Nuevos municipios

Es un buen momento para la ciudad y el pueblo de San Antonio, y para otros municipios arrebatados a las derechas. Hay varios desafíos en el proyecto de cambios que comienzan, uno de ellos es la relación puerto ciudad, además de combatir los poderes fácticos criminales que hay en su interior, sin que eso implique una caza de brujas. Recordemos que la municipalidad es la "empresa" que más da trabajo en la ciudad, todos sus habitantes tienen una relación más o menos familiar con ella.

Los que somos profesionales del arte sabemos que cualquier proyecto ciudad pasa por la cultura como eje del desarrollo, entendida en una perspectiva amplia, es decir, modos de vida e identidades, las que van desde la pesca, hasta los DDHH, pasando por la faena portuaria.

Hoy se critica a las nuevas generaciones de izquierda por su soberbia y su obsesión por los modos canónicos del poder, que se beneficiaron de las luchas anteriores, cuando sólo había derrotas, todas necesarias para los logros de hoy. Esos fracasos estratégicos no siempre fueron reciclados como triunfos tácticos, el sólo hecho de sobrevivirle a la dictadura y al neoliberalismo ya era un logro. Sobre todo cuando muchos de nuestros

compañeras y compañeros fueron seducidos por el nuevo modelo de consumo que se nos reimponía en los 90.

Ahora, hay unas cuantas alcaldías con el mote de ciudadanas que surgieron al calor del evento electoral que tuvimos hace unas semanas. La jerga ciudadanística la usábamos nosotros, el movimiento asambleístico sanantonino con base en el trabajo cultural comunal de hace más de una década, no éramos los únicos. Esa acción política ejercía una crítica a los partidos políticos que suelen apropiarse de las luchas de las organizaciones

sociales. Ese capital dio sus frutos y las nuevas generaciones deben asumir la continuidad de los discursos y las prácticas.

Una de las claves es que el trabajo municipal tiene que estar ligado indisolublemente al proceso constituyente, para enfrentar las transformaciones que incluirán tanto la administración municipal, como a la empresa portuaria, creemos.

Lo que más me gustó fue el triunfo del Milko Caracciolo, elegido con la más alta votación como concejal en la ciudad puerto más importante de Chile. Lo bueno de esto es que Milko es el puente unificador de la lucha que se dio en San Antonio contra el modelo neoliberal (contra el puerto y la municipalidad, como entidad adjunta que respondía obsecuentemente a sus políticas) con un régimen seudo democrático que usaba la cooptación y la ilegalidad. Quiero recordar la época del compañero Piña, del compañero Machuca y del Caco Ampuero, que todos en su estilo dieron una lucha frontal a favor de cambios radicales y merecen ser recordados.

También recuerdo iniciativas político culturales que fueron clave en la lucha, las que combinaron producción de arte, educación y medioambiente, y patrimonio. La Feria del libro Usado, el Rock and DYR, la asamblea ciudadana, el taller Buceo Táctico, la Escuela Uno y tantas otras acciones político culturales que desarrollamos muchos y muchas

resistentes.