Natividad Espinoza R.
Las razones para apagar la cámara durante una reunión o una clase online son numerosas. Desde evitar que se vean niños o animales pasando por ahí o generando chascarros hasta tener una repentina emergencia en casa, un hambre incontrolable o una urgencia urinaria. Sin embargo, en ciertos casos las personas que optan por no mostrarse durante estas citas tienen razones más profundas que tienen que ver, por ejemplo, con su apariencia.
"Apago la cámara cuando tengo muchos granos, no me bañé o me caen muy mal. O todas las anteriores también. Todos los meses tengo una semana en que es como si me tiraran granos en la cara", contó por ejemplo la periodista Nicole Astroza (28).
Al respecto, el doctor Juan Meneses, siquiatra de Clínica Las Condes, manifestó que "hay algunos artículos que han hablado del tema de apagar las cámaras en EE.UU. y mencionan varias razones, entre ellas las de apariencia y de verse en cámara. Por ejemplo, en el tema laboral hay una explicación más del tipo de atención, que muchas veces al estar con la cámara prendida uno está más preocupado de cómo se ve o también tienen más distractores con esto del multipantalla o del chat en que escriben las personas. Entonces, eso de exponer y quizá no verse bien o quizá que el jefe te esté mirando y tú miras para el chat u otra cosa, que te sientas observado y el jefe pueda opinar mal de ti, que no estás prestando suficiente atención, eso hace que muchas personas prefieran apagar la cámara".
Y contrario a lo que se tiende a pensar, que es que hay desinterés, el médico explicó que hay personas que con la cámara apagada pueden ser incluso más eficientes sin estar preocupadas de su apariencia.
Añadió que en comparación a lo que pasa en el trabajo presencial, la gente tiende a sentir que su jefe está más encima en la modalidad online y esto genera en algunos una especie de paranoia o persecución porque si apagan la cámara, los jefes piensan que están "capeando".
Estrés y ansiedad
También se ha visto, sostuvo Meneses, "que el estar frente a la cámara produce estrés y ansiedad y no sólo por la apariencia, sino que también hay un tema de seguridad cibernética. Muchos estudiantes reciben hoy ciberbullying y las clases online han hecho que muchos se expongan a que sus datos personales sean robados, por decirlo de alguna manera y luego sean usados para el bullying".
"Lo otro también es el tema de la casa. Que muchos no quieren exponer su casa, su privacidad. Entonces también apagan la cámara por eso", aseguró el siquiatra. De hecho, hay universidades que permiten mantenerla apagada a los estudiantes que no quieren mostrar su entorno.
Por último, dijo el médico, hay un tema socioeconómico que es que muchos no tienen los recursos para tener una buena conexión. "Eso también hace que prefieran no exponerse porque puede pasar que la imagen se quede pegada y la persona quede con un gesto que no sea bien visto", comentó Meneses.
Mayor comprensión
Pese a que el sentir ansiedad o estrés frente a estas situaciones no habla de un problema siquiátrico, el médico dijo que por supuesto esto es peor para las personas que tienen un trastorno ansioso o fobia social, por ejemplo. Por esta razón, aconsejó a los profesores y jefes ser más comprensivos con la decisión de no mostrarse en cámara.
"Más que en si una persona tiene o no la cámara apagada yo me fijaría en cuánto puede aportar el alumno o el empleado a través de sus intervenciones porque independiente que tenga la cámara apagada yo puedo dar opiniones, escribir algo en el chat e incluso eso le da más relajo al empleado o al alumno para desenvolverse en forma más confiada y poder concentrarse más en lo importante", enfatizó el profesional.