Talentosa quisqueña expone por primera vez sus bellos bordados
Gracias al apoyo incondicional de su familia, Laura Canelo se atrevió a mostrar su trabajo, el cual además le ha servido como terapia para enfrentar el lupus que la aqueja hace unos años.
Esta es la primera vez que la artista Laura Canelo expone sus trabajos ante el público. Por muchos años solo sus más cercanos tuvieron la suerte de conocer sus creaciones, la mayoría de bordados en crewel. "Cuando hacía un cuadro se lo regalaba a mis hermanas o amigos, pero jamás los mostré públicamente".
Su pasión por crear no nació de un día para otro, aunque desde muy pequeña supo que su vida estaría ligada al arte y las manualidades.
"Desde chica he bordado, he pintado y he tejido. Siempre he sido artesana y hago cualquier cosa con lo que tenga a mano. Incluso he retratado a toda mi familia y también pinto en óleo", cuenta mientras muestra algunos de los cuadros que actualmente expone en la plaza de El Quisco.
"Tenía 9 años y acompañé a una prima a Santo Domingo. Ahí había una señora muy linda sentada en un sofá tejiendo a crochet. Yo miraba sus manos porque eran preciosas pero ella pensó que miraba como tejía y de repente empezó a tejer muy rápido, muy rápido. Recuerdo que dije 'qué señora más egoísta'. Llegué a mi casa y con un cuchillo me hice un crochet y de ahí lo intenté hasta que me salió", recuerda.
Ese día le pidió a su madre que le enseñara a tejer y con la ayuda de unos clavos, lo intentó hasta conseguirlo. "Siempre hacía cosas estrambóticas. Una vez le hice a mi muñeca un buzo sin costura. Mi mamá me preguntaba cómo lo hacía y fue ahí que me puso "Giro sin Tornillo" porque desde chica andaba creando cosas".
Lupus
Hace unos años fue diagnosticada de lupus, una enfermedad que aparece cuando el sistema inmune -diseñado para combatir las substancias ajenas o extrañas al cuerpo- ataca a las células y tejidos sanos. A raíz de esto, comenzó a sufrir de insomnio, por lo que buscó varias alternativas para combatir la falta de sueño. Una de ellas fue el bordado.
"En las tardes también bordo porque debido al lupus en las mañanas me cuesta mucho levantarme, sobre todo en invierno por el frío. Prendo una cocina a leña que tengo y eso tempera la casa, de lo contrario, tendría que pasar todo el invierno en cama", confiesa.
"Ahora me pueden ver de 'civil' porque generalmente ando con térmicos. Este es un lupus bien jodido pero que está muy bien mantenido. En mi último examen el doctor me felicitó porque, al ser una enfermedad sicosomática, la he aprendido a llevar a pesar de lo difícil que ha sido", añade.
Apoyo
Para Laura, el apoyo incondicional de su familia ha sido fundamental para sobrellevar esta enfermedad y para terminar con sus ganas de "aislarse" constantemente.
"Fue mi familia la que me llevó a presentar mi trabajo. Mis hermanas, mi cuñado y mis hijos me protegen y son ellos los que me ayudan con la venta de mis cuadros (ríe). También agradezco a la municipalidad y a Fomento Productivo porque me dieron la oportunidad de presentar mis creaciones y además colocaron una carpa. Para mí el sol es veneno porque me daña la piel", señala.
Esta quisqueña recalca que sus cuadros no están hechos con la técnica de lanigrafía, que se caracteriza por el manejo de texturas a través de lanas, aplicado al bordado. "En mis bordados no hay nada plano, ni un dibujo como en la lanigrafía".
"También me dediqué al bordado florentino donde se juega con los degradé. En un cuadro me demoro tres meses".
-¿Cómo ha sido la recepción del público al ver tus cuadros?
- Algunos reconocen el trabajo que hay detrás y por eso están de acuerdo con el valor cuando me lo preguntan. Pero el otro día un tipo me dijo 'ni que fuera de oro la wea poh'.
"Siento mucho orgullo cuando la gente aprecia mi trabajo, pero lo que más me gusta es la reacción de los niños porque a ellos no les importa la plata. Ellos ven todo lo que hay detrás de un cuadro y sus comentarios siempre son los más trasparentes y desinteresados", reflexiona.
"Siento mucho orgullo cuando la gente aprecia mi trabajo, pero lo que más me gusta es la reacción de los niños porque a ellos no les importa la plata",
Laura Canelo