Crónica
Seis trabajadores del Departamento de Cultura de la Municipalidad de San Antonio decidieron enfrentar públicamente las imputaciones que pesan en su contra luego de que una de sus colegas los denunciara a través redes sociales por presuntamente atentar contra su vida y su integridad física y sexual.
De acuerdo a los antecedentes recopilados por Diario El Líder, el caso salió a la luz pública el 28 de diciembre pasado. La supuesta afectada usó las redes sociales para acusar a sus compañeros de trabajo de presuntos abusos sexuales, agresiones y de haberla drogado echándole una pastilla a un vaso de bebida durante una fiesta o "carrete" a principios del mismo mes.
A la fiscalía
Tras enterarse por las mismas plataformas digitales de las graves imputaciones formuladas por su colega, los funcionarios municipales acusados decidieron presentar una denuncia formal contra la trabajadora "por daños, mentiras y calumnias" ante la fiscalía de San Antonio.
Pablo Alarcón, trabajador del Departamento de Cultura, dio su versión de los hechos señalando que "una compañera nos vinculó por un presunto intento de homicidio con violación. Estamos hablando de algo súper grave y ella misma se ha encargado de difamar esto por redes sociales".
"Además, el propio sindicato de honorarios del municipio hizo una declaración sindicándonos a todos como culpables del mismo hecho que ellas nos acusaba, pero nada de lo que dice es cierto", aseguró Alarcón.
El mismo funcionario añadió que "no sabemos por qué está haciendo esto contra nosotros. Ella no tiene pruebas de lo que dice, no fue a Carabineros, no fue a la Policía de Investigaciones, no hizo la denuncia en ninguna parte, tampoco fue al hospital a constatar lesiones".
Los seis involucrados en las acusaciones ayer dieron la cara y manifestaron que todos están muy afectados por este hecho, porque, aseveran, han tenido que enfrentar cuestionamientos en sus propios hogares dada la gravedad de la acusación y de los hechos que presuntamente se les imputa en redes sociales.
"Acá están dañando nuestra imagen, nuestro trabajo, la imagen de nuestros compañeros, sus familias, los amigos cercanos, y eso pesa mucho entre nosotros", sostuvo Alarcón, quien añadió que "nosotros queremos aclarar que no hicimos nada, que estamos acá trabajando como todos los días, como todo el año, con la frente bien en alto, porque mis compañeros y yo no hemos hecho nada y queremos que se sepa la verdad".
Ataques por las redes
Benjamín Olivos, que también es parte de este grupo de trabajadores de Cultura, reveló que "cuando comenzó la funa, empezamos a recibir ataques cibernéticos. Como nosotros somos inocentes, fuimos y pusimos una querella por daños y perjuicios en la fiscalía, además del sumario interno que se levantó por este caso".
"Para mí esto ha tenido serios costos, porque yo trabajo en el ambiente musical y ya no hay mujeres que quieran trabajar conmigo. Mi propia pareja me cuestiona, pese a que confía en mí, pero con todo lo que se ha publicado en redes sociales a ella le surgen dudas y le afecta la situación", añadió Olivos.
Funa
Ayer un grupo cercano a las 10 mujeres se congregó frente al Departamento de Cultura, a un costado de la plaza de Llolleo, para realizar una nueva funa contra los trabajadores y los encargados de la repartición.
Juan Guardia, otro de los que se vio envuelto en la polémica, indicó que "ella ha cambiado muchas veces su versión de los hechos, y es que cuando ella se desmayó yo le presté atención y además la fui a dejar a su casa, y ella comentó en redes sociales que el ultraje había sido durante el trayecto, y en ese camino estábamos otro compañero acá presente y la prima de la muchacha".
"Fue esa misma publicación la que leyó mi esposa y producto de lo mismo me echó de la casa. Mis hijas me han apoyado porque ellas me creen y me han protegido en todo esto, mientras surgen más versiones de lo sucedido y se plantean más dudas en todo este caso", acotó.
Aldo Fuentes, otro de los involucrados, dijo que "acá hay instituciones que han hecho un juicio categórico en contra de nosotros sin tener ningún elemento de prueba, dañando a cada uno de nosotros, a nuestras familias, cercanos y nuestra imagen pública y la de nuestro trabajo".
Diario El Líder intentó conseguir una versión del municipio, pero respondieron que no se podían pronunciar porque el caso se encuentra en proceso de investigación.
Fuentes de nuestro medio confirmaron que la presunta afectada sí hizo la denuncia ante Carabineros por los hechos que dio a conocer a través de las redes sociales.