Gatos aburridos le dieron la idea de un negocio a joven de El Quisco
Camila Gutiérrez construyó junto a su pareja un rascador para sus mascotas. Subió una foto a sus redes sociales y comenzaron los pedidos.
No solo los seres humanos se aburren por las consecuencias del encierro que provocó la pandemia del covid-19 y las medidas que restringen las salidas desde las casas. Las mascotas también muestran secuelas de esta nueva realidad que se vive en los hogares.
Camila Gutiérrez Gutiérrez (25) notó que sus cinco gatos de aburrían y no tenían con qué jugar.
"Buscando con qué podían entretenerse, especialmente cuando no estaba con ellos, di con los rascadores para gatos. Me pareció una idea súper novedosa y se le podía sacar mucho provecho, por el simple hecho de que con uno se podían entretener todos, el tema era el costo", explicó la joven de El Quisco.
-¿Eran muy altos los precios?
-Primero no vendían acá en El Quisco, que es donde yo vivo y poco había en otras comunas de la provincia. Entonces, sí o sí lo habría tenido que encargar a Santiago. Segundo eran carísimos y al ser algo grande, el envío también era muy costoso.
Trabajo
Pagar un elevado costo, por algo que quizás era de buena calidad, no estaba al alcance del presupuesto de Camila Gutiérrez, ya que sentía que la situación económica no estaba para realizar un gasto tan alto por un juguete para sus gatos.
"Me podía arriesgar a gastar esa plata y que el producto no fuera bueno y ahí no tendría mucho más que hacer. Entonces, por lo mismo no quise comprar inmediatamente y pensé que poco a poco podía juntar el dinero y ahí comprarlo", contó.
Sin embargo, a su pololo se le ocurrió otra idea. Se podrían ahorrar parte del dinero si ellos confeccionaban el rascador para los gatos de Camila.
Jersone Sáez Carreño (26), su pareja, trabaja en el rubro de la construcción y sabe usar algunas de las herramientas necesarias para la confección de los rascadores. Sin embargo, Camila tenía algunas dudas sobre el éxito de la empresa que iniciarían.
"Yo soy secretaria y cuando me dijo que nosotros hiciéramos el rascador, pensé cómo yo podía adornarlo. Era casi imposible pensar que podría cortar la madera. Afortunadamente, por el trabajo que él tiene, podíamos hacerlo y resultó bastante bien", explicó.
Con la idea planteada, buscaron un diseño que les pareció el adecuado, compraron materiales y se pusieron manos a la obra en septiembre del año pasado.
-¿Cómo fue el resultado?
-Pienso que fue más de lo que esperábamos. Me sorprendió que el primero que hacíamos quedara tan bien hecho y tan lindo, porque una cosa es que esté hecho y otra que esté bien hecho y se vea bien. Nosotros lo conseguimos en el primer intento y fue genial.
Todos se enteran
Varios de los amigos de Camila Gutiérrez tienen gatos y algo usual en sus redes sociales era subir fotos con sus mascotas.
Hasta que en una oportunidad, en septiembre de 2020, subió una foto del nuevo producto de entretención que tenían sus felinos.
No demoraron en llover las preguntas acerca de dónde lo había adquirido y cuánto le había costado.
"Cuando decía que yo lo había hecho con Jersone, se sorprendían de inmediato y no lo podían creer. Decían que era mentira, porque estaba muy lindo como de tienda, causaba mucha risa todo eso, pero al final todos nos entendían que era verdad que nos habíamos atrevido a hacer esto", sostuvo entre risas la secretaria.
-¿Cuándo decidieron que podían vender el producto?
-No fue algo inmediato, sino que después del asombro de todos mis amigos por el rascador, vinieron las preguntas de cuánto cobrábamos por hacer uno y eso fue algo que no nos habíamos planeado, porque cuando yo publiqué la foto fue porque salían mis gatos, no para venderlos.
-Entonces, ¿pensaban descartar esa idea?
-Es que fue algo que debíamos conversar, porque lo hicimos entre los dos y Jersone trabaja en San Antonio, porque es de allá y yo estoy en El Quisco, pero nos dimos cuenta después que quizás no era mala idea, sobre todo con lo mucho que les gustaba a mis gatos lo que les hicimos.
Retiro AFP
Para iniciar el negocio necesitaban capital para comprar materiales, fabricar nuevos rascadores y comenzar a tomar pedidos, al menos de sus conocidos, en primera instancia.
Las dudas surgieron en ese momento, ya que si compraban los materiales para confeccionar el producto la inversión se podría perder si no contaban con compradores.
"No quería que si no había hecho el gasto, que creía innecesario, en un rascador caro, mucho menos lo haría en materiales para hacer gateras que quizás no se venderían. De alguna forma nuestra solución llegó en el momento menos esperado y fue ideal para lanzarnos en esto", aseguró Camila Gutiérrez.
Como el primer retiro de fondos de pensiones partió el 30 de julio y ellos comenzaron su emprendimiento en septiembre, pudieron usar ese dinero como inversión.
"Tuvimos en cuenta esa plata y dijimos que algo se podría hacer, además, si no nos arriesgábamos, nunca nos enteraríamos cómo resultarían las cosas, teníamos que atrevernos y resultó espectacular, porque los pedidos que recibimos fueron muchos", recordó sobre el momento inicial del emprendimiento.
-¿Resultó la inversión?
-Yo creo que todos los desafíos tienen su riesgo y en nuestro caso nos pasó que en algunos momentos no había madera y eso implicaba que nos atrasábamos un par de días en una entrega, pero siempre cumplimos. Ahora es complicado el tema de las restricciones y las cuarentenas, porque no vivimos en las mismas comunas, pero buscamos soluciones.
Su emprendimiento, Mundo Mao, es un pequeño homenaje al gato que lleva más tiempo junto a Camila.
"Como el Mao es el gato más antiguo que tengo, quería que estuviera más activo, porque lo veía aburrido y buscando nombres dijimos La Pandilla de Mao, pero ellos, al estar siempre los cinco juntos son un mundo aparte y así llegamos al Mundo Mao".
Catshop
Los gatos son animales independientes, pero de todas formas requieren muchos cuidados.
Camila Gutiérrez necesitaba algo para que sus felinos se entretuvieran cuando ella salía a trabajar, pero no encontró alternativas en la zona.
"Acá en la provincia, sobre todo en la costa hay una necesidad y es que los que tienen mascotas, más allá de un perro, que es lo común, no tienen mucho dónde comprar productos y siempre tenemos que encargar cosas a Santiago o Valparaíso", reclamó Camila Gutiérrez.
-¿Podrías hacer algo para satisfacer esa necesidad de los catlovers?
-Me encantaría tener mi propio catshop, que es una tienda donde se venden productos exclusivamente para gatos. Creo que la gente lo apreciaría mucho, porque al final se está pensando en más de una mascota, no solo en las más comunes.
-¿Continuaría con los rascadores?
-Por supuesto, porque sirven mucho para entrenar a un gato y que no arañe paredes o sillones. Creo que es un plan a futuro con el que me podría convertir en mi propia jefa. He visto lo mucho que me ha servido atreverme a emprender y ahora no quiero parar.
"Me encantaría tener mi propio catshop, que es una tienda donde se venden productos exclusivamente de gatos y siento que la gente lo apreciaría mucho",
Camila Gutiérrez, emprendedora de Mundo Mao.
"Es un plan a futuro con el que me podría convertir en mi propia jefa. (...) Me ha servido mucho atreverme a emprender y ya no quiero parar",
Camila Gutiérrez inició una empresa el año pasado.