendían cerca de 10 bandejas de pescado en la semana, hoy esa cifra está entre 100 y 120 semanales.
"Es increíble el crecimiento que todo esto ha tenido. Claramente no habría sido posible sin esta situación por la que atravesó mi abuela o por el apoyo de mi familia, mis clientes y mi pololo. Llegamos mucho a familias de adultos mayores y matrimonios jóvenes que no quieren salir mucho, pero no sacan el pescado de su alimentación", explicó sobre el emprendimiento.
-¿Cómo se siente generar ingresos, pese a estar estudiando aún?
-Siento que he crecido. Los primeros años de universidad igual fueron duros, porque los libros que uno debe tener son caros, entonces había veces que debía priorizar eso, por ejemplo, a comer algo rico o algo así. Ahora puedo darme ciertos gustos, costear gastos de la carrera y todo gracias a mi esfuerzo. J'