Joven madre cambió todos sus planes: estudia trabajo social y también vende cosméticos
A los 18 años, Francisca Castillo quedó embarazada de Magdalena. Comenzó a buscar una carrera y este año se convertirá en técnico en trabajo social. Además tiene una tienda virtual.
Diversos eran los planes que Francisca Castillo Riquelme (20) tenía para su futuro después de terminar la enseñanza media.
Uno de sus objetivos era convertirse en matrona y se preparó para estudiar esta carrera, pero el destino le tenía deparado un desafío diferente y muy distinto al ámbito académico.
"Harto tiempo antes de salir de cuarto medio me había decidido a estudiar Obstetricia. Yo tenía muchos planes, pensaba que iba a estudiar fuera de San Antonio y quizás después seguir estudiando, pero los planes no se dieron de la forma que yo quería", recordó la joven sobre sus planes.
Convertirse en madre
Solo unas semanas después de salir de cuarto medio, Francisca se enteró de que estaba embarazada. En ese momento solo tenía 18 años.
Los planes se vinieron abajo, porque a mediados del 2019 se convertiría en madre y pensaba que estudiar en la universidad y su nuevo rol como madre no eran compatibles.
"Preferí tomarme ese año para dedicarme a mi bebé y a cuidarla todo lo que fuera necesario. Fue muy complejo igual el tema, porque no era algo que esperaba que me pasara. Ahí tuve que comenzar a plantearme bien las cosas y cómo sería mi futuro", explicó Francisca Castillo sobre cómo comenzó a trazar su futuro.
-¿En cuánto a la maternidad?
-En cuanto a todo en realidad, claramente tendría que mantener a mi hija y preocuparme de ella. Además empecé a pensar durante el embarazo y los primeros meses como mamá, que la carrera que quería estudiar no era compatible con tener una hija, por el tiempo que demandaba.
-¿En qué sentido?
-Me di cuenta que no podría dejar San Antonio toda la semana para irme a estudiar, porque no tendría quién la cuidara, ya que todos tienen otras responsabilidades y es una carrera que requiere mucho tiempo también.
"Lo que sí pienso harto, es que nunca pasó por mi cabeza que no estudiaría, porque si algo tengo claro es que tengo que preocuparme de miles de cosas para mi hija y darle un buen futuro, muchas veces eso, sin una profesión, uno no lo consigue", agrega.
Nuevos planes
Como Francisca Castillo ya había decidido tomarse un año luego de completar su enseñanza media, comenzó a pensar en qué más podía ocupar su tiempo.
En julio de 2019 nació Magdalena, su hija y durante bastante tiempo se dedicó a su crianza y a trazar planes para el año siguiente.
"Sabía que quería dedicarme en el ámbito profesional a algo que ayudara a las personas y les pudiera dar una mano. Estuve mucho tiempo investigando y llegó a mí el tema del trabajo social y pensé que podía ligarse a lo que quería", cuenta la joven de Colinas del Mar.
-¿Habías tenido algún acercamiento con esta profesión?
-La verdad, muy de cerca, porque mi mamá es trabajadora social y cuando empecé a averiguar cosas, ella me fue contando sobre su trabajo y qué hacían. Ahí terminé por confirmar que eso era lo que tenía que hacer en un futuro.
La decisión estaba tomada, por lo que indagó qué casas de estudios podían ofrecerle esta carrera y así matricularse.
"Actualmente curso mi último año de técnico en trabajo social en el Instituto Aiep, por lo que ni siquiera me tuve que ir de San Antonio y pensar quién cuidaría a mi hija, incluso me queda cerca de la casa, entonces es una buena idea", detalla.
Pandemia
Después que se matriculó en la carrera llegó la pandemia en 2020 y no pudo realizar su primer año como estudiante de educación superior de forma presencial.
Esto le permitía seguir cuidando a su pequeña hija, que no tenía ni un año cuando ella comenzó a estudiar en 2020.
"Nunca, porque las cosas se han dado de esa forma, me he tenido que preocupar de con quién dejarla para que la cuiden y así ir a clases. Siempre he podido estar con ella y la verdad eso la ha hecho muy apegada a mí, pero es algo en lo que podemos trabajar", comenta entre risas la joven estudiante.
-¿Son dos años de carrera?
-Claro, solo dos años y estudié solo de forma online, pero no ha sido terrible, aunque tampoco era lo que esperaba para mi vida universitaria. De todos modos, creo que debo agradecer el hecho de poder estudiar, pese a haber sido mamá joven, porque sé que esto después rendirá frutos para criar mejor a mi hija.
"Creo que es súper importante decirles a las mamás jóvenes que, si bien al principio pareciera que el mundo se nos viene encima con esta noticia, no es así. Los esfuerzos valen la pena y nuestros hijos serán los que después estarán orgullosos", añade.
Emprender
Llegó un momento en que Francisca Castillo sintió que tenía que encontrar alguna forma de generar ingresos, pero desde su casa, para continuar con sus estudios y el cuidado de su hija Magdalena.
Esta búsqueda fue grande, pero su hermana Victoria la ayudó cuando le comentó que una amiga vendía maquillaje al por mayor.
"Ahí supe que ese podía ser mi emprendimiento, sobre todo porque investigué los cosméticos que me ofrecían. Son productos de calidad, pero a buen precio. El tema estaba en que claro, yo no tenía cómo generar el capital inicial", dice.
-¿Desististe entonces?
-Para nada, mi hermana nuevamente me salvó y ella me dio el primer capital, para que me atreviera y nada me detuviera en esta nueva aventura que iniciaba. Me acuerdo que tuve mucho miedo, porque no sabía si era algo que a la gente le iba a gustar, además mi hija era pequeña y yo estaba en primer año de mis estudios.
Cuando tuvo todo lo que vendería, creó el Instagram de MyM Cosmetics (@mym.cosmetics_cl) donde hoy recibe pedidos de los productos cosméticos que ofrece y que lleva este nombre en honor a su hija Magdalena y su sobrino Mateo.
"Todos en mi familia estaban inmensamente felices con este logro, porque fuera de todo, la pandemia, los estudios y la maternidad, conseguí cosas que no creí en algún momento alcanzar. Ahí se nota cómo uno va creciendo y madurando".
-¿Cómo ves tu vida en el futuro?
-Me veo sí o sí ejerciendo mi profesión, pero también continuando con esto (venta de cosméticos), porque podría crecer mucho más y, por otra parte, me ha dado muchas alegrías. No niego que ha sido complejo, pero todo se puede disfrutar igual, la idea es motivarse simplemente.
"Nunca pasó por mi cabeza que no estudiaría, porque si algo tengo claro es que tengo que preocuparme de miles de cosas para mi hija y darle un buen futuro",
Francisca Castillo.
"Los esfuerzos valen la pena y nuestros hijos serán los que después estarán orgullosos",
Francisca Castillo.