Cartagena es un mar de lamentos por la cuarentena del fin de semana
La comuna balneario está cumpliendo su segundo fin de semana de encierro. Comerciantes dicen que lo están pasando mal.
Las playas y las calles de Cartagena ayer nuevamente estuvieron vacías. La comuna balneario comenzó así su segundo fin de semana en cuarentena tras su retorno a la fase 2 en el plan Paso a Paso, el pasado jueves 4 de febrero.
La congestión vehicular entre San Antonio y Cartagena se hizo otra vez notoria producto del control sanitario instalado en la avenida Antonio Núñez de Fonseca. Una gran cantidad de automóviles no pudo ingresar al tradicional balneario, ya sea porque sus ocupantes no presentaban el permiso correspondiente o por no cumplir con las normas establecidas.
En la plaza de Armas Vicente Huidobro el panorama era algo distinto. Al mediodía se veían personas haciendo filas en los pocos locales que se encontraban abiertos, con el fin de comprar alimentos. El contraste es muy significativo en comparación a lo visto en los fines sin esta medida de confinamiento, en donde la movilidad era mucho más constante.
"Los cartageninos lo estamos pasando mal con esta cuarentena, porque a pesar de las medidas, la gente de afuera sigue viniendo y sigue sin respetar las reglas sanitarias. No mantienen el distanciamiento social, apenas portan la mascarilla y no hay una fiscalización constante", afirmó la vecina María Garrido.
"Nosotros tenemos que quedarnos encerrados mientras que la gente de otras regiones sale a veranear. No lo considero justo", alegó la mujer.
Pérdidas
Eduardo Rojas, quien trabaja en un almacén familiar dedicado a la venta de alimentos y diversos artículos para el hogar en la avenida Cartagena, aseguró que la pandemia ha significado un gran obstáculo para su negocio.
"Hemos tenido pérdidas de hasta un 50% en relación a un verano normal. Los horarios son malos, porque aparte de que el fin de semana hay poca gente, debemos cerrar temprano por el toque de queda", reclamó Rojas.
"Se entiende que era necesaria esta medida, pero al final es el comerciante el que 'paga el pato'. A pesar de la cuarentena, nosotros debemos seguir trabajando, porque dependemos del negocio para poder subsistir", añadió el comerciante.
Mala medida
Ximena Aravena, dueña de la distribuidora Santa Javiera, fue mucho más crítica a la hora de evaluar el segundo fin de semana de cuarentena en Cartagena. "Ha sido malísimo. Nos mataron el verano definitivamente. Se suponía que durante el mes de febrero íbamos a recuperar las ganancias perdidas en enero, pero al final esta medida terminó por aniquilar esa esperanza. Para nosotros esta pandemia ha sido muy negativa porque tenemos que seguir pagando arriendo, cuentas de luz y otras cosas durante todo el año".
"Los cartageninos lo estamos pasando mal con esta cuarentena, porque a pesar de las medidas, la gente de afuera sigue viniendo y sigue sin respetar las reglas sanitarias".
María Garrido
2 fines de semana en cuarentena lleva la comuna de Cartagena tras el retroceso.