Tecnólogo médico instaló junto a su familia una óptica para ayudar a los sanantoninos
Sebastián González se especializó en Oftalmología. Hoy con el local que tiene en Barrancas, siente que ha cumplido su mayor objetivo profesional.
Servir a la comunidad siempre fue el objetivo profesional de Sebastián González Farías (24).
En el 2019 se convirtió en tecnólogo médico con especialidad en Oftalmología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
"Me titulé en medio del estallido social, por lo que fue todo un poco raro, pero muy satisfactorio en el sentido de que uno alcanza los logros que espera o las metas que se propone, independiente del contexto por el que atravesábamos como país", asegura el joven sanantonino.
Al servicio
Sebastián estudió en el colegio Instituto del Puerto, donde siempre fue parte de las actividades solidarias que se realizaban en el establecimiento educacional.
Ayudar a quien lo necesitara era siempre su mayor motivación y esto lo trató de ligar con su vida profesional.
"Participaba siempre de las actividades en que uno podía ser de ayuda para otra persona como, por ejemplo, cuando en el invierno íbamos por las noches a entregar café, té o algo para comer a personas en situación de calle. Hablar con ellos y compartir un momento era algo que me llenaba inmensamente", sostiene.
-¿Cómo decidió estudiar Tecnología Médica?
-Siempre tenía esa idea de ser útil para la sociedad. Pensé que el área de la salud me ofrecía eso, ayudar en lo que más se pueda, sin ser médico, por ejemplo. Mi primera opción fue estudiar Odontología, porque me gustaba la carrera ya que estuve mucho tiempo en tratamientos.
-¿Por qué no estudiaste Odontología?
-Por un tema de puntaje en la PSU. Soy de esa generación que no descontaba puntos por las respuestas malas en la prueba, por eso los puntajes que se pedían eran más altos. De todos modos, me aseguré que mis opciones de carreras a las que postulé fueran solo cosas que me gustaban; la segunda era Tecnología Médica.
Estudiar
A Sebastián González le gustaba la carrera cuando entró a estudiar, pero tenía algunas dudas. Sin embargo, con el paso del tiempo se sorprendió.
"Siento que desde los primeros días quedé encantado con la carrera y eso me motivaba mucho más, porque veía todo lo que podía hacer y eso me gustaba mucho. Creo que fue lo mejor que el puntaje no me alcanzara para mi primera opción", comenta entre risas.
-¿Es lo mismo el tecnólogo médico con especialidad en Oftalmología que el oftalmólogo?
-No, no lo son, pero ambos hacemos un trabajo en conjunto. El oftalmólogo se centra en el área más de patologías respecto a la salud visual, como cataratas, o glaucomas. En cambio, nosotros nos dedicamos mucho a los exámenes para ayudar a conseguir lentes adecuados.
Trabajo
El inicio de su vida profesional fue complejo para el joven de Barrancas. Justo cuando salió al mercado laboral y buscaba trabajo en su retorno a la comuna, se desató la pandemia del covid-19.
"Siempre estuvo entre mis planes que cuando terminara de estudiar volvería a San Antonio para trabajar acá y entregar todos mis conocimientos en pro de la gente, pero llegó la pandemia y hubo otras prioridades", manifiesta.
La salud visual pasó a segundo plano para las personas que estaban preocupadas en ese momento por las consecuencias que un virus desconocido podría traer.
"La gente a veces, sobre todo cuando uno es de provincia, tiene que salir a buscar especialistas, gastar bastante y si encuentran un especialista acá, debe esperar mucho por una hora, porque más gente está en la misma situación y eso es lo que debemos cambiar", asegura Sebastián González.
Óptica
El sanantonino encontró trabajo en algunos centros especializados de la comuna, pero su padre lo motivó a dar un paso.
"Mi papá me dijo que si quería era ayudar a la gente, deberíamos abrir una óptica que ofreciera mis servicios y cumpliera con mis expectativas sobre una atención de calidad y accesible", asegura el tecnólogo médico.
Motivado y con el apoyo de sus padres y su hermano mayor, Sebastián González instaló la Óptica San Pío, ubicada en el centro de Barrancas, en calle 3 Sur 039.
-¿Cómo ha funcionado este proyecto?
-Desde el primer día hemos tenido un excelente recibimiento y abrimos el 19 de mayo. Como estamos terminando el proceso de aprobación sanitario por parte de la Seremi (de Salud), solo podemos hacer operativos en que damos recetas de lentes y eso lo hacemos todos los miércoles.
-¿Sientes que estás cumpliendo lo que te propusiste?
-Respecto a ayudar a la comunidad, por supuesto. Ver a niños pequeños que van porque no ven bien, que se pongan los lentes y vean las cosas totalmente nítidas, es algo impagable que me pasa muy seguido.
"Uno con estas cosas no sabe si realmente va a generar un impacto positivo o no en la gente, es un riesgo el que se corre, pero me ha sorprendido cómo la gente confía en nosotros y nuestro trabajo. Siento que estoy más cercano a la gente y me cuentan sus dudas, ahí sigue la ayuda", añade.
Pandemia
Si bien, al principio de la pandemia, la salud visual pasó a segundo plano tal como explicaba este tecnólogo médico, con el paso de los meses, la situación cambió.
Aunque el equipo de Óptica San Pío no se adelanta a los hechos y cómo seguirá funcionando, espera ofrecer en los próximos meses servicio de oftalmología y tecnología médica para entregar una atención integral a los sanantoninos.
"De 20 personas que podemos atender en un operativo, alrededor de ocho vienen porque están presentando problemas visuales debido al teletrabajo o clases online, ya que están todo el día frente a una pantalla, entonces de todos modos se cumplen los objetivos de ser útiles".
-¿Por qué Óptica San Pío?
-Mi abuelo materno se llama Pío y lo diagnosticaron con la patología de glaucoma, que es algo muy frecuente, pero que no se detecta muy a menudo, porque es silenciosa. Cuando le diagnosticaron esto, continué en la carrera por la Oftalmología y le pusimos a la óptica su nombre.
"Que este proyecto funcionara en medio de la pandemia, se lo debo a mi familia, a mis abuelos y mi polola, junto con su familia, por su eterno apoyo. Todo el estrés y las inseguridades del principio fueron disipadas por su apoyo y cariño", agradeció Sebastián con emoción.
"Mi papá me dijo que si lo que quería era ayudar a la gente, deberíamos abrir una óptica, que ofreciera mis servicios y fuera lo que yo esperaba, algo de calidad y accesible",
Sebastián González.
"Siempre tenía esa idea de ser útil para la sociedad. Pensé que el área de la salud me ofrecía eso, ayudar en lo que más se pueda, sin ser médico",
Sebastián González.