El artesano que mantiene viva la tradición del retablo en Chile
Jorge Jullian ha dedicado gran parte de su vida a este arte que combina la pintura, la escultura y la arquitectura en pequeñas obras que permiten viajar al pasado.
Anclado en el apacible balneario de Las Cruces, en la comuna del Tabo, se encuentra uno de los pioneros en la construcción de retablos en Chile. Se trata del artesano Jorge Jullian, quien por más de 30 años ha mantenido viva este tradicional arte decorativo donde se mezcla la pintura, la escultura y la arquitectura en distintos formatos y temáticas que permiten viajar a épocas pasadas.
Este experimentado artesano es diseñador gráfico de profesión, pero desde pequeño estuvo ligado a la creación artística inculcada por su padre.
Jorge Jullian cuenta que su interés por el retablo fue creciendo a medida que se daba cuenta que podía ser un negocio rentable, porque obviamente se trata de pequeñas obras (de 18 por 15 centímetros) que eran muy atractivas para el público. La calidad y originalidad de sus trabajos le permitieron tener una independencia laboral y económica que aún perdura.
De hecho, durante su extensa trayectoria en este arte, ha llegado a exportar sus obras a Estados Unidos, Europa y Asia.
"Durante cinco años enviábamos entre 800 y 900 retablos mensualmente al exterior", comenta Jorge Jullian en su casa de Las Cruces, mientras muestra un extenso archivo con fotos de sus trabajos y recortes de entrevistas realizadas por distintos medios de comunicación.
¿Cómo lo hacía para llegar a tanta producción? Jullian cuenta que tenía un taller que le permitía producir en serie.
Su inspiracion
El tradicional barrio Franklin de la capital y su arquitectura fueron el eje inspirador para la creación de sus retablos. Dentro de sus numerosas obras hay fachadas de restaurantes, picadas, talleres mecánicos, entre muchos otros locales de la época más gloriosa de este sector cercano al centro de Santiago. "La parte colonial, el adobe, el boliche de barrio me llamaron la atención, y pensar que aún existen en distintos lugares de Chile", indica este hombre de trato amable.
Los viajes que realizó por Latinoamérica también hicieron crecer su imaginario artístico y realizar distintas exposiciones en la capital y en regiones.
Hoy, a diferencia de los años en que sus obras eran altamente demandadas desde lugares tan lejanos como China, trata de mantener en pie su negocio en el pueblito de Los Dominicos, donde se exhibe permanentemente su trabajo.
Se niega a DESAPARECER
Esta técnica que se viene practicando desde la Edad Media ha ido perdiendo artesanos más jóvenes que quieran mantener la tradición. "He hecho talleres en Las Cruces y en El Tabo, pero ya mis fuerzas no son las mismas", reconoce Jullian.
Con pesar, el artista constata que hay poco interés entre la juventud por continuar con este arte que combina distintas disciplinas artísticas en una obra decorativa que mantiene viva la cultura y la memoria local.
Sus obras pueden ser apreciadas y adquiridas en el pueblito de Artesanos Las Cruces, también en su Facebook "Retablos Gio" o en la página de artesanos del pueblito Los Dominicos.