Venezolanos le ponen un toque caribeño al sushi
Con ingredientes propios de su país, una pareja de migrantes le da un sabor distinto a la preparación asiática en su local de calle Maestranza, Barrancas.
Hace cinco años que Kimber Josué García Flores (25 años) vive en Chile. Salió de su natal Venezuela a los 19 buscando nuevos horizontes y llegó hasta Buenos Aires. Al poco tiempo su mujer, Elcy Nazareth Villasmil Quintero, siguió sus pasos, pero la economía del vecino país comenzó a decaer e hizo que este joven matrimonio decidiera emprender otra aventura para conseguir la estabilidad.
"Cuando a los 19 años emigré a Argentina, estuve tres meses buscando trabajo. Conseguí como lavaplatos y luego como cocinero. Luego llegó mi esposa y comenzó a trabajar como garzona en el mismo restaurante", recuerda Kimber.
Cuando comenzó la devaluación de la moneda argentina, decidieron venir a probar suerte a Chile, ya que sintieron que se estaba desarrollando el mismo proceso que en Venezuela y antes que volver a vivirlo, prefirieron comenzar otra vez de cero.
"Llegamos a Chile con 500 dólares, arrendamos una pequeña habitación en Santiago, ella consiguió trabajo al mes y yo tuve que esperar ocho meses hasta que salió mi documento; mientras descargaba camiones en La Vega", relata.
Agrega que "con papeles en mano, comencé a trabajar como ayudante de cocina; a los tres meses me ascendieron a maestro y luego de eso conseguí trabajo en Enjoy como auxiliar de bodega. Gracias a un pequeño aprendizaje que tenía relacionado con logística, a los meses me dieron el puesto de encargado y me trasladaron a Enjoy San Antonio", explica Kimber, con relación a su llegada hasta este puerto.
Sushi
Junto a su mujer se pusieron en campaña para ahorrar y luego de casi tres años, lograron comprar el derecho a llave de Kazoku Sushi, el local de sushi que tienen en común y que está ubicado en la calle Maestranza de Barrancas.
"Siempre he tenido más de un trabajo a la vez, soy de mucho esfuerzo por lograr lo que me propongo. A los dos meses que comenzamos con el local, cerraron Enjoy por la pandemia, pero mientras trabajé ahí, me venía corriendo por las tardes a continuar trabajando en el local", señala Kimber y agrega que pocos meses duró ese training, porque se decidió por dedicar tiempo completo a Kazoku.
Este joven venezolano cuenta además que cuando recién habían comenzado con el sushi, se metieron a robar en el local. "Los dos nos habíamos inscrito en el Aiep para estudiar administración logística yo y administración de empresas mi mujer. Lamentablemente, tuvimos que retirarnos y reinvertir ese dinero en la compra de nuevas máquinas, productos e insumos. Hicimos todo: declaración, policía, pero conseguimos recuperar nada", relata.
-¿Cómo aprendieron a preparar sushi?
-La exdueña se comprometió a enseñarnos y al momento de vender, se quedó un mes y nos enseñó lo básico, luego fuimos aprendiendo más y más a través de cursos online, buscando información, sacando nuevos productos, creciendo e innovando.
"El sushi y el delivery crecieron mucho durante la pandemia. Nuestros productos, distintos a los demás sushis, han logrado llamar la atención de las personas porque no se encuentran en otro lugar de la provincia. Son productos exclusivos como el samurai roll envuelto en nori frito y con un topping de salsa dinamita, muy utilizada en Venezuela, acá no la conocen; otra salsa que nos piden es la Fuji en la que utilizamos ingredientes secretos de la casa", cuenta sonriendo y agrega que el Tentación roll es otro de los favoritos de los sanantoninos: "preparado con los más frescos ingredientes y envuelto en plátano frito, número uno en los pedidos".
Kazuku tiene página en Instagram (@kazukosai). El delivery está siempre disponible. El horario de atención es entre las 15.00 y 21.30 horas. Están ubicados en calle Maestranza 1595 y el teléfono de contacto es 352294803 ó el WhatsApp +56 949175846.
San Antonio
Sobre San Antonio, Kimber dijo que "es una ciudad tranquila para vivir, mucha gente buena, pero también hay mucha xenofobia y no entiendo por qué si hay tanto extranjero viviendo acá. Lo único que puede decir es que nosotros estamos enfocados en lo que hacemos y trabajamos por ello. Tengo 25 años y quiero tener una vida, quiero que mis futuros hijos estén bien, no quiero que estén en la calle.
"Vengo de una crianza donde en casa se enseña todo y el crecimiento de una persona tiene sus bases en lo que le entrega la familia. En Argentina limpiaba pisos, no pueden discriminar porque no saben el esfuerzo que hace cada persona por estar bien", reflexiona.
Kimber tiene pensado, en el futuro cercano, agregar la venta de otro tipo de comida, como la hamburguesa. "Aún es una idea, pero por la pandemia no podemos arriesgarnos a invertir. Mientras tenemos todo lo necesario", concluye.
El delivery de Kazoku es en San Antonio hasta San Sebastián, mientras dure la cuarentena. Luego, cuando todo se normalice, llegarán hasta Santo Domingo. También van a Agua Buena y San Juan.
"Nuestros productos no se encuentran en otro lugar de la provincia",
Kimber García.