Presidenta de la fundación Daya cuenta el trabajo que realizan para aliviar el dolor de los enfermos
La actriz Ana María Gazmuri está al frente de esta organización cuyo objetivo es la investigación y promoción de terapias alternativas, como la cannabis medicinal, orientadas a disminuir el sufrimiento humano.
La conocida actriz Ana María Gazmuri está al frente, como impulsora y directora ejecutiva, de la fundación Daya, una organización que trabaja en la investigación de terapias alternativas, como el uso de marihuana con fines medicinales, con el propósito de aliviar el dolor de los enfermos. A eso se suma la colaboración y asesorías que efectúan para el diseño de políticas públicas orientadas al bienestar físico y espiritual de las personas.
En entrevista con Diario El Líder, Gazmuri, protagonista de varias teleseries nacionales, reveló que desde que comenzó la pandemia en el país las consultas por patologías como ansiedad, angustia e insomnio han aumentado considerablemente en la entidad que lidera.
-¿Cómo se ha desarrollado el trabajo de la fundación en los últimos meses?
-Nos ha tocado enfrentar situaciones inesperadas, de las cuales, la verdad, no había muchos precedentes. Antes de la pandemia, nos tocó vivir el estallido social, y antes del estallido, la persecución que sufrimos. Nos han pasado muchas cosas en estos últimos dos años, tanto a nosotros como organización, como a nuestros socios y pacientes que utilizamos el cannabis medicinal. Además, cuando llegó el estallido, nosotros estamos ubicados en Ñuñoa (en la capital), en un sector neurálgico y eso también nos enfrentó a una realidad diferente y bien compleja.
La directora ejecutiva asegura que en la fundación Daya "siempre hemos tenido una apertura o flexibilidad en el trabajo, porque desde nuestros inicios hemos estado enfrentados a escenarios adversos. Los mismos acontecimientos de octubre hacia adelante nos habían planteado la idea de un modelo más flexible de atención, porque a veces, por ejemplo, con las protestas se cerraba el Metro y nuestros funcionarios también se veían afectados".
Falta de recursos
La actriz reconoce que uno de los primeros efectos que les generó la pandemia fue agudizar la crisis económica que ya venían arrastrando. "Una fundación como la nuestra suele estar en una condición económica precaria, tomando en cuenta que muchas de las prestaciones que entregamos son gratuitas y con un fin social; y por otro lado, no tenemos subsidios para poder mantener esta vía de trabajo".
-¿Cuáles fueron las principales decisiones que se tomaron frente a todo este cambio social y sanitario?
-Rápidamente tomamos algunas decisiones para enfrentar económicamente la crisis entre los miembros de nuestra organización, especialmente en lo referido a la subsistencia y al proceso de confinamiento que todos iniciamos. Inmediatamente nos volcamos a las atenciones online, y fíjate que este fue el regalo escondido que traía esta pandemia, porque aunque ya estaba la idea de las atenciones remotas, y eventualmente lo hacíamos en casos excepcionales, no era una metodología común".
Hoy los médicos, terapeutas, neurólogos y todo el equipo de la fundación están atendiendo a 1.300 pacientes de forma online. Además, los talleres también se imparten por esa vía, lo que, a juicio de Gazmuri, ha permitido aumentar la asistencia en comparación a las charlas presenciales. "A pesar de todo, ha habido una expansión súper importante en cuanto al número de pacientes".
La modalidad remota les ha permitido llegar a enfermos de todo Chile, incluso a uno que reside en un apartado pueblo cordillerano del norte del país. "Basta con que tengan conectividad desde un teléfono móvil para que podamos atenderlos. Hoy, además, tenemos la posibilidades de atender pacientes fuera de Chile. En todo caso, estamos acostumbrados a recibir a extranjeros de países vecinos que viajaban para atenderse con nosotros, pero hoy con esta modalidad online atendemos hasta pacientes de Europa".
-¿Cuáles son las proyecciones de la fundación en el corto plazo?
-Hoy ya estamos atendiendo de forma presencial una vez a la semana, porque aún hay un grupo de pacientes que sigue prefiriendo la atención presencial. Y en ese mismo sentido nuestra proyección, cuando volvamos eventualmente a algún escenario de normalidad, que no sabemos cómo va a ser realmente, es mantener ambos sistemas de atención. No vamos a dar ningún paso atrás porque realmente ha sido fantástico y ha sido una tremenda oportunidad para la fundación.
Satisfacción
A la hora de hacer un balance del trabajo realizado, Ana María Gazmuri responde que "estamos muy contentos, sentimos que hemos avanzando muchísimo a pesar de este escenario adverso. Esto nos demuestra que en estos escenarios adversos, de crisis, de dificultades en aspectos emocionales, materiales y físicos, el cannabis se vuelve más importante que nunca, y es que efectivamente se convierte en una herramienta para poder ir buscando cierto equilibrio para transitar por estas dificultades y por los dolores físicos y anímicos".
-¿Qué efectos ha generado la pandemia en la comunidad?
-Hemos visto un aumento importante en las consultas del área de salud mental, es decir, personas con ansiedad, angustia, insomnio, algo que es natural por todo lo que estamos viviendo. Yo tengo la sensación de que colectivamente estamos viviendo un proceso de estrés post traumático. A todos nos ha golpeado la pandemia, a todos nos ha afectado y eso lo hemos visto reflejado en el aumento de las consultas.
La directora ejecutiva asegura que, por otro lado, hay un grupo de pacientes que tiene resistencia a entrar en el mundo de la medicación siquiátrica, porque efectivamente sabemos que tiene sus complicaciones. No es que nosotros estemos en contra de la farmacología convencional, sino que lo que hacemos es modularla, combinarla, a través de nuestros médicos, de manera que sea la mínima posible, teniendo los mejores resultados".
-¿Cuál es la recomendación para las personas que quieran tratar algún problema de salud mental?
-Cuando hablamos de salud mental es súper importante asesorarse por expertos, por médicos que conocen del tema, porque por ejemplo, si lo que queremos paliar es la ansiedad o la angustia, y consumimos un producto en base a cannabis que tenga una alta concentración de THC es probable que nos agudice los problemas en lugar de ayudarnos.
"Hay que entender que no es una sola cannabis o marihuana, hay muchas variedades y estas se prescriben según las patologías y las necesidades del paciente. Entonces ojo, porque aquello que puede parecer como una solución, si no lo sabemos utilizar o si nos equivocamos en el tipo de planta, en la vía de administración o en las dosis, podemos tener el efecto contrario al que estamos buscando", manifiesta.
-¿Cómo se pide asesoría a la fundación?
-Primero por teléfono (224743561 y +56 9 59095874), aunque es probable que esté ocupado por el alto flujo de consultas , pero las llamadas perdidas se devuelven. También pueden escribir a reservadehoras@fundaciondaya.org o ingresar por la página web www.fundaciondaya.org, donde también se puede agendar la hora para la primera atención terapéutica donde se hace el ingreso, diagnóstico y derivación dependiendo de la patología que presente cada paciente.
"Nos han pasado muchas cosas en estos últimos dos años, tanto a nosotros como organización, como a nuestros socios y pacientes que utilizamos el cannabis medicinal",
Ana María Gazmuri
"Cuando hablamos de salud mental es súper importante asesorarse por expertos, por médicos que conocen del tema (cannabis medicinal)".
"Yo tengo la sensación de que colectivamente estamos viviendo un proceso de estrés post traumático (con la pandemia)".
Ana María Gazmuri
"No es que estemos en contra de la farmacología convencional, sino que lo que hacemos es modularla, combinarla, a través de nuestros médicos, de manera que sea la mínima posible, teniendo los mejores resultados".