Director del museo revela que una playa de Algarrobo esconde un tesoro prehistórico de relevancia mundial
José Luis Brito recopiló información de los restos fósiles que alberga la playa Los Tubos, los que tendrían una data de más de 65 millones de años.
La playa Los Tubos de Algarrobo guarda un "tesoro" paleontológico de nivel mundial. Al menos así lo cree el director del Museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio (Musa), José Luis Brito, quien durante los últimos 30 años se ha dedicado a investigar los restos fósiles encontrados en este punto del borde costero algarrobino.
A juicio de Brito, el paisaje en este sector es un verdadero museo natural al aire libre que deja en evidencia los fósiles de animales marinos "que vivieron hace 65 millones de años en el planeta, pertenecientes a la época cretácica". Se trata de "un tesoro que el cambio climático ha ido dejando en evidencia", dice Brito, quien investigó y ordenó la historia de las piezas halladas en esta playa.
"Como está en boga el tema de los pescadores y como se proyecta construir un muelle en este lugar, quise ordenar la información histórica que se fue dando a través del tiempo. El texto que redacté detalla desde cuándo aparecieron los primeros restos de un elasmosaurio (foto principal) hasta los últimos, y cómo se fue conociendo esta información", explica.
Investigación
José Luis Brito comenzó su investigación en 1990 cuando el doctor, ecólogo y vecino de Algarrobo Juan Grau Vilarrubias entregó al Museo de San Antonio una vértebra encontrada en la playa Los Tubos. Correspondía a un "animal grande", como lo describió el propio Gray creyendo que pertenecía a un cetáceo primitivo fosilizado.
Antes, en 1862, el alemán Luis Landbeck había hallado otros restos fósiles de un elasmosaurio en el mismo sector de Algarrobo: 23 vértebras que hoy se encuentran en el Museo Nacional de Historia Natural de Santiago.
Al momento de recibir la pieza donada por Grau, José Luis Brito se comprometió a investigar a qué animal pertenecía. Viajó hasta Santiago para comparar el nuevo hallazgo con lo encontrado en 1862 por Landbeck.
"Cuando terminé la investigación en 1991, Juan Grau hizo entrega oficial de la vértebra al Musa. Algarrobo tiene una tremenda importancia por el hallazgo del elasmosaurio encontrado dos veces, primero en 1862 y luego en 1990. Hemos tratado de que se haga una maqueta a escala de este reptil marino en el sector de la costanera, pero no hemos tenido éxito hasta ahora", lamenta el conservador.
El tesoro
A partir de ese primer descubrimiento, el naturalista y ornitólogo alemán Luis Landbeck realizó varios otros hallazgos paleontológicos en Algarrobo, entre ellos, las 23 vértebras de un plesiosaurido.
"Los plesiosaurios son un grupo de reptiles de la era mesozoica adaptados exclusivamente a la vida acuática. Se les distingue por su característica estructura ya que poseen extremidades modificadas en forma de aletas con cinco dedos bien distinguibles, un cuello más largo que su tronco y cola incluida. Esto los hace diferentes de cualquier otro reptil marino que vivió con los dinosaurios, como las tortugas marinas, mosasaurios, ictiosauros y otros", describe el ecologista.
Otro estudio
Dos décadas después del primer descubrimiento, en 1882, otro alemán, el doctor Rudolph Philippi, llega también a Algarrobo interesado en los restos encontrados. Él profundiza el estudio paleontológico de su compatriota Landbeck y consagra a esta localidad fosilífera como un sitio de relevancia paleontológica.
En una de sus publicaciones de 1887, Philippi destaca "la existencia de una secuencia de vertebras, proveniente de Algarrobo, en la provincia de San Antonio, recolectada por Luis Landbeck en 1862", y determinó, tentativamente, que pertenecía al plesiosaurus chilensis gay, pero lo hizo en base a unos dientes que en realidad correspondían a un pez y no a las vértebras de Landbeck.
En 1915, otro alemán, el geólogo Johannes Brüggen, llegó al país invitado por el Presidente Ramón Barros Luco. El científico logró descifrar que la particular riqueza de fósiles del subsuelo algarrobino se debe a la presencia de dos plataformas rocosas correspondientes a dos pisos de periodos primitivos diferentes que afloran en la superficie de costado. Una de ellas perteneciente al cretácico superior, con más de 65 millones de años; y la otra, al periodo eoceno, hace 55 millones de años.
Ese mismo año Brüggen redacta un artículo titulado "El cretáceo del Algarrobo", donde, junto con describir los principales fósiles descubiertos hasta entonces, detalla cómo es el piso geológico del subsuelo de la bahía algarrobina".
Formaciones geológicas
En su último artículo, José Luis Brito confirma que en Algarrobo existen dos formaciones geológicas que se encuentran unidas.
Una de ellas pertenece a la formación Quiriquina y data del periodo cretácico superior (65 millones de años); y la otra es Neogena, es decir, del periodo eoceno (55 millones de años).
"El yacimiento paleontológico de Algarrobo comprende dos unidades geológicas diferentes, una más antigua denominada Estratos de la Quebrada Municipalidad, que se localiza al oeste de la actual caleta de pescadores, frente a la desembocadura, también conocida como quebrada Las Tinajas por los hallazgos arqueológicos en el lugar",revela Brito.
"Luego al oeste, incluyendo gran parte de la playa Los Tubos, se encuentra la unidad geológica denominada Estratos de Algarrobo, de la edad eoceno medio-superior. Si bien en su comienzo fue estudiado en la parte terrestre por Brüggen (1915), el tiempo y la pérdida de arena de la playa han permitido, desde los años ochenta, visibilizar dicho yacimiento prehistórico en todo el borde de esta bahía que se conoce como 'La playa fósil de los elasmosaurios de Algarrobo'", aporta Brito.
El directir del Musa cuenta que el investigador chileno Juan Tavera retomó los estudios de los alemanes que llegaron a Algarrobo. En 1980 Tavera publica un trabajo donde da cuenta del "deterioro del patrimonio geológico producto de faenas inmobiliarias y municipales en la costanera", indica el sanantonino.
Nuevo hallazgo
Pero los hallazgos no terminan ahí. En 1990 un buzo local enccontró una curiosa vértebra en la parte sumergida de este sitio paleontológico y se la entrega al famoso ecólogo chileno Juan Grau Vilarrubias, vecino de Algarrobo, quien a su vez la pone a disposición de José Luis Brito y el Musa.
"Al compararla con las vértebras encontradas por Landbeck en 1862 -conservadas en el Museo Nacional de Historia Natural- logramos determinar que se trata de una vértebra dorsal de un elasmosaurio", afirma Brito.
Patrimonio
A los restos encontrados en 1862 y 1990, se suman otros de 2004 y 2006, los que permiten concluir que durante el cretácico superior vivió en las aguas costeras de Algarrobo un reptil marino primitivo de la era de los dinosaurios, sin ser uno de ellos.
"Se entiende entonces que por su alto valor científico, patrimonial, cultural, educativo y ecoturístico, esta playa debe ser protegida, conservada, estudiada y difundida a través de su puesta en valor. De hecho, desde el 2002 en el Musa existe una muestra permanente acerca de la denominada 'Playa fósil de los elasmosaurios de Algarrobo'", señaló José Luis Brito.
El curador del museo de San Antonio subrayó que "se debe evitar que cualquier proyecto en el área pueda dañar estas unidades paleontológicas. Las autoridades locales y nacionales deben realizar esfuerzos para proteger y conservar un lugar tan único e importante como este".
-¿Qué pasará si se decide construir el muelle en ese lugar?
-Si ese proyecto se llegase a concretar, se deben tomar todos los resguardos necesarios para proteger este lugar. Por lo mismo, quise entregar y hacer pública esta información porque cualquier proyecto que se haga, debe ser con la seguridad necesaria y las formas adecuadas de construcción.
"Algarrobo tiene una tremenda importancia por el hallazgo del elasmosaurio encontrado dos veces, primero en 1862 y luego en 1990",
José Luis Brito
"El tiempo y la pérdida de arena de la playa han permitido, desde los años ochenta, visibilizar dicho yacimiento prehistórico en todo el borde de esta bahía",
José Luis Brito
"Las autoridades locales y nacionales deben realizar esfuerzos para proteger y conservar un lugar tan único e importante como este",
José Luis Brito