Controles y playas vacías marcaron el primer día de cuarentena en Algarrobo
Los comerciantes dicen entender la medida, pero advierten que es muy difícil que los negocios puedan sobrevivir sin clientes.
Una enorme fila de vehículos intentando ingresar a la comuna, playas sin turistas y calles prácticamente sin peatones. Ese era el panorama que se apreciaba ayer en Algarrobo en el marco del primer día de cuarentena, luego de que la comuna retrocediera el pasado jueves 28 a la fase 2 de Transición en el plan Paso a Paso del Gobierno.
Una de las medidas implementada para fiscalizar el ingreso a la ciudad balneario fue la habilitación de controles sanitarios en cuatro puntos específicos: en la ruta G-98-F que conecta con El Quisco; en la ruta G-94-F; en el camino viejo que conduce a la localidad de El Totoral y en la rotonda del sector de Mirasol.
En el caso del control en la ruta G-98-F, el flujo vehicular se mantuvo lento, provocando algunas congestiones.
"Yo llevo como media hora esperando. Ha estado lenta la cosa, pero la verdad es que encuentro necesarias estas medidas sanitarias, ya que así se pueden controlar los contagios. Solo resta esperar que la gente comprenda, porque por algo se está haciendo", señaló Gabriel Aranda, quien se dirigía a su trabajo en Algarrobo.
Un panorama parecido se vio en el control de la rotonda del sector de Mirasol, donde funcionarios del Ejército, de la Seremi de Salud y de Seguridad Ciudadana Municipal se encargaron de inspeccionar cada móvil que intentaba ingresar.
"Creo que está bien que se esté controlando, porque muchas personas salen sin su permiso o no están respetando las normas sanitarias, además de que no usan la mascarilla como corresponde. Yo creo que se debería decretar cuarentena nacional, porque no encuentro lógico que esté solo una comuna de esta provincia en esta condición", dijo la santiaguina Valeria Salazar, quien tuvo que devolverse luego de que fuera informada de la cuarentena.
Preocupación
Al igual que las calles, las playas también estuvieron vacías, y el comercio se vio obligado a cerrar.
Leonor Muñoz es dueña del restaurant La Pérgola del Canelo, ubicado en el acceso entre la comuna y El Quisco. "Me preocupa la cuarentena porque nos perjudica a a los comerciantes. Está bien que hayan decidido retroceder a fase 2, porque era necesario debido a los casos de covid-19 que se vieron en los últimos días. Sin embargo, ahora no tenemos clientes. Entonces, cómo se va a mantener el negocio", se lamentó.
"Yo tengo cuatro niñas que trabajan y que dependen de este local, pero ahora que hemos bajado las ventas, cómo vamos a sostenernos. A mí me da pena por mis niñas. Lo único que nos queda es rogar a Dios y que pase luego esta pandemia", recalcó Muñoz.
Rocío Pereira Vera, quien se dedica a la venta de empanadas y sushi en el local comercial Extremar, cerca de la rotonda de Mirasol, dijo que "hasta la semana pasada mucha gente de afuera venía a veranear, y eso provocaba que no siempre se respetara el distanciamiento social o el uso de la mascarilla. Si bien ahora con el retroceso la gente se ha estado cuidando, el problema está en que nuestros clientes han disminuido".
La comerciante añadió que "la cuarentena es necesaria porque no hay conciencia de la gente sobre esta pandemia. Sin embargo, ha sido difícil también mantener el local funcionando. Necesitamos a los turistas, pero también eso implica que puedan llegar casos nuevos de covid y ocurra un rebrote. Es muy complejo en realidad".
Sale seremi
A través de un comunicado, el Gobierno anunció que el intendente Jorge Martínez cesó en sus funciones al seremi de Salud Francisco Álvarez, sin esgrimir las razones que lo llevaron a tomar la sorpresiva medida. La nota entregada a los medios señala que en los próximos días se conocerá al nuevo titular de la Seremi, junto con agradecer el trabajo desarrollado por Álvarez.