Pareja pasó de ser víctima de una estafa a emprendedores
Tazones, chapitas y stickers corporativos son algunos de los productos que ofrecen en Estampa Moo, el emprendimiento que levantaron tras el triste episodio.
Dos años atrás, Ángela Pérez Flores (26) vivía con Eduardo Tamayo Zamorano (26), su pareja, en Santiago. Ella estaba estudiando técnico en Educación Parvularia y él trabajaba como informático para una empresa de comunicaciones y juntos decidieron dar un paso más en su relación: conseguir el sueño de la casa propia.
Para esto, la joven pareja se asoció a un comité de vivienda que tenía dos años de funcionamiento. Con esfuerzo reunieron el dinero para quedar al día en las cuotas y se convirtieron oficialmente en socios. Iba todo bien hasta que, según la sanantonina, "empezamos a notar incoherencias en la información. Luego, nos enteramos que la presidenta tenía estafas en el norte, bajo el nombre de su exmarido. Ella lo negó todo, pero cuando le pedimos la devolución del dinero, desapareció de la faz de la tierra. Perdimos toda la plata".
Ellos no eran los únicos afectados, 24 familias más fueron víctimas del engaño. "Estafó a mucha gente, nos vendió un cuento maravilloso, que trabajaba en conjunto con el Gobierno, si tenía hasta fotos con la Primera Dama. Al final la tipa cayó presa un tiempo, de hecho salió en las noticias, pero de las lucas nunca se supo, fueron más de 40 millones en total que se perdieron", relataron sobre este duro golpe que sufrieron.
Con el tiempo sacan conclusiones. "Era experta en estafar gente y nosotros pecamos de inocentes, jugaron con el sueño de formar nuestro futuro. Después de todo lo que pasó quedé súper mal…", revela la sanantonina.
Al mal tiempo
Tras este amargo momento, siguieron adelante juntos y superar el episodio de la estafa. "Decidimos tratar de recuperar todo lo que perdimos, por lo que sacamos lo que teníamos en la libreta de ahorro para la vivienda y compramos nuestra primera máquina. Así nació Estampa Moo", cuenta.
En Estampa Moo, Ángela y Eduardo venden distintos productos estampados, como llaveros, tazas, poleras, stickers y chapitas, enfocados principalmente en proveer de insumos y regalos corporativos a las pymes.
-¿La pandemia afectó las ventas?
-No hemos parado. En este periodo nacieron muchas pymes, porque todos tuvieron que reinventarse y, como nosotros somos proveedores de insumos para que ellos hermoseen sus productos, hemos tenido mucho trabajo.
El primer año del emprendimiento ha sido tan bueno que según la joven "hemos podido darle empleo a dos amigos cercanos, que es una de las ideas de nuestra pyme; ayudar a más gente. Tener a personas trabajando junto a nosotros es un logro muy grande", declaró sobre otro de los objetivos de la empresa.
San Antonio XL
En 2019, los pololos llegaron a vivir a la emblemática población San Pedro de Llolleo, a la casa donde ella se crió junto a sus padres y abuela.
En este lugar, surgió una nueva idea de negocio: "Mi pareja trabajaba en una empresa de telecomunicaciones y quedó sin pega el año pasado. Nos quedamos solo con Estampa Moo, pero no nos alcanzaba para costear todos los gastos, necesitábamos un ingreso extra. Tras algunas conversaciones tuvimos la idea de traer tallas especiales, porque acá no hay", explicó Ángela Pérez sobre la nueva veta del negocio.
Los jóvenes bautizaron este nuevo emprendimiento como San Antonio XL, ya que venden ropa de fabricación nacional para hombres desde la talla XL hasta las ocho XL, dependiendo la prenda.
-¿Cómo ha sido la recepción de los clientes?
-Nos han agradecido por pensar en los hombres, porque para la mujer hay más variedad, pero a los hombres jóvenes de tallas grandes se les hace muy difícil encontrar ropa bonita, con estilo. Muchos lamentablemente no encuentran ni siquiera ropa interior.
Poleras, polerones, jeans, short y hasta ropa interior venden, principalmente a través del Facebook San Antonio XL y del WhatsApp +569 8166 1356.
Actualmente, están atendiendo en la Expo Sueño de Emprendedores, ubicada a un costado del Banco Estado de San Antonio. "Decidimos sumarnos a la expo para que las personas puedan ver la ropa y se den cuenta que verdaderamente son tallas grandes", sostiene Ángela Pérez.
En este tiempo, comenta, se han encontrado con historias que les han conmovido: "Llegó una mamá diciendo que su hijo de 21 años no encontraba ropa de su talla en ningún lugar. De hecho, el hijo no quiso bajarse del auto, porque siempre que lo intentaba terminaba frustrado. Y la encontró con nosotros, ese fue un logro, la señora lloraba con nosotros", justificó sobre el segmento del mercado al que apunta San Antonio XL con tallas que no se encuentran en el comercio local.
Amor en línea
El próximo mes, la pareja cumplirá nueve años de relación. Todo comenzó cuando Ángela tenía 16 años y era locutora para la radio online PalmundoFM. "Nos conocimos chateando, cuando yo trabajaba en un programa romanticón que se llamaba 'Momento de dos'. Fuimos amigos como un año, me declaré y no me pescó. Luego, pasó el tiempo y él se declaró, le dije que sí y ahí partió nuestra historia".
Durante los primeros tres meses el pololeo fue virtual y se conocían solo por videollamada. "Pero yo no aguanté, pesqué un bus y me fui a Santiago. Ahí lo conocí y fue amor a primera vista, desde ese día no nos hemos separado. Durante mucho tiempo fue una relación a distancia y desde hace cuatro años que vivimos juntos", cuenta la joven.
-¿Cómo es trabajar con tu pareja?
-Es la mejor experiencia, ya que nos complementamos muy bien. Él se dedica al diseño e impresión y yo a la producción y atención de público. Él es muy apañador en todo. Aparte de ser pareja, somos muy amigos y nunca tenemos discusiones. Es un complemento perfecto.
-¿Qué metas tienen con sus negocios?
-Nuestro sueño es abrir un local con nuestros emprendimientos, dar más empleo y seguir creciendo. Con Estampa Moo nos gustaría llegar a la mayor cantidad de pymes de San Antonio.
En el plano personal, como pareja siguen pensando en concretar un objetivo que les fue arrebatado por la codicia de otros. "Queremos lograr el sueño de la casa propia que tanto nos ha costado, tener nuestro nidito de amor".
"Era experta en estafar gente y nosotros pecamos de inocentes, jugaron con el sueño de formar nuestro futuro. Después de todo lo que pasó quedé súper mal",
Ángela Pérez, víctima de estafa que luego emprendió en San Antonio.
"Llegó una mamá diciendo que su hijo de 21 años no encontraba ropa de su talla en ningún lugar (...) la encontró con nosotros, ese fue un logro",
Ángela Pérez y las alternativas que da San Antonio XXl