Leo Riquelme
Los llamados a salir de la casa sólo para lo estrictamente necesario y la posibilidad de que las clases y los trabajos se sigan realizando masivamente de forma telemática por los próximos meses, llevó ayer al Gobierno a establecer la suspensión del cobro de "horas punta" por uso de electricidad durante cuatro meses, además de frenar el recargo por consumo existente para el invierno.
Con la determinación vía decreto oficial ahora se paralizará este tipo de cobros en abril, mayo, agosto y septiembre, y sólo se mantendrá para junio y julio.
"(La medida busca) fomentar la actividad económica, proteger el empleo y aportar al cuidado del presupuesto familiar", según explicó el Ministerio de Energía a través de un comunicado difundido al mediodía.
Las "horas punta" son aquellas en las que el sistema eléctrico presenta sus mayores niveles de consumo. Según indicó la cartera, históricamente estas han correspondido al período comprendido entre las 18.00 y las 22.00 horas entre abril y septiembre. Su fijación con un precio mayor busca desincentivar el consumo en ese lapso, con el fin de que los clientes racionalicen el uso de aparatos en ese tiempo.
El límite de consumo de invierno, en tanto, es una regla que desincentiva a los hogares a aumentar su consumo en esa estación y se calcula de acuerdo a lo que consumió cada cliente en los meses anteriores y se aplica como un cobro adicional por cada unidad de energía o kilowatt-hora consumida por sobre este referetente.
El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, recordó que esta medida ya rigió el año pasado entre agosto y septiembre, lo que ahora se extenderá. "A nivel de las pymes, comercio e industrias, permite compatibilizar mejor los turnos de trabajo con las restricciones de las cuarentenas, toques de queda y resguardos sanitarios", explicó en un comunicado el secretario de Estado.
Según investigaciones, entre marzo y mayo del año pasado, con cuarentenas, hubo un aumento en el consumo de los clientes regulados en Santiago de 40 %.