La joven venezolana que encontró un mejor futuro en el Litoral Central
En 2019 Britney Ramos arribó a Algarrobo. Tras un complejo comienzo, ahora asegura que no cambiaría la zona por nada y está feliz con el crecimiento de su emprendimiento de cosmética.
Cuando tenía solo 18 años, Britney Ramos Anzola, hoy de 21, decidió que quería darle un nuevo rumbo a su vida y con ello, empaparse de nuevas experiencias que le entregaran un mejor futuro.
La joven es oriunda de Venezuela, pero en 2019 y luego de cinco días de viaje, ingresó a Chile. Comenzó a vivir en Algarrobo, donde ya se siente como en su hogar.
"La situación en mi país, en ese momento (2018), no estaba tan compleja, al menos para mi familia, pero siempre sentí que quería ir por más y atreverme a probar cosas nuevas que me llenaran y me hicieran feliz", cuenta Britney.
Dejar los estudios
En Venezuela culminó su cuarto medio, que allá se llama la secundaria. Luego de ello, comenzó a estudiar administración, ya que sentía que era una carrera que le acomodaba bien, porque es muy organizada.
Sin embargo, en medio del camino decidió abandonar. "Mi familia siempre me inculcó que uno no tiene que estar donde no es feliz, y la verdad eso es lo que me pasó con administración. Sentía que no era mi lugar y tampoco me veía en el futuro dedicándome a algo relacionado a eso, como sí notaba que le pasaba al resto de mis compañeros", sostiene.
-¿Qué hiciste después de dejar los estudios?
-Siempre me ha gustado el área de la belleza y ya había tomado la decisión de dejar Venezuela junto a mi pareja. Antes de venirme, me dediqué a hacer muchos cursos enfocados en la estética, como peluquería, manicura y por último maquillaje.
Viajar
Entre sus planes no siempre estuvo llegar a Algarrobo ni a Chile. "Yo me fui primero a Colombia, en septiembre de 2018. Mi pareja llegó después y pensábamos comenzar una nueva vida allá, apuntando a tener mejores oportunidades en un nuevo país".
-¿Cómo tomó tu familia la decisión de irte de Venezuela?
-Tengo la suerte de siempre contar con el apoyo de mi familia en cada paso o decisión que he tomado. Sin embargo, este fue un cambio grande para ellos, porque cuando yo dejé Venezuela era muy chiquita y creo que eso era lo que más les preocupaba.
-¿Por qué te fuiste tú primero?
-Es que en Colombia llegué donde mi prima. Con ella viví durante varios meses y siento que eso fue también lo que le dio tranquilidad a mi familia en su momento, porque tenía a alguien cercano que pudiera estar conmigo en toda esta adaptación.
En Colombia también se enfrentó por primera vez a un empleo, ya que nunca se había planteado conseguir trabajo, sobre todo por su edad.
"Era bastante tímida y también muy pequeña, sin ninguna experiencia por lo demás, pero sabía que si salía de mi país tendría que trabajar, porque uno se tiene que mantener de alguna forma y estas experiencias me dieron más personalidad", confiesa.
A Algarrobo
Si bien en un comienzo no pensaba radicarse en Chile, mucho menos en Algarrobo, el destino la trajo al Litoral Central. Estando aún en Colombia, a su pareja se le presentó una oportunidad laboral en Algarrobo, que podía ser la llave para encontrar el futuro que estaban buscando.
"Yo no me vine de inmediato con mi pareja por un tema de documentación. Quería entrar legalmente y no tener complicaciones después. Afortunadamente, lo conseguí y ahora tengo incluso mi rut chileno. La espera valió totalmente la pena", manifiesta con emoción.
-¿Cómo fue llegar a Algarrobo para una joven como tú?
-Fue un poco complejo acostumbrarme. Llegué acá en enero de 2019, en pleno verano, pero me costó mucho el hecho de que esta fuera una ciudad tan chiquita, porque yo vengo de una grande como Santiago, por ponerlo en contexto, pero ya me acostumbré, me fui encantando.
-¿Te cambiarías a otra ciudad?
-No, eso es impensado. He tenido que ir algunas veces a Santiago para hacer trámites y me pongo a pensar cómo había vivido en Venezuela en un lugar tan ajetreado. Creo que la tranquilidad que nos ofrece Algarrobo y la calidad de las personas es impagable y ya no cambiaría eso por nada.
-¿Tuviste otras complicaciones?
-Uno siempre extraña a su familia, sobre todo yo que era pequeña cuando me vine, pero la fe de ellos en mí, que creyeran en lo que quería hacer, me dejaba mucho más tranquila. Ahora mi sueño es seguir creciendo en todo para poder traerlos a Chile conmigo.
"También me costó adaptarme al clima, porque uno en Venezuela está acostumbrado al calor del trópico y acá igual hace frío casi todo el año, pero hay playa y eso me reconforta muchísimo", añade entre risas la joven.
Comienzo difícil
Al poco tiempo de establecerse en Algarrobo, Britney encontró trabajo, pero también quería aprovechar los conocimientos que había adquirido en los cursos que había hecho antes de dejar su país natal.
Sin embargo, no sabía cómo podía ser la respuesta del público ante la venta de algún producto en específico, por lo que decidió empezar a vender ropa en una tienda online que bautizó Bambú Shop.
"Sentía que el vestuario era como tierra segura, porque la gente siempre compra ropa, pero me di cuenta de que como la gente estaba encerrada, le estaba dando una oportunidad al maquillaje y se estaba atreviendo más con él, así que me atreví yo también", explica.
-¿Pudiste poner en práctica tus conocimientos entonces?
-Claro, porque de todos modos yo guiaba a varias clientas que me consultaban y sentían confianza ya que les hablaba con conocimiento. Me dio mucha fuerza toda la confianza que mis clientas depositaron en mí, porque todo comienzo asusta, sobre todo en un lugar que no era mi país, pero fue una excelente decisión.
-¿Por qué Bambú Shop?
-Al principio fue Bambú Shop porque vendía ropa, pero cuando solo me concentré en maquillaje lo llamé Bambú Cosmetics, que es el nombre que perdura hasta ahora. Bambú es porque me fascinan las plantas y las flores. De hecho, trabajo en un vivero, y quería algo que tuviera la "b" de Britney y pensé que bambú sería lo mejor.
Desde julio del año pasado la aventurera joven venezolana ofrece productos cosméticos en Bambú Cosmetics, su tienda de Instagram.
Ahora incluso, gracias al crecimiento que ha tenido, incorporó productos de skin care o cuidado de la piel. "Este es el paso previo al maquillaje o a la aplicación de cualquier producto y es súper importante para la salud y el cuidado de la piel".
-¿Cuál es tu sueño a largo plazo, Britney?
-Sueño con traerme pronto a mi familia, porque ir a Venezuela para mí sería de visita, pero sueño con eso y con llegar mucho más allá con mi emprendimiento. Me gustaría ofrecerles a mis clientas un espacio físico en el que puedan ver los productos que traigo siempre pensando en ellas.
"Siempre me ha gustado el área de la belleza (...). Antes de venirme, me dediqué a hacer muchos cursos enfocados en la estética, como peluquería, manicura y, por último, maquillaje",
Britney Ramos
"Creo que la tranquilidad que nos ofrece Algarrobo y la calidad de las personas es impagable y ya no cambiaría eso por nada",
Britney Ramos
"También me costó adaptarme al clima, porque uno en Venezuela está acostumbrado al calor del trópico y acá igual hace frío casi todo el año".