Motociclista que sufrió accidente relató su milagrosa recuperación
Christopher Pinto Silva (26) chocó contra un colectivo la noche del 13 de octubre del 2018.
"Dios le dio a mi hijo una segunda oportunidad". Las palabras corresponden a Jacqueline Silva (57) refiriéndose a la asombrosa recuperación que tuvo Christopher Pinto luego de que en 2018 sufriera un grave accidente vehicular que lo mantuvo casi al borde de la muerte.
Los hechos sucedieron la noche del sábado 13 de octubre. En ese momento el joven conducía su motocicleta camino a su casa cuando colisionó de forma violenta contra un colectivo en la calle Luis González.
Aquel impacto provocó que Christopher cayera abruptamente sobre una acera con diversas fracturas en sus costillas y serias heridas en sus órganos internos, siendo derivado en dicha oportunidad al hospital Claudio Vicuña de San Antonio y luego al Carlos van Buren de Valparaíso.
La gravedad de sus lesiones hacía pensar a muchos que el joven no lograría recuperarse. En la actualidad el panorama es muy distinto, puesto que el joven motoquero está más sano que nunca y con una vigorosa energía que muchos se la atribuyen a un milagro.
Así lo confiesa su madre Jacqueline, quien señaló a Diario El Líder que "usted lo mira y cuesta creer que mi hijo se encontraba grave. Está como si nada le hubiese pasado. Fue sin duda un milagro de Dios, nada más que eso, puesto que él siempre fue sano".
La madre contó que "ese día del accidente estaba trabajando cuando de repente sonó mi celular. Recuerdo que una señora que era una pobladora de la calle donde ocurrió el accidente me habló por el celular de mi hijo y me comunicó que lo había chocado un colectivero y que el chofer se había dado a la fuga".
Jacqueline prosigue su relato diciendo que "lo primero que hice ese día fue ir de inmediato al hospital para saber que le había pasado. Fue en urgencias cuando observé a mi niño inconsciente siendo bajado de la ambulancia, con una serie de tubos en su cuerpo. Me acuerdo que él me alcanzó a decir que se estaba muriendo cuando me acerqué. Yo no pude aguantar mis lágrimas al verlo en ese estado. Fue muy terrible todo".
Christopher agregó que "me acuerdo que no podía respirar en ese momento. Una señora que se encontraba en el lugar me vio y comenzó a ayudarme. Me decía que debía mantenerme despierto. El resto no puedo recordarlo bien ".
-¿Pensaste que no saldrías de esta?
-Sí. Lo último que me dije esa noche fue que iba a ser mi fin, así que me entregué a Dios. En ese momento no podía hacer otra cosa.
Cristopher fue sometido a siete intervenciones quirúrgicas, con el fin de reconstruir por completo sus órganos que se vieron seriamente dañados debido al accidente.
"Básicamente me tuvieron que rehacer todo. Mi bazo lo perdí a causa del fuerte impacto que sufrí. Mi traquea también resulto dañada por lo que tuve que aprender a hablar. También tuve que aprender a caminar de a poco. El proceso fue de verdad duro", expresó el motoquero.
-¿Cómo se recuperó ?
-Ni yo sabría decirlo, pero siento que en el fondo pude sobreponerme porque nunca dejé de creer en Dios. Pienso que él fue el que me dio la fuerza para continuar y no desfallecer.
Jacqueline asegura que "tampoco perdí la fe en ningún momento. A pesar de que los médicos me decían que me despidiera porque ya no había nada que hacer".
-¿Fue difícil aceptar ese diagnóstico?
-Por supuesto. Por el diagnóstico que daban decían que lo más seguro es que no se salvaría. Pero yo me puse firme y les dije que si mi hijo entró vivo al hospital, yo me iba a quedar ahí hasta que pudiera salir con él en ese mismo estado.
La madre relata que "Christopher estuvo siete meses internado en el hospital Van Buren de Valparaíso".
Nueva vida
Christopher Pinto Silva tiene 26 años y trabaja en el puerto. El joven además es padre de un niño de dos años.
-¿Cómo te sientes actualmente?
-Me siento cada vez más agradecido con Dios por haberme brindado esta oportunidad. Yo creo que fue él el que me permitió poder seguir en este mundo con mis seres querido.
-¿Y el motociclismo?
-No lo he dejado porque es mi gran pasión. Yo practico esto desde que tenía 12 años. Aún sigo juntándome con mis amigos motoqueros. Ellos también me prestaron todo su apoyo cuando sufrí el accidente.
-¿Quedó con secuelas?
-Cuando me pasó esto, me dio un enorme bajón, puesto que no podía comer de forma normal y tampoco hablar. Yo pensaba que me iba a quedar postrado para siempre. Pero fue Dios el que me otorgó una nueva oportunidad en la vida.



