Técnico en minas dejó sus estudios de ingeniería para cumplir su sueño
Hace dos años la sanantonina Rita Vera volvió desde el norte para perfeccionarse y convertirse en estilista, algo que la llena más que su antiguo trabajo. Su principal meta es tener su propio local en la comuna.
Rita Vera Carreño (24), más conocida como "Rita Pau" entre sus amigos y clientas, confiesa que siempre tuvo claro lo que haría en el futuro, pero las vicisitudes del destino la llevaron por otros caminos antes de descubrir su verdadera vocación.
Esta joven oriunda del cerro Placilla estudió técnico en minas en Vallenar mientras residía en la ciudad de Huasco, en la Región de Atacama.
"Luego de terminar la carrera de técnico en minas, pensé que podía seguir perfeccionando mis conocimientos y estudiar la ingeniería en minas, porque sabía que me proporcionaría más ingresos y mejores trabajos. Como me gustaba, no vi problemas en seguir estudiando", asegura.
Cambios
Finalmente, Rita ingresó a ingeniería en Minas, pero sentía que no tenía las mismas ganas, metas y motivaciones que muchos de sus compañeros
-¿No te gustó la carrera?
-Sería completamente incorrecto decir eso. A mí la carrera me gustaba y mucho, aún me gusta, pero a todos nos apasiona algo. Todos los días nos levantamos y sentimos que esto es lo mejor que nos pasó y a mí no me pasaba eso con la minería.
Confiesa que las metas, ambiciones y sueños que tenían sus compañeros no se parecían en nada a lo que ella buscaba al estudiar una carrera profesional. "Si nos preguntábamos entre amigas qué queríamos de la minería, que era nuestra área, ellas pensaban en estar trabajando e incluso en ponerse al mando de grandes empresas de la industria o siendo ministras de minería. A mí no me pasaba eso, no quería eso para mi vida".
-¿Por qué?
-Yo no me veía más de cinco años trabajando en la industria minera, porque tenía otros sueños, y para cumplirlos sabía que debía trabajar un tiempo en las minas, porque ese empleo me daría el capital necesario. Quería estudiar una carrera que me diera los recursos que yo quería, pero que me gustara y ahí llegó la minería.
La niñez
Rita es la mayor de seis hermanos y también es la de mayor edad entre todos sus primos. Haciendo un viaje al pasado, recuerda que desde muy niña soñaba con trabajar en una peluquería. Por lo mismo, siempre le fascinó peinar a sus hermanas y a su madre.
"Me acuerdo que hacíamos noches de chicas, como le llamábamos, y yo las peinaba, maquillaba, me dejaban pintarles las uñas o incluso depilarlas. Sentía que estaba hecha para esas cosas, porque se me daban muy fácil. Nunca me costó aprender a hacer esas cosas", rememora entre risas la placillana.
-¿Por qué no se dedicó a la peluquería desde un principio?
-Lo que pasa es que hay que tener cursos o estudios, no es algo que se aprende de la nada por más que uno tenga ciertos conocimientos. Hay que, idealmente, tener un local, porque así uno tiene dónde trabajar, pero también hay que tener clientas. Nunca llegarán de la nada.
"Esto no me llena"
A poco de comenzar a estudiar la ingeniería en minas se dio cuenta que si bien era una carrera que le podría entregar un buen pasar económico en el futuro, no la llenaba del todo y que su verdadera vocación estaba alejada de los cálculos matemáticos y de las faenas mineras. La decisión de abandonar la ingeniería no tardó en llegar.
"Me gustaba la carrera, me sentía cómoda y todo, pero no me veía el resto de mi vida trabajando en las minas. Pensé que la vida es una sola y que, por lo mismo, tenía que atreverme ahora a hacer algo que me gustara. Hace dos años vendí todo lo que tenía la casa donde vivía allá y volví a San Antonio con mi familia", asegura.
-¿Qué hiciste al regresar a San Antonio?
-Venía sin ninguna idea fija. Comencé a tomar distintos cursos, de manicura, pedicura, lifting de pestañas, entre otros. Ahí, para hacerme conocida, empecé a prestar mis servicios en la peluquería de una antigua profesora de esta área y ella me fue entregando muchos más conocimientos de los que me daban las clases, además de la práctica que es fundamental.
-¿Y mientras estaba en la Región de Atacama no realizaste trabajos en peluquería?
-Es un poco divertido, pero me fui haciendo fama de peluquera allá. Les cortaba el pelo a mis amigas y se pasaban el dato con otras amigas, entonces me contactaban. Sin embargo, nunca pensé en tener un local allá, porque hasta ese momento, aún lo veía como un hobbie.
Comenzar otra vez
Rita está contenta con su regreso a San Antonio. Las cosas se han dado como ella lo esperaba. Ha podido capacitarse y, además, revela que la demanda por los servicios de peluquería y cuidados estéticos aumenta cada día más en la zona.
"Podía perder todo porque me había venido del norte o ganar al posicionarme en esta industria, que siento que ha crecido muchísimo en los últimos años. Ahora tengo mis propias clientas, que prefieren mis servicios y que confían en mi trabajo", sostiene la joven placillana.
Actualmente, ofrece depilación, pedicura, manicura y distintos tratamientos para las pestañas en Todo Estilo Peluquería, ubicada en Barrancas.
-¿Cómo fue para tu familia que volvieras a San Antonio?
-Siempre he sido súper independiente, entonces mi familia sabía que si volvía con esta idea de convertirme de estilista, era porque ya tenía un plan y venía mentalizada en que funcionaría. No fue algo malo para ellos.
-De todos modos, tienes la carrera anterior.
-Por supuesto y es algo que me gusta. Siempre he pensado que si este rubro se pusiera malo por cualquier razón, yo volvería a trabajar como técnico en minas. Es algo que está ahí y que en cualquier momento podría retomar.
Un punto que siempre ha tenido claro es que dejó una buena carrera atrás, por lo mismo "tengo que trabajar para que esta nueva aventura sea igual de buena o incluso mejor, porque esa es la idea".
Los sueños de Rita Vera no han cambiado del todo. Cuenta con un Instagram de trabajo (@esencia_latinaritapau), donde muestra parte de sus trabajos, y dice que es importante para alcanzar sus metas.
"Me gustaría en el futuro tener mi propio local y atender a mis clientas, pero hasta no conseguirlo, estoy eternamente agradecida de Todo Estilo Peluquería porque me dejan prestar mis servicios en su local. Ellos aportan para que yo pueda cumplir mi sueño", puntualiza.
"No me veía más de cinco años trabajando en la industria minera, porque tenía otros sueños, y para cumplirlos sabía que debía trabajar un tiempo",
Rita Vera
"Me gustaba la carrera, me sentía cómoda y todo, pero no me veía el resto de mi vida trabajando en las minas. Pensé que la vida es una sola y que, por lo mismo, tenía que atreverme ahora a hacer algo que me gustara realmente",
Rita Vera
"Siempre he pensado que si este rubro se pusiera malo por cualquier razón, yo volvería a trabajar como técnico en minas. Es algo que está ahí y que en cualquier momento podría retomar",
Rita Vera