El cantante que trajo al Litoral Central todo el sabor de la música colombiana
Leonardo Flores, vocalista y percusionista, vino a probar suerte a Chile y quedó encantado con la belleza de El Quisco, donde finalmente se radicó junto a su mujer y sus dos hijos.
Hace cinco años y tres meses el colombiano Leonardo Flores Alcázar (38) arribó a Chile buscando nuevas oportunidades laborales.
Su gran pasión es la música. Tiene una carrera artística de más de 20 años, tiempo en que se ha presentado en varios países de Latinoamérica.
"Gracias a la música pude visitar Panamá, Venezuela y Brasil, por ejemplo, pero nunca había venido a Chile. La oportunidad simplemente se dio y la aproveché, porque vine a trabajar", asegura.
Un trabajo
Cuando Leonardo llegó a Chile, lo hizo sin su familia, pero sí con tres compatriotas con los que tenía un grupo musical.
Los músicos se establecieron primeramente en la capital, donde durante cuatro meses trabajaron en un restaurant. "Nos contrataron como músicos para todo el verano y tocábamos salsa, bachata, cumbia, reguetón, de todo. Me vine netamente por trabajo", insiste.
-¿Cómo llegó a la provincia de San Antonio?
-Como ya llevábamos varios meses en el país, fuimos conociendo otros lugares con los colegas. Así llegamos a El Quisco y me encantó. Es un lugar muy tranquilo en comparación con Santiago y supe desde el primer momento que si me quedaba en Chile, quería radicarme acá.
-¿Le gustó solo por la tranquilidad?
-Bueno, esa es una de las razones, pero también se debe al lugar del cual yo vengo. Siempre viví en Cartagena de Indias, que es una zona costera, entonces me recordaba a mi país, pero también me ofrecía la tranquilidad que uno siempre anda buscando.
La posibilidad
Tras los cuatro meses en el restaurant de Santiago, Leonardo pensó que Chile tenía mucho que ofrecerle a su familia. Él había quedado fascinado con el Litoral Central y tenía la certeza que a su esposa y a sus dos hijos también les gustaría.
Durante mucho tiempo había conversado con su mujer sobre la posibilidad de abandonar Colombia con el fin de dar a conocer su talento artístico más allá de las fronteras de su país natal.
"Viajar a Chile no fue una idea tan alocada para nosotros, porque muchas veces hablamos de que yo podía crecer un poco más en la música en otro país. Cuando encontré cosas tan buenas en Chile, me di cuenta que esta era la oportunidad", detalla el artista.
-¿Cómo lo hizo para traer a su familia?
-Me devolví a Colombia y le planteé todo a mi esposa. Ella sintió que radicarnos en este país era una muy buena idea también. Ya con todo decidido, volví a Chile para dejar todo listo para cuando ellos llegaran.
En familia
Leonardo Flores está casado hace ocho años y tiene dos hijos, de 12 y 5 años, quienes finalmente llegaron a vivir a la casa que el había arrendado y habilitado en El Quisco.
En esa época, el hijo menor del matrimonio tenía solo seis meses, pero eso no fue impedimento para iniciar una nueva vida en un país que, a su juicio, les podía ofrecer un mejor futuro.
"Sabía que no me haría conocido con solo llegar acá en el área de la música. Tenía que trabajar para que la gente me reconociera como músico, y mientras tanto, teníamos que vivir de algo para mantener a nuestros dos hijos. Así que empecé trabajando como garzón y ahí nos fuimos afirmando", dice el simpático colombiano.
En el mundo de la música, Leonardo es conocido como Leo Santi y, previo a la pandemia, se presentó en varios locales de la comuna de El Quisco, especialmente durante el verano.
"Mis dos compañeros también se quisieron radicar en Chile, pero por distintas oportunidades que se nos fueron presentando, nos separamos, pero nunca de mala forma", asegura.
-¿Le costó darse a conocer artísticamente?
-La música, en general, me ha dado muchas oportunidades, eso no lo puedo negar. Pero a medida que me atrevía a intentar cosas nuevas, mejor me iba. No solo soy cantante, también soy percusionista y eso me hace más multifacético.
Sonora
Leonardo Flores confiesa que también la suerte lo ha acompañado en esta aventura. A los pocos meses de instalarse en el país, fue contactado por la conocida Sonora Dinamita, un grupo colombiano que lo invitó a ser su bonguero.
"Tocaba el bongo en la sonora en los eventos que se daban acá. Por supuesto, con el tema de la pandemia toda la actividad artística quedó suspendida hasta hoy. Cuando apareció el coronavirus también estaba tocando en otros locales con un grupo que formamos", comenta.
El nuevo grupo, llamado Mixtura, también es una sonora que tiene a Leonardo como cantante hace dos años.
-¿Le ha gustado su experiencia en el Litoral Central?
-De todos modos. El grupo que creamos es multicultural, porque hay miembros de Venezuela y Perú también. Nos hemos estado preparando de la mejor forma durante estos meses de pandemia para cuando las cosas vuelvan a ser como antes. Queremos entregar nuestra cuota de sabrosura con la salsa.
Chile y el futuro
Iniciar una nueva vida lejos de su natal Cartagena de Indias no fue fácil para la familia de Leonardo. "Sentíamos que el frío era demasiado, sobre todo por el lugar del que nosotros veníamos, que era más caribeño, pero con el paso de los años nos hemos acostumbrado, especialmente mi hijo más pequeño", cuenta entre risas el vocalista y percusionista.
-¿Cómo ha sido el tema laboral?
-Siento que hacemos un muy buen equipo con mi esposa. Yo vivo principalmente de la música y para eso hay que sacrificarse harto. Mi esposa, por su parte, trabaja en una panificadora en El Tabo, lugar donde ha ido ascendiendo en cargos por su buen desempeño. Siempre tratamos de coordinamos de la mejor forma.
-¿Y el recibimiento de la gente cómo ha sido?
-Siempre hemos tratado de tener buena onda con la gente, como se dice, porque uno es el recién llegado. Algo que siempre destaco es que admiro mucho a las grandes amistades que he hecho en Chile, porque, además, son un gran apoyo para mí y mi familia.
Pese al buen pasar que han encontrado en El Quisco, Leonardo y su familia no descartan seguir recorriendo otras latitudes. "Mi hijo más grande siempre nos dice que le gustaría estudiar en Europa o en el extranjero, entonces nosotros con mi esposa, que ya hemos cambiado de país una vez, creemos que sería bueno acompañarlo en una nueva aventura de darse esa oportunidad, pero claro eso es algo que se tiene que analizar más profundamente", reflexiona.
"Conocí El Quisco y me encantó. Es un lugar muy tranquilo en comparación con Santiago. Desde el primer momento supe que si me quedaba en Chile, quería radicarme acá",
Leonardo Flores
"Tenía que trabajar para que la gente me reconociera como músico, y mientras tanto, teníamos que vivir de algo (...). Así que empecé trabajando como garzón y ahí nos fuimos afirmando".
"No solo soy cantante, también soy percusionista y eso me hace más multifacético".