David Muñoz Castillo
El 22 de marzo de 2020 comenzó el toque de queda como una medida para disminuir los contactos sociales y facilitar la fiscalización de cuarentenas obligatorias. Después de un año, cinco meses y nueve días la restricción se mantiene a pesar de los cuestionamientos, especialmente de algunos rubros de la actividad económica.
Si bien ayer se anunció el aplazamiento de la medida en la Región Metropolitana para la medianoche, en otros puntos del país se esperaba el cese de la restricción, como una forma de extender los horarios de atención en bares, restaurantes y pubs, que antes de las doce deben cerrar sus puertas.
El ministro Enrique Paris defendió la restricción. "Durante la noche se va de fiesta, se libera más y toma alcohol (las personas). Justamente en esas condiciones se pierde la capacidad de usar la mascarilla o de mantener el distanciamiento físico", argumentó el jefe de la cartera sanitaria.
En los sectores del comercio el argumento no es compartido plenamente.
Para el presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio, Rafael Letelier, el toque de queda afecta especialmente a algunos comerciantes como los sectores "gastronómicos y nocturnos, que han sido los más afectados. Esperábamos la noticia, pero seguimos esperando".
-¿Se justifica el toque de queda considerando la realidad sanitaria del país?
-Esperamos que luego se den las condiciones sanitarias para que volvamos a una relativa normalidad sin estas restricciones que afectan a un sector importante.
Rafael Letelier contó que este es un tema que se aborda entre el gremio y los distintos ministerios. "Hemos manifestado nuestra preocupación sobre qué pasa con estas medidas restrictivas. Nos dicen que están evaluando".
La medida no solo afecta a los restaurantes, discos o pubs. Las botillerías también adelantan sus cierres.
Antes de la pandemia el horario se extendía hasta la una de la mañana, ahora pasadas las 23.00 horas bajan sus cortinas y así permiten que sus trabajadores lleguen a sus casas antes del inicio de la medida.
Cristian Lacalle, de la asociación de botilleros de San Antonio, explicó que "no todos nuestros miembros están dispuestos a trabajar hasta más tarde, por el costo familiar".
Agregó que "lo hablamos hace un par de semanas y algunos botilleros están de acuerdo en cerrar temprano. No sé sin toque de queda, por la vida en familia, atenderán hasta más tarde. La gente se acostumbró a comprar más temprano", analizó el dirigente de los comerciantes de botillerías en San Antonio.
Cristian Lacalle dijo que "algunos quieren cerrar más tarde y otros no, tiene sus pros y sus contras la medida. Es relativo y podemos decir que la gente, con la pandemia, se planifica mejor con las compras y no sale a última hora".
Fines de semana
"Sentimientos encontrados", así califica David Berríos un posible término del toque de queda, ya que "si lo eliminan llego a las 4 de la mañana a mi casa".
Para uno de los socios de Araukasa Sanguches y Bar, evidentemente que levantar la medida genera un aumento de las ganancias. "Se podría contratar más personal para atender a la hora de almuerzo y seguir hasta más tarde, por las horas de trabajo de las personas, ya que se extienden los horarios", precisó.
Está claro que los mayores ingresos se producen en las horas de la tarde y noche. "En nuestro rubro se nota la diferencia los días jueves, viernes y sábado. Ahora a las 11 de la noche se van solos, lo tienen claro y saben que se cierra a las 12", explicó sobre cómo afecta la medida.
"Esperamos que luego se den las condiciones sanitarias para que volvamos a una relativa normalidad sin estas restricciones",
Rafael Letelier.