Nicolás Labra G.
Un mal despeje de Santiago Wanderers, con una buena intervención de Ángelo Henríquez para habilitar a Joaquín Larrivey, bastó para que Universidad de Chile ganara 1-0 en Rancagua y calmara las aguas en el club tras la derrota en el Superclásico ante Colo Colo.
Lo positivo solo fue el resultado, porque lo que no puede soslayar Rafael Dudamel es el bajo rendimiento de sus pupilos, a los que les cuesta mucho hilvanar más de dos o tres jugadas de real peligro.
Para peor, y pese al retorno a la titularidad de Pablo Aránguiz, es que Dudamel, apenas en el minuto 3, perdió por lesión a Marcelo Cañete, que sintió una molestia en el aductor de su pierna derecha.
Ingresó Mario Sandoval y con eso les dio más libertad al propio Aránguiz y Gonzalo Espinoza. Ya al '8 avisó Larrivey de zurda tras asistencia de Henríquez. La fórmula se repetiría al '18. Tras centro de Aránguiz, un mal despeje de la zaga permitió que Henríquez pinchara el balón y el argentino definió con una derecha cruzada al palo diestro de Mauricio Viana.
Pudo empatar Wanderers al 28' tras un penal cobrado inicialmente por el árbitro Juan Lara debido a una mano de Osvaldo González tras centro de Néstor Canelón. Cuatro minutos después, y tras revisar el VAR, desestimó su cobro.
Los verdes, que tienen un plantel muy joven, fueron más por entusiasmo que por calidad técnica y tuvieron dos disparos desviados al cierre del primer tiempo, donde arrinconaron a la "U".
No pudieron replicar ese mismo ímpetu con claridad al inicio del segundo lapso y de hecho Larrivey estuvo cerca de sellar el duelo al '58, tras no llegar bien con la punta del botín tras el centro de un córner. Replicaron los porteños con un cabezazo del zaguero José Manuel Aja que salió cerca del palo.
Se movieron los bancos, con tres cambios de los azules y dos de Ronald Fuentes, pero no se movió el marcador. El segundo triunfo en cinco duelos deja a la U octavo con ocho unidades, mientras que Wanderers sigue sin puntos en el peor inicio de su historia.
Dudamel, junto al triunfo, recibió una buena noticia de Rodrigo Golberg: el actual directorio no puede despedirlo mientras esté el proceso de venta, que se sellará a fin de mes, quedando su futuro en manos de los nuevos controladores.