Juan Olivares Meza
Primero fue el estallido social de octubre de 2019 que obligó al Museo Histórico y Natural de San Antonio (Musa) a cerrar sus puertas que solamente abrió de manera parcial en enero y febrero de 2020, para luego como consecuencia de la pandemia suspender completamente las visitas.
Y fue así como tras el largo receso, esta semana el Musa aprovechó de abrir parcialmente sus instalaciones para que los interesados puedan recorren el bioparque en torno al edificio, hasta que las restricciones sanitarias permitan abrir nuevamente el área de colección histórica y de conservación de especies que la emergencia sanitaria obliga a mantener cerradas.
Para poder abrir el edificio no solamente se necesitarían muchos recursos para sanitizar las instalaciones cada cierto período de tiempo; ya que además esa acción eventualmente podría dañar las piezas arqueológicas, biológicas e incluso la colección de artefactos históricos que alberga el Musa.
El curador y director del Musa, José Luis Brito, dijo que "hemos decidido, tal como lo hicimos en el verano del año pasado (2020), abrir el bioparque para que la gente pueda acceder y por lo menos mirar lo que está en el exterior que también es una buena oferta para ver el edificio, conocer su historia, la historia del museo antiguo, recorrer este bioparque con más de 3 mil 600 árboles nativos y apreciar los animales que se utilizan para la educación ambiental y que le gustan tanto a los niños".
José Luis Brito remarcó que acercarse al bioparque del Musa puede ser muy atractivo ya que los visitantes pueden "conocer la exposición estática del exterior que incluye embarcaciones típicas de San Antonio, cañones de defensa costera, jaulas que usaban los antiguos circos para mantener los animales prisioneros, hay un pantano de tortugas, una quebrada con vegetación nativa y además tenemos una belleza escénica por la vista que tiene este museo".
Financiamiento
Claro que todos los meses de cierre no han sido fáciles de sobrellevar ya que, según el director del Musa, la suspensión de los fondos municipales durante el último trimestre de 2019, todo el 2020 y el primer semestre de este año obligó a buscar la manera de mantener vivos los animales del Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre.
Por eso, Brito aprovechó de agradecer a algunos "masones locales, al círculo de amigos de la Escuela de Ingenieros Militares, la Hermandad de la Costa, los feriantes de 30 de Marzo y Llolleo Alto, y particulares que se acercaron con maíz, trigo y alimentos para poder mantener a los animales vivos en estos meses que tuvimos que trabajar sin los recursos municipales, que llegaron recién ahora en julio con una orden de compra para los insumos médicos para fauna silvestre".
3.600 árboles nativos tiene el bioparque del Museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio.