El matrimonio que optó por emprender para dedicar más tiempo a sus hijos
Sarah y Enrique son los dueños de Tiny Coffee CO., una cafetería móvil de especialidad que les permite trabajar en lo que les gusta, contribuir a la comunidad y criar a sus retoños.
Sarah Callahan (34 años) y Enrique Loyola (37 años) se conocieron en Viña del Mar hace ocho años, pololearon cinco y decidieron casarse. Al poco andar se convirtieron en una familia numerosa. Tienen cinco hijos: cuatro niños y una niña, desde los dos hasta los trece años. "Cada uno tiene una personalidad distinta y cuando uno no está en la casa se nota su ausencia", cuenta Enrique.
Él es sicólogo de profesión y durante varios años trabajó en distintos proyectos en la provincia. "La idea de tener un café, un emprendimiento, siempre fue compartida con matices entre Sarah y yo. Es decir, ambos queríamos tener un emprendimiento, donde pudiésemos participar activamente y lo más importante en mi caso, pasar más tiempo en mi casa que encerrado en una oficina".
Enrique confiesa que también quería tener mayor control sobre sus horarios. "Tenemos una familia numerosa y la verdad que ambos estamos conscientes que los niños crecen muy rápido y que pasar tiempo con ellos es muy importante", explica.
Su negocio les permite permanecer harto tiempo con sus hijos y preocuparse de ellos personalmente. Entre las actividades que siempre realizan juntos está ayudarlos en las tareas, hacer deporte, salir a caminar o simplemente disfrutar de una conversación en familia.
Un nuevo concepto
Sarah es barista, es decir una profesional especializado en el café de alta calidad, y utilizaron esa experiencia para emprender con Tiny Coffee Co.
Se trata de una cafetería de especialidad móvil o al paso (carrito), que se encuentra en una excelente ubicación en la comuna de Santo Domingo: en la avenida Teniente Cruz Martínez esquina Los Espinos, a un costado de la nueva plaza Los Quillayes.
Abrieron en enero de este año para aprovechar la época estival pero la idea comenzó mucho antes. Producto de la pandemia su apertura se tuvo que aplazar un año aproximadamente pero el trabajo de investigación teórico, las capacitaciones, los trámites de permisos, entre otros, los iniciaron durante el 2019.
-¿Por qué eligieron este emprendimiento?
-Sarah: Buscamos con el café ser un aporte a la comunidad. Santo Domingo es una comuna que va creciendo y encontrábamos necesario ser parte de la evolución de ello, ya que contaba con muy pocos espacios para compartir.
DE EE.UU Al litoral
Esta historia de amor no deja de sorprender. Ambos vivieron en Estados Unidos por motivos familiares. Sarah tiene a su padre estadounidense y su madre chilena, y ella nació y se crió allá. En tanto, los padres de Enrique viven en ese país hace más de 40 años.
Sin embargo, a pesar de que ambos vivieron en Norteamérica fue en Chile donde se conocieron y enamoraron.
Enrique residió 22 años en Nueva York y Sarah nació y vivió 16 años en Texas. Cuando él regresó a Chile se radicó en Viña del Mar y luego en Santo Domingo. Mientras que la comuna parque ha sido el hogar de Sarah desde que regresó. "El ritmo de vida y lo pacífico de la zona es inigualable. Lo amigable y buena onda que son las personas de acá es incomparable", confiesa ella.
Fue en Nueva York donde Enrique aprendió a jugar roller hockey cuando pequeño. Es un deporte que lo apasiona hasta el día de hoy y por el cual hace muchos sacrificios para practicarlo.
Debido a que en la provincia no está la infraestructura necesaria para jugar, durante un año normal viaja dos o tres veces a la semana a Santiago para entrenar, específicamente al gimnasio Olímpico de San Miguel, donde juega para el equipo Los Dominicos, el más antiguo de Santiago.
En Chile hay seis torneos nacionales repartidos en diferentes ciudades como Iquique, La Serena, Punta Arenas y Santiago. Pero lo más desafiante y lo más fuerte, asegura, es preparar los torneos que se juegan fuera del país, como los sudamericanos.
-¿Cuál ha sido tu mayor logro en este deporte?
-El año pasado tuve mi primera nominación a la selección nacional de roller hockey. Tenía que jugar un mundial representando a Chile en Alemania pero debido a la pandemia no pude viajar. Tengo todas las esperanzas puestas en que el próximo año podré jugar por fin esa tan importante competencia deportiva.
Él les enseña a sus hijos de este deporte, todos patinan, y comparten viendo partidos en la televisión. Lamentablemente es muy pesado para ellos viajar a la capital para practicarlo. Pero de lo que más se preocupa es de traspasarles la pasión y el amor por el deporte como enseñanza de vida: "el deporte es fundamental y prioridad en casa", afirma Enrique, quien también practica padel en el club San Antonio.
Estilo new york
-¿Cuál es el producto de su negocio que más les gusta a sus clientes?
-Enrique: Tiny Coffe tiene una gran variedad de productos especialmente de café: espresso, chocolate caliente, chai latte, matcha latte y café en hielo. Pero los favoritos de los clientes y el producto estrella son los galletones de chip de chocolate, que son realmente gigantes, estilo New York.
-¿Qué es lo que más les gusta de su trabajo y lo más difícil?
-Sarah: Lo que más nos gusta es la interacción con los clientes, vecinos y vecinas poder hacer comunidad, es realmente gratificante. Creemos que el compartir e interactuar es algo especial, y en Tiny Coffee se da el espacio para esto.
Enrique: Lo más complejo es cuando los proveedores cambian la calidad de algunos productos sin avisar, por lo que hay que tener un plan A, B y C. Nuestra prioridad es que los productos sean de altísima calidad, y nos encargamos de que sea así.
Por ahora su meta es continuar haciendo crecer la marca Tiny Coffee Co., y ampliarse en el rubro del café junto con seguir criando a sus hijos en un entorno tan tranquilo y familiar como Santo Domingo.