Parvularia encontró una veta artística y ahora pinta tazones para vender en redes sociales
La Navidad pasada, Marcia Ramírez quería regalar algo con significado a sus seres queridos, pero no encontró lo que buscaba. Su marido la motivó y ahora recibe pedidos de sus clientes.
Para la Navidad del 2020, Marcia Ramírez Cabrera (37) quiso hacer un regalo distinto y con significado para su familia.
Pensó como primera idea en regalar tazones, pero quería que este regalo fuera particular y especial para cada persona que lo recibiría.
"Sentía que los tazones era lo que más usaba la gente y que fuera pensado para cada uno de ellos, era todo lo que buscaba. Quería salir un poco del tazón estampado o el típico que uno ve en oferta en Navidad u otras festividades", detalla Marcia.
"Puedo hacerlos"
Marcia Ramírez comenta que siempre ha tenido muchas habilidades manuales, sin embargo, no se tenía mucha confianza sobre el resultado de su idea para regalar.
Es educadora de párvulos en un jardín infantil en Llolleo y es madre de dos niños de dos y seis años.
Después de mucho buscar lo que quería regalar en Navidad, no sabía qué hacer para llevar a cabo su plan.
"Todo lo que ofrecían era lo clásico en cuanto a los tazones. Eran muy chicos, por ejemplo, entonces no encontraba nunca lo que yo quería, ni siquiera en emprendimientos, que por supuesto, también eran una opción para mí", comenta.
-¿Se rindió?
-Para nada, solo que las opciones se me estaban agotando, pero mi marido llegó con una idea. Como no encontrábamos lo que queríamos, me dijo que quizás era mejor que los hiciera yo, me pareció un desafío, pero tenía tiempo para ver cómo me iba con el tema.
Pese a que era un desafío, Marcia Ramírez se atrevió y con su esposo compraron algunas tazas para probar.
"No tenía idea sobre el tema de la pintura en la loza, pero sabía que era algo distinto, como ya había tomado la decisión de hacerlo. Busqué algunos tutoriales en Youtube y fui aprendiendo la técnica y los cuidados que debía tener para hacerlos. Me acuerdo que me atreví solo con pintura negra, blanca y un pincel", recordó la vecina de Santo Domingo.
Ejercer
Como es educadora de párvulos, Marcia se encuentra teletrabajando, por lo que puede distribuir de mejor forma su tiempo, sobre todo después del cambio que tuvo su vida.
"A mis familiares les encantó el regalo y se reían mucho, porque realmente cada tazón estaba pensado en ellos. Me acuerdo que mi marido les sacó una foto cuando los tuve listos, porque eran lindos y me dijo que quizás los podríamos publicar en la feria de las pulgas en Facebook", detalla.
Esta educadora nunca pensó en hacer los tazones para venderlos, sino que ella quería hacer un regalo.
Faltaban algunas semanas para Navidad y con su marido se atrevieron y publicaron lo que hacía. Sabían que lo peor que les podía pasar era que nadie los contactara.
"En algún momento pensé que nadie preguntaría por los tazones o que no les gustarían a las personas, porque suelo pensar así, pero mi marido era el que tenía más confianza. Al poco rato de publicarlos, nos llenamos de mensajes de gente que quería un tazón personalizado", apunta.
-¿Cómo funcionaron las cosas desde ese momento?
-Hicimos una inversión de cerca de 20 tazones y como estaba de vacaciones porque habían comenzado las vacaciones de verano, me pude coordinar de mejor manera. Ahora, que estoy con clases, voy organizando todos los horarios.
Una terapia
Durante la pandemia, Marcia sintió que tenía que buscar cosas con las que pudiera mantenerse ocupada, principalmente, por toda la incertidumbre que traía consigo el confinamiento.
Probó varias alternativas, hasta que en diciembre creó un emprendimiento, al que llamó Tazón de Melón.
"Le puse Tazón de Melón e hice una página de Instagram para dar a conocer mi producto, porque sentía que cada tazón que alguien mandara a hacer, tendría todo el cariño y amor de quien los regalara. Tienen frases o dibujos, porque poco a poco he ido dominando la técnica", detalla.
-¿Hizo alguna otra actividad en la pandemia?
-Estuve bordando, tejiendo, pintando y mil cosas más. Todo me sirvió mucho, pero nunca hice algo con el afán de que se volviera un emprendimiento, esto se dio nomás, porque pensé que solo los tazones los haría para Navidad y listo, pero después la gente los siguió pidiendo y como me servía continué pintando.
"Siento que todo me sirvió mucho y me hacía pensar en otra cosa, pero cuando vi que a la gente le gustaba mi trabajo, me motivé mucho más y ahí me di cuenta que no pararía de pintar, porque es mi mejor escape", explica la educadora de párvulos.
-¿Cuáles eran las mayores inquietudes que traía la pandemia para usted?
-Muy poco se sabía del virus. Después estaba el confinamiento, el miedo de que alguien que uno quiere se contagie o uno mismo, por ejemplo.; que mis hijos son chicos, todos esos miedos aumentaron y le añaden preocupaciones a uno.
Maternidad y compatibilizar
Ahora que volvió el periodo de clases, su hijo mayor tiene clases en línea, ella trabaja y el más pequeño, no puede ir al jardín infantil.
Por lo mismo y como sus pedidos han continuado, organizó su agenda y trabaja dos días a la semana, pero toma pedidos de lunes a viernes a través de su página de Instagram @tazon_de_melon.
"Voy coordinando todo y me ayuda mucho mi marido. Me distrae mucho el pintar por las tardes y noches, entonces cuando él llega del trabajo, se hace cargo de los niños y yo tengo tiempo para pintar y dejar volar mi imaginación en cada diseño", explica.
-¿Encontró el equilibrio con este trabajo?
-De todos modos, además tengo mi propia pieza que funciona como taller y pongo toda mi dedicación en esto, porque sé que alguien está haciendo este pedido con cariño y quiero transmitirlo a través de mi trabajo.
Post pandemia
Para mejorar su técnica, Marcia ha hecho una serie de cursos, para además aprender nuevas cosas a la hora de pintar.
Su sello está en no solo personalizar tazones de un solo tamaño, sino que son de distintos portes, colores y formas.
"No me he puesto en un escenario de cómo sería la vida post pandemia, pero sí tengo súper claro que no voy a parar con esto. He podido hacer alianzas con otros emprendedores y eso también me ha dado un plus en todo esto", puntualizó.
"Quería salir un poco del tazón estampado o el típico que uno ve en oferta en Navidad u otras festividades",
Marcía Ramírez
"No tenía idea sobre el tema de la pintura en la loza, pero sabía que era algo distinto y ya había tomado la decisión de hacerlo",
Marcia Ramírez.