Las manos mágicas que sanan a los jugadores de San Antonio Unido
Hasta una roja directa recibió Ricardo Hernández en sus siete temporadas en el SAU, donde ha trabajado con grandes referentes del fútbol nacional, como "Chupete" Suazo y ahora el "Pájaro" Valdés.
La historia del sanantonino Ricardo Hernández Muñoz (30) en el club deportivo San Antonio Unido comenzó por una casualidad ocurrida en el verano del 2015, cuando acababa de defender su tesis como kinesiólogo.
"Estaba atendiendo a un jugador Sub 15 y le pregunté dónde entrenaba y me dijo que en el SAU. Conversé con el profe Roberto (Briceño), le pregunté si podía rehabilitarlo ahí y me contestó que sí y me preguntó si podía atender a otro jugador. Esa misma tarde, de un viernes, terminé viendo a tres jugadores. Al otro día empezaba el campeonato", recuerda.
Mientras veía a los deportistas, Hernández tuvo un encuentro que le cambió la vida: "Llegó el profe (Marcelo) Palma , que en ese tiempo era el gerente deportivo, y me preguntó si me gustaría trabajar con ellos y después 'vemos lo otro'. Le dije que sí y al día siguiente empecé a trabajar con los juveniles, debutamos contra el Audax (Italiano)… Estuve seis meses esperando 'lo otro'".
El contrato
Tras aprender a relacionarse con los juveniles, Hernández subió al primer equipo lila. Cuenta que su ascenso se dio luego de "la época del Lucho Musrri (campeonato 2014-2015), cuando el SAU estuvo a punto de subir. Estaba toda la ciudad revolucionada y yo en ese tiempo era súper joven. Lamentablemente, no lo logramos y se armó otro plantel con el profe (Jorge) Miranda y, en ese momento, me subieron al equipo y me pagaron un par de meses de lo que había trabajado con Fútbol Joven. Partí con contrato y pasé a ser oficialmente kinesiólogo del SAU".
Chupete Suazo
Este profesional oriundo de Barrancas Alto ha sido fundamental en la recuperación de los jugadores, tratando incluso a nombres de categoría internacional, como Humberto "Chupete" Suazo, quien vistió la camiseta lila en la temporada 2017 y luego en la 2019.
"Yo creo que logramos generar un lazo de amistad que prevalece más allá de la relación profesional, porque él me dio la confianza; teniendo todas las opciones de irse a atender a Santiago, él siempre confío en mí y me respaldó. Por eso, siempre me esforcé mucho pa' no fallarle nunca", valora Hernández.
Incluso revela que la relación con el actual delantero de Deportes La Serena continúa. "Teniendo la opción de que a sus hijas las atiendan en Santiago, él prefiere que lo haga yo. Hace poco se lesionó y estuve hablando con él. Que Humberto, un futbolista de elite mundial, tenga esa humildad y confíe en mí es súper lindo".
Sobre la figura del otrora goleador de Colo Colo y del Monterrey (México), Hernández reflexiona que "creo que aquí en San Antonio no dimensionamos quién es Humberto Suazo. Me acuerdo que el primer amistoso que jugamos fue en una Noche Canaria, donde San Luis de Quillota le dio un reconocimiento a 'Chupete', ya que él hizo ascender a ese club. Esa noche hubo un partido previo y un equipo peruano jugó contra los juveniles de San Luis, y todos los jugadores peruanos hicieron una fila afuera del camarín para sacarse una foto con Humberto. Ahí uno se da cuenta quién es y lo que generó 'Chupete' en el extranjero. El 'Chupete' es el único jugador de San Antonio que ha llegado a destacar a ese nivel".
-También ha trabajado con otros destacados, como Jaime Valdés, ¿tiene algún trato distinto con las figuras?
-En el fútbol uno tiene que respetar la jineta, como decimos nosotros. Uno igual hace un poquito de diferencia, más porque tiene que preocuparse de ellos, ya que están más propensos a una lesión o a apretarse muscularmente. El "Pájaro" Valdés es muy humilde, me sorprendió. Cuando llegó yo le preguntaba si necesitaba algo y él me contestaba "no, hermano está todo bien". La relación con el "Pájaro" también es muy buena porque él es muy buena persona.
Recuperación exitosa
Una de las recuperaciones que enorgullece a Ricardo Hernández en estos seis años de carrera es la de Hugo Díaz, quien en la actualidad juega por Fernández Vial. Cuando comenzó a tratarlo, el delantero venía de Rangers con un historial poco esperanzador: lesiones en ambos tendones de Aquiles. Y en su primera temporada en el plantel lila tuvo alrededor de seis desgarros.
"Me acuerdo que en diciembre tuvo un desgarro grande y le digo 'Hugo, tómate dos semanas de vacaciones y luego vuelves a trabajar, pero pensando en el campeonato que viene, ya quedaste fuera de este'. Y así lo hicimos".
Por semanas, durante las mañanas, las tardes e incluso las vacaciones, Hernández entrenó con el futbolista en el SAU y en Promoviendo Salud (el centro kinesiólogo que fundó en 2017). Uno de esos días, Hernández recibió la visita del DT Guillermo Pérez: "Me preguntó qué tal estaba Hugo, le dije que bien y me contestó: 'jugó 400 de dos mil minutos el torneo pasado'. Yo le insistí que estaba bien y me respondió 'confío en ti'. Lo contrataron ese año y de los dos mil, jugó 1.600 ó 1.800 minutos, casi todo el campeonato".
El momento que recuerda con más emoción fue cuando, relata, "tres o cuatro fechas antes que terminara el campeonato le ganamos 4-1 a Melipilla y Hugo metió un gol. Ahora contándote me emociono un poco, él llevaba tres años pasándolo muy mal, entonces hizo ese gol en el clásico, con Melipilla lleno, corrió y nos abrazamos. El triunfo nos daba la ilusión de subir y de ahí él volvió a jugar, y al año siguiente se fue a Fernández Vial, donde jugó todo el torneo. Entonces es un camino".
-Usted recibe al jugador en su peor momento, cuándo viene desmotivado o frustrado por una lesión, ¿cómo ha aprendido a llevar eso?
-Uno va aprendiendo a compartir con la persona, conversas, te tomas un café, le preguntas cómo está y cómo se siente, de repente incluso les escribo o los llamó. Así se va generando un lazo y entiendes un poco el momento que está viviendo y eso hace que uno tenga estas relaciones, yo con el Hugo Díaz, con Miguel (Aceval) y con el "Chupete" aún hablo. Más allá de una lesión, uno atiende a una persona y de eso uno se tiene que preocupar.
Roja directa
Aunque su tío fanático del SAU lo llevaba al estadio y acompañó a su papá, conductor de bus, en varios viajes del equipo sanantonino, el corazón de este sanantonino estuvo mucho tiempo con Colo Colo. "Era muy fanático de un equipo de fútbol, viajaba a verlo. En el SAU me encontré con figuras como el 'Chupete', Francisco Prieto y el 'Pájaro' y yo a ellos antes los veía en la tele y en el estadio...", sostiene con una mezcla de orgullo y sorpresa.
El kinesiólogo no abandona totalmente su perfil de hincha y cada vez que puede consigue que los futbolistas graben un video o firmen una camiseta para sus amigos. "Lo hago porque sé lo que el fútbol genera en muchos, nos apasiona. Esa pasión me ha llevado a que me expulsen cuatro o cinco veces (...), porque uno se deja llevar por el momento. Una vez me tiraron dos fechas y eso en un kinesiólogo es... ¡cómo te expulsan tanto a ti! Me he preocupado de manejar eso y lo he mejorado".
-¿Por qué lo suspendieron?
-Me pusieron roja directa. Lo que pasa es que en ese tiempo el estrés era fuerte: había cambio de dirigencia, estaba llegando Horacio Matta y llevábamos 50 días sin sueldo, y ese día íbamos perdiendo 3-0 el primer tiempo contra Fernández Vial acá en El Quisco. Le sacaron una tarjeta amarilla a (Claudio) Latorre y yo empecé a discutir con el cuarto árbitro, me respondió y nos empezamos a insultar y a discutir mal. Y el árbitro me puso la roja. Cuando iba entrando al camarín, el cuarto me vuelve a decir 'y qué tanto te agrandai, a quién le hai ganado' y me devuelvo a discutir y ahí me suspendieron por dos fechas.
Este episodio no lo lleva con orgullo. "Salió hasta en el CDF y ahí me dio vergüenza: Kinesiólogo de San Antonio Unido Ricardo Hernández trata de 'tanto' al cuarto árbitro. Yo le dije 'por qué mejor no dirigís tu papapá'. Y eso salió textual y gigante en un programa de cuestiones arbitrales y todos los panelistas estaban riéndose de lo que yo había dicho, me dio mucha vergüenza".
La pasión que Hernández antes sentía por el club albo se suavizó y en estos años su corazón se tiñó lila. "Ahora me hice fanático, prefiero ir a ver al SAU que al Colo. Es que hay algo de pertenencia, es mi trabajo, lo otro era pasión, pero esto es pasión y algo más igual", sostiene el profesional que sueña con seguir aportando al club sanantonino. "Ojalá este otro año poder subir a la Primera B. Me encantaría seguir creciendo en mi carrera de la mano del SAU. Sin duda, quiero crecer".
"En el fútbol uno tiene que respetar la jineta, como decimos nosotros. Uno igual hace un poquito de diferencia, más porque tiene que preocuparse de ellos",
El kinesiólogo del SAU y su trato a las figuras que llegan al equipo.
"Creo que logramos generar un lazo de amistad que prevalece más allá de la relación profesional, porque él me dio la confianza; teniendo todas las opciones de irse a atender a Santiago",
Ricardo Hernández, sobre su relación con Humberto Suazo