Botillerías y restaurantes: los más afectados con el confinamiento
Solo el comercio esencial puede funcionar durante la fase 1 y estos establecimientos dejarán de atender mientras dure la medida.
Solo el comercio esencial puede funcionar durante la cuarentena. Supermercados, farmacias, estaciones de bencina o almacenes de barrio están autorizados para atender durante el confinamiento.
Otros negocios, como las botillerías y los restaurantes, tendrán que cerrar hasta que el Ministerio de Salud anuncie el avance a la fase 2 del plan Paso a Paso.
Durante la cuarentena del año pasado, que duró entre el 9 de junio y el 28 de julio, el gremio de las botillerías reclamó reiteradamente por la prohibición de atender, cuando establecimientos como los supermercados sí podían vender alcohol.
A las puertas de una nueva cuarentena, el reclamo reflotó entre los representantes de este sector del comercio.
"Es complicado para las botillerías y se tiene que definir bien el tema de las fiscalizaciones, porque está todo como en el limbo. La semana antepasada tuvimos una reunión con el ministro de Economía (Lucas Palacios) y señalaba que las botillerías pueden abrir, porque o si no tienen que cerrar los supermercados", planteó el presidente del gremio de las botillerías en San Antonio, Cristian Lacalle.
El dirigente pidió reglas "claras y parejas para todos", ya que reconoció que no trabajar será para su sector un golpe del cual muchos botilleros no se recuperarán. "Varios van a caer en este proceso. Con la cuarentena anterior varios se reinventaron y pusieron almacenes con botillerías. Eso significa un costo", explicó.
Además, recordó que "los negocios de barrio viven del día, trabajan para los gastos y no tienen una cuenta de ahorro gigante para sobrevivir en este cierre por la cuarentena. Los créditos son hambre para mañana, hay que pagarlos. Está recomplicado para todos", admitió el administrador de La Patagua.
El dirigente de las botillerías dijo que "lo único que pedimos es trabajar. Lo que se tiene que hacer es restringir el flujo de gente. Es mejor ir a una botillería que a un supermercado que está lleno".
En el caso de los restaurantes algunos pueden funcionar con reparto a domicilio, pero como no atenderán público prescindirán de los garzones.
"Lo estudiamos y pensábamos que la cuarentena podía caer antes, no creíamos que funcionaríamos todo el verano. Contratamos a parte del personal, que eran cuatro personas, hasta febrero. El resto, que son cinco, seguirá para el delivery", precisó uno de los dueños de Araukasa, David Berríos.
Para el empresario gastronómico, la cesantía que se genera es la peor secuela de la cuarentena. "Obviamente baja el nivel de ventas considerablemente con el delivery y lamentablemente no se le pueden renovar los contratos a la gente que trajimos para este tiempo de verano. Esperamos que se levante pronto la cuarentena para volver a atender y contratar a la gente", proyectó.