Crónica
En las últimas semanas la vida de Elizabeth Viveros junto a su pequeño hijo de 4 años se ha hecho más difícil, como si vivir en un campamento no fuera de por sí una cosa difícil. Ocurre que a todas las carencias que deben enfrentar los pobladores, en los últimos días se sumó un nuevo drama en la toma Las Loicas del cerro Bellavista: la falta de agua.
"No sabemos bien por qué ha estado pasando esto. La conexión que tenemos no es legal, pero es la conexión que nos permite tener el agua para los quehaceres diarios, para cuestiones tan básicas como preparar los alimentos", explica Elizabeth.
Según esta madre del campamento Las Loicas, "el agua ha estado llegando solamente de madrugada. Por eso con las vecinas nos tenemos que quedar hasta las tantas de la noche para poder juntar un poco y tener aunque sea para el uso diario, porque comprar agua por botellas sale demasiado caro".
Elizabeth Viveros y su pequeño de apenas 4 años son una de las 250 familias que componen esta toma emplazada en la parte alta del cerro Bellavista de San Antonio, en el límite con la comuna de Cartagena. De hecho, una parte del campamento está en San Antonio y otra en Cartagena.
Muy difícil
Desde su casa en la toma, esta sanantonina reclamó que "es muy difícil para cualquier persona vivir en estas condiciones y es cierto que aquí algunos días ha llegado el camión municipal con agua, pero no es suficiente. Ahora mismo no tenemos agua para cocinar y nos tenemos que compartir lo poco que hay entre las vecinas porque simplemente no tenemos agua y llevamos varias semanas así".
Según cuenta Elizabeth, lo que tiene que hacer "para juntar un poco de agua es dejar la llave abierta y estar pendiente porque en cuanto empieza a salir un poquito ponemos los tarros, llenamos botellas y los tachos que tengamos a mano porque al final con eso nos tenemos que arreglar para todo el día".
La situación que describe Elizabeth Viveros Rodríguez, de 24 años, no es distinta para el resto de los habitantes de la toma que desde que comenzó la intermitencia del suministro de agua en las conexiones clandestinas que usan, han estado trabajando para buscar alguna forma de obtener el indispensable recurso.
"Lo único que pedimos es que se tome en cuenta nuestro problema, que las autoridades o quien tenga la facultad de tomar alguna decisión lo haga pensando que en esta toma, como en todas las tomas de San Antonio, hay familias completas que no tienen algo tan básico como el agua para poder preparar los alimentos", clamó Elizabeth, confiada en que la vieja llave que usa, sobre su precario lavaplatos, suelte algunos chorros de agua que le permitan pasar el día.
"El agua ha estado llegando solamente de madrugada. Por eso con las vecinas nos tenemos que quedar hasta las tantas de la noche para poder juntar un poco",
Elizabeth Viveros
250 familias habitan en la toma Las Loicas del cerro Bellavista.