Pareja de enamorados pasteleros sueña en grande con sus tortas
Hay distintas formas de encontrar el amor y eso lo tienen claro Francisco Romero y Sabina Manzano, quienes están juntos hace casi un año y medio y hoy trabajan codo a codo por hacer la mejor torta helada de San Antonio.
Una solicitud de amistad en Facebook cambió para siempre la vida de Francisco Romero Ramírez (31) y Sabina Manzano Toro (30), la pareja detrás de "Chocolate & Menta", una repostería gourmet sanantonina que comenzó en diciembre del año pasado.
"Vi que teníamos varios amigos en común y la agregué a Facebook. Empezamos a conversar y hubo buena onda. Pasó una semana y nos juntamos en Llolleo, compramos unas cervezas y nos fuimos al parque DYR", recuerda Francisco.
Mientras los dos mantenían su primera conversación en ese típico rincón sanantonino, el telón de fondo era el estallido social. "Había gente por el lado de la desembocadura del río quemando forros (de neumáticos). Y entre el fuego y el humo, nos dimos un beso y ahí nos enganchamos", cuenta él.
"Y de ahí nunca más nos separamos", agrega entre risas Sabina. Pero esa no fue la única aventura que vivieron ese día. "Perdí la billetera en el parque y al otro día tuve que devolverme a buscarla. Cuando llegamos a la plaza de Llolleo y tomamos el colectivo me di cuenta de eso y le pedí al conductor que nos llevase gratis hasta Alto Mirador y después le pagamos. En verdad todo fue muy chistoso", señala Francisco.
El jefe
Tras esa primera e inusual cita se volvieron inseparables. "Somos puro amor desde el día uno", expresa ella. "Nos veíamos todos los días, desde ahí ella es mi todo, es mi mujer", agrega él.
Cuando ya habían cumplido un año de pololeo, alguien muy importante se sumó al clan. "Hace rato veníamos pensando en vivir juntos, pero un día salimos a comprar y afuera del negocio nos encontramos con un perro, el Rex", recuerda Sabina.
El estado de Rex los conmovió y los llevó a concretar sus planes como pareja. "Es un perro viejito. Cuando lo encontramos estaba mal, no se levantaba y estaba desnutrido. Él fue nuestro motor para vivir juntos y ya que no teníamos dónde dejarlo nos pusimos en campaña altiro para darle un hogar", expresa ella.
"El perro nos unió como pareja. Ahí decidimos irnos a vivir juntos y hacerlo por él", manifiesta Francisco. "Rex es nuestro hijo y se transformó en el jefe de Chocolate & Menta", remata riendo Sabina.
Nueva etapa
Luego de semanas de búsqueda, visitaron una casa antigua en el centro de San Antonio que les gustó. "Encontramos esta casa que tiene un patio enorme, por lo que era el lugar perfecto para tener al Rex", dice ella.
Además, resultó ser el sitio perfecto para comenzar un nuevo e importante proyecto juntos: Chocolate & Menta, el emprendimiento donde venden tortas heladas de distintos sabores, preparadas por ellos mismos.
Sobre este paso, él afirma que "nos lanzamos con todo y fue algo mutuo: trabajo, amor, querer estar juntos, el perro, es como una familia, es algo muy muy lindo".
Trabajo en equipo
Durante semanas, implementaron la cocina en una bodega abandonada que tenía la casa. "Fue harta pega, nos costó mucho, los dos limpiando, pintando con el maestro, nos demoramos como un mes en terminar la cocina", cuenta ella.
Luego del intenso trabajo, el 20 de diciembre del año pasado empezaron oficialmente con el emprendimiento.
-¿Alguno de ustedes estudió cocina?
-Francisco: yo estudié Cocina Internacional en Valparaíso y hace cuatro años estaba vendiendo tortas heladas, pero mi emprendimiento se llamaba Repostería Francisco y cuando nos enamoramos decidimos hacer esto de la pastelería juntos.
-¿Y tú, Sabina, a qué te dedicabas antes?
-Yo soy sicopedagoga y cuando conocí a Francisco estaba trabajando como asistente de aula en una sala cuna, pero, como ahora es difícil encontrar pega, hago clases particulares. Además de trabajar en nuestro negocio.
-¿Cómo ha sido explorar el mundo de la repostería?
-Es harta pega. Antes de convertirnos en socios, yo lo veía trabajar y se notaba que era mucho, pero ahora que estoy desde adentro me doy cuenta de todo el trabajo que implica, de verdad, admiro demasiado a Francisco.
-¿Y los dos cocinan en Chocolate & Menta?
-Sabina: Sí, los dos cocinamos, él me ha enseñado.
Pasión compartida
Cuando Sabina y Francisco se conocieron lo que les llamó la atención fue que compartían "el humor negro y pesao", dice él. Pero hubo otro factor en común que fluyó en los primeros meses de relación: el amor por la comida.
Él recuerda que en los primeros meses de pololeo "ella vendía pan y yo la ayudaba, preparábamos comidas juntos, cosas de pololos. Nos compartimos comidas y recetas y nos fuimos complementando. Por eso se dio la confianza para que comenzáramos el proyecto juntos".
-¿De dónde viene el amor por la cocina?
-Francisco: De mi familia. Mi mamá era buena para hacer algunas comidas y mi papá era matarife, tenía una carnicería al frente de la plaza de Lo Abarca. Yo lo ayudaba y de él aprendí de carnicería. También de mi abuelita Rosita, a quien le gustaba hacer cosas dulces. Aunque cuando era niño me echaban de la cocina, porque me decían que no sabía cocinar (...), y ahora cuando mi familia se junta soy yo el que cocino.
-Sabina: Yo creo que mi amor por la cocina viene por mi mamá, ella cocina súper rico y siempre le ha gustado hacer comida sana y saludable. Siempre la ha puesto harto ñeque a la cocina, desde que nosotras (ella y su hermana) éramos chicas.
Al igual que a su pareja, a Sabina tampoco le iba bien en la cocina familiar. "A mi mamá le gustaba cocinar solo a ella. Yo le insistía que me enseñara a hacer otros platos, como cazuela, pero empezaba a decirme 'no, pero así no se hace, lo estai haciendo mal' y como a mi no me gustaba eso, no cocinaba. Por eso cuando conocí a Francisco empecé a mejorar la mano, me he ido perfeccionando, porque él me da las recetas".
Metas
Con tres meses de trabajo, el emprendimiento de la pareja ya tiene resultados positivos. "Tenemos mucha más clientela que la que tenía Francisco cuando estaba solo, se ha ido sumando más gente y de todo el litoral, de Cartagena, El Quisco", comenta Sabina.
La fama que han ido adquiriendo los ha llevado a trabajar con mayor convicción en este emprendimiento y sueñan en grande sobre su futuro. "Queremos ser el negocio más popular de tortas heladas de San Antonio", declara Francisco.
Es por esto que cada día, además de sus respectivos trabajos, dedican varias horas a la preparación de las tortas. "Nos esforzamos y trabajamos harto porque a largo plazo queremos tener una cadena a nivel nacional, sucursales para abarcar todo el país. Me gustaría que mucha gente probara nuestro producto", afirma con seguridad Francisco sobre el futuro de Chocolate & Menta.
"Había gente por el lado de la desembocadura del río quemando forros (de neumáticos). Y entre el fuego y el humo, nos dimos un beso",
Francisco Romero
"Mi amor por la cocina viene por mi mamá, ella cocina súper rico y siempre le ha gustado hacer comida sana y saludable",
Sabina Manzano.