Hernán Díaz Arrieta: Alone
por Yvaín Eltit, presidente Sociedad de Folclor Chileno.
Hernán era hijo de Francisco de Paula Díaz Rodríguez y Teresa Arrieta Cañas. Nació el 11 de mayo de 1891 en Buin (provincia del Maipo) en el campo de su abuelo, donde pasó toda su niñez. Recibió una educación particular, luego en el Instituto Comercial de Santiago, y brevemente en la Escuela Dental. Más tarde ingresó a trabajar al Registro Civil, donde afirmó de esta experiencia como un "continuo ocio remunerado y fiscal", aquello le permitió cultivar su vocación autodidacta.
Hernán empleó una multiplicidad de seudónimos, algunos de ellos: Alba Serena, Alter Ariel, Azrael, Bentineck, Ever, Foch, Gil del Río, Nadie, Nanreh de Zaid, Odín, Oliver Brand, Pedro Gil, Pedro Selva, Pere-Jill y Uno. Sin embargo, el nombre que le consagrará tiene su confidencia en el libro "El Santiago que se fue: Apuntes de la memoria" (2013) en el capítulo "La viuda de Vicente Blasco Ibáñez", donde el escritor Oreste Plath señala "El de Alone tiene su historia: una dama que le otorgaba una preferencia a su maestría como crítico literario, Mariana Cox, por allá por el año 1910, quiso presentarse a un concurso literario de cuentos y los firmó con el seudónimo de Alone. Ni cuentos ni seudónimo aparecieron, no los envió al certamen, y Hernán Díaz Arrieta resolvió usar ese seudónimo para exteriorizar su aprecio y respeto a la escritora".
La primera vez que Alone visitó la provincia de San Antonio fue siendo tan solo un veinteañero, deseando conocer el mar, llegó al balneario de Las Cruces donde se topó con la casona del abogado Alfredo Barros Errázuriz (1875-1968), gracias a este encuentro asume como secretario de redacción del Diario La Unión de Valparaíso.
Díaz Arrieta con frecuencia afirmaba "No estoy ni he estado nunca solo, me he sentido siempre solo", en esta búsqueda edificó su casa de veraneo en Cartagena, rodeada por un tranquilo bosquecito y con brisa marina, llamándola "Villa Diego", además compró una motocicleta para sus recurrentes viajes al litoral.
Jamás dejó de escribir con su pluma abierta y franca, lo que le valió una crónica literaria dominical en el Diario "El Mercurio", transformándose en un verdadero tribunal para la intelectualidad de la época, damas y caballeros llegaban al delirio por ser merecedores de un solo párrafo de Alone.
Con seleccionados amigos, entre ellos nuestra poetisa Gabriel Mistral (1889-1957), quien le alojó gustosa en su residencia de Nápoles, Italia.
Entre sus reconocimientos destacan el Premio Nacional de Literatura (1959), miembro de las Academia Chilena de la Lengua y Academia Chilena de la Historia, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Chile.
Alone falleció el 24 de enero de 1984 en Santiago a los 92 años.