El Techo Fraterno Guanelliano del sector alto de Llolleo siempre necesita ayuda para ejecutar la obra solidaria que realiza con la comunidad más necesitada de la ciudad.
La congregación se dedica a entregar apoyo y ayuda humanitaria a los desposeídos. Reparten cajas con mercadería y también un plato de comida caliente en sus dependencias ubicadas en Julio Letelier con José Miguel Carrera.
Sin embargo, la emergencia sanitaria provocada por el covid-19 hizo que varias acciones solidarias disminuyeran lo que afectó a la despensa, quedando en su momento completamente vacía.
La falta de ayuda hizo que sus integrantes solicitaran la cooperación de la comunidad, con el fin de reunir los aportes necesarios que permitieran otra vez abastecer el depósito de alimentos.
Hace un año estuvieron en un momento crítico y aunque ahora la situación mejoró, el aporte nunca es suficiente.
Alejandra Jara, quien lleva más de 10 años colaborando con las religiosas del Techo Fraterno Guanelliano de Llolleo, explicó que "estamos bien hasta el momento, ya que la despensa cuenta con lo justo y necesario. No obstante, todos los días nos falta alguna cosa. Por ejemplo, en estos momentos no tenemos harina ni pañales. Es que así como se va llenando, se va vaciando paulatinamente".
Alejandra Jara relató que "el 2020 fue un año difícil, puesto que debido a la pandemia no pudimos trabajar ni desarrollar actividades solidarias, pero este año ha sido mucho mejor, ya que la municipalidad nos ayudó con un permiso especial para poder llevarlas a cabo, además de que recibimos bastantes aportes".
-¿Qué actividades realizaron últimamente?
-Por ejemplo, desde noviembre tenemos una panadería solidaria, donde nos dedicamos a elaborar y vender pan amasado. Esto se desarrolla todas las semanas, los días martes y viernes.
Sobre este proyecto detalló que "nos han colaborado con harina, y además el pan está muy caro. Lo fabricamos, lo horneamos y finalmente se los vendemos a la gente. Son 10 panes grandes por $1.000. Lo hacemos con el fin de recaudar fondos.
Alejandra Jara contó que "el club de Leones de Llolleo nos ha aportado constantemente con pañales, también el puerto nos ayudó en su momento, sin embargo, aún requerimos de cooperación, porque si bien tenemos recursos, están disminuyendo".
La hermana Hilda de la comunidad del Techo Fraterno agregó que "el año pasado hicimos una rifa por Facebook gracias al apoyo de los miembros de la comunidad, en la que se congregó bastante providencia".
La religiosa añadió que "la gente que vino esa vez nos dijo que seguiría ayudando, pero pasó el tiempo y no volvió a repetirse una situación así".
-¿Qué cosas necesitan en este momento?
-Nos falta ahora azúcar, aceite y pañales. Son siempre artículos de primera necesidad. Aunque hemos ido de a poco realizando actividades solidarias, sabemos que la pandemia no ha terminado y en cualquier momento se pueden suspender. Por eso, sería bueno que la gente otra vez nos ayudara con aportes voluntarios.
Las donaciones para el Techo Fraterno se pueden hacer concurriendo a las dependencias de José Miguel Carrera con Julio Letelier o también depositando a la cuenta rut 9.166.111-K a nombre de la hermana Hilda del Carmen Cornejo Macaya.
Alejandra Jara.
"Todos los días nos falta alguna cosa. Por ejemplo, en estos momentos no tenemos harina ni pañales. Es que así como se va llenando, se va vaciando",