El escultor que recicla para dar vida a sus llamativas obras artísticas
Julio Bravo lleva cerca de 30 años viviendo a un costado del estero de Cartagena, donde elabora distintos personajes y objetos con elementos que recoge en la comuna.
No fue fácil encontrar a Julio Bravo, ya que al pasar en la micro por la avenida El Peral solo se alcanza a ver una serie de esculturas de gran tamaño que están expuestas entre dunas y pinos, además de otras piezas que se aprecian cerca del estero de Cartagena.
Al acercarse al lugar varios perros alertan la llegada del que quiera observar de más cerca estas creativas esculturas.
A los minutos, entre los ladridos de sus mascotas, aparece Julio, un hombre de aspecto amable y de andar pausado, quien abre las puertas del terreno con el fin de contar parte de su historia de vida y las motivaciones de su trabajo artístico.
A cartagena
Julio Bravo es oriundo de Linares, ciudad de la que emigró a los 18 años para realizar el servicio militar. Esto lo llevó a vivir en primera instancia en el norte del país. Luego, en 1989, arribó a la comuna de Cartagena, donde se radicaría definitivamente.
"Me gustó Cartagena por la tranquilidad y porque está cerca del mar. Allá en Linares hay puro río. Además, a mi esposa y mis hijas les encantó la vida aquí también", comenta mientras nos acercamos a sus particulares esculturas.
Sus trabajos llaman la atención por su materialidad. Utiliza neumáticos, latas, galones de gas en desuso, entre otras piezas que va encontrando en sus paseos por la comuna.
"Esto comenzó por una tarea del colegio cuando era niño. Después me empezó a gustar y fui aprendiendo a ocupar materiales de reciclaje, como chapitas de bebida, cascos de construcción, copones de helados y así voy armando mis esculturas", detalla el artista avecindado en el tradicional balneario.
La castigadora
Su inspiración viene de distintas imágenes que ve o de sus propias experiencias a lo largo de la vida. Este último es el caso de "La Castigadora", una escultura que tiene su origen en un mito urbano que escuchó cuando pequeño en su natal Linares. "La Castigadora castiga a los hombres que golpean a las mujeres, los convierte en búhos y los pone en una caja para luego tirarlos a una noria. Esta historia es de allá por Yerbas Buenas (comuna de la provincia de Linares, en la Región del Maule)".
Historias como estas son las que mantienen a este artista en una constante creación. Ahora está concentrado en varios proyectos de gran tamaño y todo con la misma materialidad.
"Quiero hacer una pareja de moáis de más de tres metros y también un tractor a escala. Esos los tengo en mente, pero ahora estoy armando una moto de esas choperas que le llaman", cuenta Julio mientras camina hacia su casa taller donde se pueden encontrar una serie de materiales que este escultor cartagenino reutiliza con un sentido artístico y que está abierto para todo el público a un costado del camino.
"Quiero hacer una pareja de moáis de más de tres metros y también un tractor a escala. Esos los tengo en mente, pero ahora estoy armando una moto de esas choperas que le llaman",
Julio Bravo
1989 Julio Bravo llegó a vivir a Cartagena tras realizar su servicio militar en el norte.