David Muñoz Castillo
Una serie de irregularidades en el funcionamiento del hospital de San Antonio denunció Sergio Alarcón Iturrieta, en representación del Consejo de Desarrollo Local de la Salud.
De acuerdo al dirigente social, la instancia asesora es poco escuchada por las autoridades del hospital, que durante las sesiones no participan o están unos pocos minutos. "Entran a las reuniones con ganas de irse. Cuando les planteamos los problemas les molesta", aseguró.
Sobre las quejas más específicas, Alarcón dijo que "hace tres años pedimos una rampa de acceso por la calle Carmen Guerrero. La construyeron, pero cuando llegó la pandemia, habilitaron una sala de reuniones como farmacia. Como no tenía acceso no hallaron nada mejor que sacar una parte de la rampa y dejaron sin entrada a las personas con capacidades diferentes".
Otra de las preocupaciones es el destino de un fondo de 2 millones 100 mil pesos del Hospital Amigo. "Este año la dirección propuso comprar unos tablets para que los pacientes tuvieran comunicación con sus parientes, porque están prohibidas las visitas".
Aunque el consejo no estaba de acuerdo con esta compra "porque todos tienen celulares, al final aceptamos. En la última reunión que tuvimos preguntamos si se compraron los tablets y nos respondieron que no, porque el Servicio de Salud destinó ese dinero para otra cosa", reclamó Sergio Alarcón.
La lista de quejas no termina ahí: "En la entrada al hospital la gente está afuera esperando a pleno sol, hay unos pocos árboles donde se pueden refugiar. Solo le toman la temperatura a las personas, pero no tienen alcohol gel para las manos. Los recipientes están todos vacíos", añadió.
Para solucionar el tema del ingreso propuso emplear la terraza del recinto "donde podían instalar unas sillas, con los protocolos de seguridad. Eso lo hacen en las clínicas, ¿por qué no lo hacen en un hospital público?", se cuestionó el dirigente.
Según el representante de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, desde el hospital dicen que la gente que está en la fila "son personas que van a Fonasa. No es así, son familiares que van a saber de sus pacientes".
Finalmente, Sergio Alarcón preguntó por el destino de la camioneta que tiene el hospital para distribuir medicamentos. "Ese vehículo tuvo un accidente a comienzos de año (pasado) y no se ha reparado, aunque se supone que tiene un seguro. Se le pidió a la Fundación Siglo XXI que prestara una camioneta, pero qué hace la administración del hospital para recuperar los insumos", aseveró.
El consejo se reúne cuatro veces al año con la dirección del hospital, pero en 2020 las sesiones se realizaron por Zoom debido a la pandemia. El último encuentro se efectuó hace dos semanas.
Respuesta
Frente a los cuestionamientos del dirigente social, desde la dirección del hospital de San Antonio respondieron que "desde la mañana del 10 de octubre y de forma permanente, el control sanitario que antes se realizaba en las puertas del acceso principal se hace en la rampa ubicada en calle Carmen Guerrero".
Explicaron que la "medida busca evitar las aglomeraciones que se han producido en la terraza y dentro del centro asistencial para así evitar el riesgo de contagio de covid-19".
Agregaron que "en el punto de control hay un guardia y una orientadora u orientador del hospital para asistir a quienes acuden a la Oirs (oficina de información y reclamos), farmacia ambulatoria, la farmacia central, Recaudación y el Ges, quienes ingresan al establecimiento sin complicaciones tras el control de la temperatura. Quienes esperan afuera son usuarios de Fonasa".
Sobre la distribución de los medicamentos afirmaron que la camioneta "tuvo una falla técnica, pero fue reemplazada y la dispensación no ha dejado de realizarse. A la fecha se han entregado más de 11 mil recetas médicas".
Además, dicen que cuentan con dispensadores de alcohol gel y sobre la compra de los tablets "el 18 de diciembre, cuando el dirigente participó en el consejo consultivo, se le resolvieron esas inquietudes".