Brasil cierra fronteras y crecen dudas por sede de Copa América
Conmebol asignó el torneo agradeciendo a Jair Bolsonaro, pero anoche la prohibición de extranjeros y los dichos del ministro de la Casa Civil sobre definir recién hoy si aceptan el torneo, ponen contra las cuerdas su organización.
Nicolás Labra G.
Conmebol sorprendió al asignar la sede de la Copa América a Brasil, país que no estaba en la consideración inicial de nadie ante los rumores de que el torneo se podía mover a Chile o Estados Unidos, tras quitar la sede inicial a Argentina la noche del domingo.
La elección de Brasil generó críticas tanto adentro como fuera de ese país, considerando que su situación sanitaria debido al coronavirus es igual de complicada que la de los argentinos, principal argumento para sacar el torneo a los trasandinos.
Duda
Es por eso que anoche fue el propio gobierno brasileño el que sembró un manto de dudas sobre la organización del torneo. Esto porque la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria tomó la decision de cerrar temporalmente las fronteras del país e impedir el ingreso de cualquier extranjero al territorio para evitar el "riesgo de contaminación y diseminación del coronavirus".
En Brasilia habló el ministro de la Casa Civil, Luiz Eduardo Ramos, el jefe del Gabinete de la Presidencia,, quien reveló que la organización de la Copa todavía no está aprobada por las autoridades, algo que solo se discutirá hoy con el presidente Jair Bolsonaro.
"No hay nada seguro, quiero decirlo de forma bien clara. Estamos en medio del proceso, pero no eludiremos una demanda, si podemos atenderla", dijo Ramos.
Eso sí, dio a entender que ven con buenos ojos la organización, pero puso varios condicionantes previos que debe superar la Conmebol para llevar la cita. "Es importante destacar que ese evento, en caso de que se realice, no tendrá público. Por el momento, son diez equipos como máximo y 65 personas por cada delegación, todos vacunados", aclaró.
"No hay un documento firmado, solo negociaciones", insistió Ramos, quien además indicó que la organización del torneo "será responsabilidad de la Confederación Brasileña de Fútbol", la que deberá negociar con cada estado para definir cuáles estadios se utilizarán.
"El actual escenario epidemiológico no permite la realización de un evento de la envergadura de la Copa América en el territorio de Pernambuco ", dijeron desde el estado presidido por Paulo Câmara.
Tampoco están de acuerdo en el Partido de los Trabajadores (PT) sobre la medida. Quienes sí se han mostrado favorables son los encargados de otros estados del país. Ibaneis Rocha, a cargo del gobierno federal de Brasilia, comentó positivamente que "siempre que se respeten las medidas sanitarias necesarias, no tengo nada en contra".
Joao Doria, gobernador de Sao Paulo, no descartó recibir algún partido del torneo, pero aclaró que "vamos a esperar las próximas etapas (en la organización), pero preocupación de Sao Paulo es salvar vidas. Ese (salvar vidas) es el mejor campeonato; esa es la mejor copa".
Acatar decisión
En Chile, el director deportivo de las selecciones, Francis Cagigao, dijo que solo quedaba aceptar lo decidido. " Queremos que se haga en las máximas condiciones sanitarias para respetar la integridad física", comentó.
El Sifup también expresó sus dudas respecto a llevar al torneo a Brasil e indicó que se contactaron con la gremial mundial del balompié para expresar su preocupación. Incluso el diputado Matías Walker, integrante de la Comisión de Deportes de la Cámara, pidió que la Anfp analizara la situación y no expusiera al plantel en el torneo.