Emprendedora cuenta cómo le ganó la batalla a la muerte
Noemí Úbeda fue atropellada por una micro y estuvo dos meses inconsciente en la UCI. Los médicos le dijeron a su familia que no podría ser madre. Contra todos los pronósticos, tuvo a su hija y hoy aprovecha esta segunda oportunidad.
Claudia Noemí Úbeda Castillo tiene 24 años. Estudia técnico en enfermería en el instituto profesional Aiep, es madre de una pequeña de un año y medio de nombre "Dominga" y además posee un emprendimiento dedicado a la venta de vestuario y accesorios para múltiples propósitos.
Hoy esta joven sanantonina lleva una vida normal como tantos otros jóvenes de su edad, llena de esfuerzo, aprendizaje y dedicación. Sin embargo, hace cuatro años protagonizó la historia más difícil de su corta existencia.
El de 10 de junio de 2017 Noemí estuvo al borde de la muerte luego de ser atropellada por un microbús en el sector alto de Llolleo, un suceso que tiene marcado en su mente y que hoy puede contar gracias a la nueva oportunidad que le brindó la vida.
"Fue un día sábado. Recuerdo que había cruzado por el pasaje Los Laureles cuando de repente la máquina me impactó. Esto fue muy rápido, puesto que no alcancé a esquivarla o reaccionar a tiempo. Me acuerdo que estaba tirada en el suelo consciente y podía escuchar cómo los mismos pasajeros del bus se bajaron a verme y le decían al conductor que cómo no se había dado cuenta. Después de eso perdí la conciencia y no supe más", rememora.
En la UCI
Tras este incidente, y debido a la gravedad de sus lesiones, fue trasladada de urgencia a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Carlos van Buren de Valparaíso, lugar donde, de acuerdo a su testimonio, el diagnóstico médico no fue alentador.
"Estuve como dos meses inconsciente en la UCI del hospital Carlos van Buren. Según me contaron mis familiares, cuando me hospitalizaron los médicos informaron que tenía una hemorragia interna, un politraumatismo y que mi condición era de riesgo vital, por lo que no había muchas esperanzas de que me recuperara. Les dijeron que debían esperar lo peor", asegura.
En ese terrible momento sus familiares, amigos y cercanos se unieron y organizaron una serie de eventos y campañas solidarias para ir en su ayuda.
"Tuve que someterme a cinco operaciones mientras estaba en un coma inducido. Los médicos señalaban que solo tenía un 2% de probabilidad de sobrevivir, y que de lograrlo, mínimo me demoraría cuatro años en recuperar la normalidad. También dijeron que no podría ser mamá debido a las secuelas de las lesiones", relata.
-¿Cómo fue el proceso de rehabilitación?
-Al final la recuperación me tomó solo dos años. Después de dos meses volví a recuperar la conciencia y recuerdo que tenía que trasladarme en una silla de ruedas. Fue un proceso muy complicado debido a las operaciones y al tratamiento que tenía que seguir, pero creo que mis ansias por volver a caminar me motivaron a continuar pese a las dificultades.
-¿Pensaste en algún momento en que no saldría de esta situación?
-Al principio me costó harto, porque me decían que me demoraría mucho tiempo en volver a caminar y que si quería ser madre iba a correr el riesgo de perder la vida. Felizmente no pasó. Recuerdo que cuando el médico que pronosticó esto me vio, reconoció que sus predicciones habían fallado.
Noemí cuenta que "me acuerdo que era tan malo el diagnóstico médico que mi caso era visto por varios estudiantes en práctica. También recibí muchos cuidados por parte del personal médico. Incluso había una enfermera que me ayudaba a peinar cuando estaba en mi proceso de recuperación. Creo que ver todo ese trabajo, toda esa dedicación y vocación me motivaron a estudiar técnico en enfermería".
-¿Qué reflexiones has sacado después de la difícil experiencia que viviste?
-Siempre he tratado de ver el lado positivo de la vida con el fin de seguir superándome en el día a día. Esta fue una segunda oportunidad que se me dio. En eso estoy agradecida de los médicos que me atendieron y también de mi familia que me apoyó incondicionalmente.
"Yo soy muy creyente y también pienso que si Dios me quiso brindar otra oportunidad, por qué no aprovecharla al máximo. Mi mensaje sería ese, puesto que en esta vida las cosas pasan por alguna razón", expresa la joven.
Nueva vida
Actualmente, la única huella que tiene Noemí del accidente es una prótesis de metal en su brazo izquierdo. Y su última intervención quirúrgica fue una cirugía plástica que concluyó con buenos resultados.
-¿Cómo cambió tu vida después del accidente?
-Luego de eso decidí estudiar técnico en enfermería ya que una de las cosas que deseo hacer es poder profesionalizarme en esa carrera, sobre todo en lo que es instrumentación quirúrgica. De hecho, solo me queda un ramo y después de eso realizaré la práctica.
Paralelamente, este año creó un emprendimiento donde ofrece accesorios y vestuario.
"Es una tienda virtual que se llama 'Store Dominga'. El nombre se lo puse en honor a mi pequeña hija. Esto lo comencé este 2021 y ofrecemos una serie de artículos, como estuches, cinturones, bananos, carteras y ropa, entre varios otros productos", detalla.
La tienda tiene su principal movimiento a través de Instagram ( @store_dominga). "Ahí voy publicando los productos que tenemos, que son todos de buena calidad. La gente puede meterse ahí y contactarnos. También pueden comunicarse conmigo a través del número +56948692701.
-¿Qué esperas hacer en el futuro?
-Aparte de profesionalizarme en mi carrera, también quiero que esta tienda vaya progresando. Claro, ahora solo está en Instagram, pero también estoy planificando hacer una página en Facebook y en otras redes sociales.
-¿Por qué quisiste realizar este emprendimiento?
-Más que nada por una cuestión de ingresos. Aparte de estudiar, también soy mamá y mi hija lo es todo para mí. Cuando me dijeron que por el accidente no podría ser madre, eso me derrumbó casi por completo. Sin embargo, mi Dominga nació y eso me ha dado también nuevas energías para seguir adelante.
-¿Sientes que tuviste un renacer?
-Definitivamente. Imagínate que te digan que no vas a poder recuperarte del todo y que no hay muchas esperanzas de sobrevivencia. Cualquiera no lo soportaría. En mi caso, creo que fue mi fuerza de voluntad y mi creencia en Dios lo que me permitió continuar en este mundo. Uno no sabe lo que puede ocurrir a futuro, por eso hay que aprovechar la vida.
"Por ejemplo, yo tuve a mi hija justo un mes antes de que ocurriera el estallido social en 2019. Después con la pandemia las cosas estuvieron un tanto complicadas, pero en vez de caer decidí continuar y al final estoy aquí atenta con mis estudios y mi emprendimiento", manifiesta orgullosa.
Noemí concluye con una reflexión: "me siento muy agradecida con esta nueva vida que se me dio y planeo aprovecharla al máximo, con toda la energía que pueda entregar. Quizás algunas personas pasen un mal momento, pero yo creo que estas cosas ocurren porque tienen un propósito escondido. Cuál será, no lo sé, pero en eso siempre hay una moraleja".
"Según me contaron mis familiares, cuando me hospitalizaron los médicos informaron que tenía una hemorragia interna, un politraumatismo y que mi condición era de riesgo vital",
Noemí Úbeda
"Siempre he tratado de ver el lado positivo de la vida con el fin de seguir superándome en el día a día. Esta fue una segunda oportunidad que se me dio".
Noemí Úbeda
"Aparte de estudiar, también soy mamá y mi hija lo es todo para mí",
Noemí Ubeda